La reina Isabel II recibe a los Obama en el Palacio de Buckingham
Londres, Agencias
Con fausto, el presidente Barack Obama y la reina Isabel II ratificaron el martes los vínculos entre Estados Unidos y Reino Unido, y dijeron que éstos se han fortalecido mediante el sacrificio de la guerra y una historia de valores comunes.
La monarca aseguró que las relaciones entre ambos países están "probadas y, sí, son especiales".
Por su parte, el mandatario estadounidense, vestido con un esmoquin negro con corbata y chaleco blancos para una elegante cena en el Palacio de Buckingham, dijo en el brindis que esta relación bilateral "jamás descansa".
"Podemos tener confianza en la sociedad que comparten nuestros dos países, con base en los cimientos sólidos construidos durante toda una vida de servicio extraordinario a la nación y al mundo por parte de la reina Isabel", dijo Obama en una cena a la que asistieron lo mismo colaboradores de su gobierno que estrellas cinematográficas estadounidenses y la realeza británica.
Horas antes, Isabel II recibió el martes con honores reales a Obama y su esposa Michelle en el Palacio de Buckingham, al inicio de su visita de Estado a Gran Bretaña, un raro honor para un mandatario estadounidense.
La reina y su esposo, el príncipe Felipe, recibieron a los Obama durante una tarde soleada en Londres. Luego de un recorrido privado por el palacio, las dos parejas salieron a los escalones ceremoniales de la Terraza Oeste para atestiguar una salva de cañones.
La reina se paró junto al presidente mientras guardias escoceses en chaquetas rojas tocaban el himno nacional estadounidense.
Se sintieron 62 cañonazos en la Torre de Londres, anunciando el arribo de la pareja presidencial.
Los Obama se pasarán dos noches en el palacio como invitados de la reina, quedándose en la suite de seis habitaciones que el príncipe Guillermo y Kate Middleton usaron en su noche de bodas.
Los recién casados tuvieron un breve encuentro privado con los Obama el martes antes de la ceremonia de arribo al palacio, pero no se programó su asistencia al banquete en honor del presidente y su esposa el martes por la noche.
La reina ofreció un almuerzo privado para los Obama en el palacio y posteriormente les mostró su galería privada. La reina escogió piezas de su colección que pensó le interesarían a los Obama, incluyendo algunas de Hawai, el estado natal del presidente y una muestra sobre Abraham Lincoln.
Más tarde, una pequeña multitud se congregó en las afueras del Palacio de Buckingham y luego junto a la Abadía de Westminster, donde el presidente depositó una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido.
Obama se alejó brevemente de las formalidades de la familia real para una visita a una escuela local, donde él y el primer ministro David Cameron visitaron una clase de ciencias y jugaron ping pong con estudiantes.
Obama y Cameron celebrarán importantes conversaciones el miércoles sobre Afganistán, Libia y los esfuerzos contra el terrorismo, y el presidente va a hablar ante el parlamento, con un discurso que colaboradores dicen va a reafirmar que Estados Unidos sigue valorando a sus tradicionales aliados europeos.
El presidente y la primera dama comenzaron la jornada el martes con un encuentro con príncipe Carlos y su esposa Camila en la Casa Winfield, la elegante mansión en Regent's Park que es residencia del embajador estadounidense.
Los Obama pasaron la noche del lunes ahí tras salir de Irlanda antes de lo planeado en lugar de quedarse en Dublín, a causa de temores de que la ceniza volcánica de una erupción en Islandia pudiese desplazarse sobre Irlanda y Gran Bretaña y afectar el programa oficial.
Con fausto, el presidente Barack Obama y la reina Isabel II ratificaron el martes los vínculos entre Estados Unidos y Reino Unido, y dijeron que éstos se han fortalecido mediante el sacrificio de la guerra y una historia de valores comunes.
La monarca aseguró que las relaciones entre ambos países están "probadas y, sí, son especiales".
Por su parte, el mandatario estadounidense, vestido con un esmoquin negro con corbata y chaleco blancos para una elegante cena en el Palacio de Buckingham, dijo en el brindis que esta relación bilateral "jamás descansa".
"Podemos tener confianza en la sociedad que comparten nuestros dos países, con base en los cimientos sólidos construidos durante toda una vida de servicio extraordinario a la nación y al mundo por parte de la reina Isabel", dijo Obama en una cena a la que asistieron lo mismo colaboradores de su gobierno que estrellas cinematográficas estadounidenses y la realeza británica.
Horas antes, Isabel II recibió el martes con honores reales a Obama y su esposa Michelle en el Palacio de Buckingham, al inicio de su visita de Estado a Gran Bretaña, un raro honor para un mandatario estadounidense.
La reina y su esposo, el príncipe Felipe, recibieron a los Obama durante una tarde soleada en Londres. Luego de un recorrido privado por el palacio, las dos parejas salieron a los escalones ceremoniales de la Terraza Oeste para atestiguar una salva de cañones.
La reina se paró junto al presidente mientras guardias escoceses en chaquetas rojas tocaban el himno nacional estadounidense.
Se sintieron 62 cañonazos en la Torre de Londres, anunciando el arribo de la pareja presidencial.
Los Obama se pasarán dos noches en el palacio como invitados de la reina, quedándose en la suite de seis habitaciones que el príncipe Guillermo y Kate Middleton usaron en su noche de bodas.
Los recién casados tuvieron un breve encuentro privado con los Obama el martes antes de la ceremonia de arribo al palacio, pero no se programó su asistencia al banquete en honor del presidente y su esposa el martes por la noche.
La reina ofreció un almuerzo privado para los Obama en el palacio y posteriormente les mostró su galería privada. La reina escogió piezas de su colección que pensó le interesarían a los Obama, incluyendo algunas de Hawai, el estado natal del presidente y una muestra sobre Abraham Lincoln.
Más tarde, una pequeña multitud se congregó en las afueras del Palacio de Buckingham y luego junto a la Abadía de Westminster, donde el presidente depositó una ofrenda floral en la tumba del soldado desconocido.
Obama se alejó brevemente de las formalidades de la familia real para una visita a una escuela local, donde él y el primer ministro David Cameron visitaron una clase de ciencias y jugaron ping pong con estudiantes.
Obama y Cameron celebrarán importantes conversaciones el miércoles sobre Afganistán, Libia y los esfuerzos contra el terrorismo, y el presidente va a hablar ante el parlamento, con un discurso que colaboradores dicen va a reafirmar que Estados Unidos sigue valorando a sus tradicionales aliados europeos.
El presidente y la primera dama comenzaron la jornada el martes con un encuentro con príncipe Carlos y su esposa Camila en la Casa Winfield, la elegante mansión en Regent's Park que es residencia del embajador estadounidense.
Los Obama pasaron la noche del lunes ahí tras salir de Irlanda antes de lo planeado en lugar de quedarse en Dublín, a causa de temores de que la ceniza volcánica de una erupción en Islandia pudiese desplazarse sobre Irlanda y Gran Bretaña y afectar el programa oficial.