La rebelión de Agüero agita a Madrid y Barcelona
Madrid, As
El incendio comenzó a las 17:30. A esa hora el Kun llegó al Calderón conduciendo un BMW M3 en compañía de su padre, Leo Agüero, y sus agentes, Gonzalo Rebasa y Hernán Reguera. Después de hora y media de reunión con Miguel Ángel Gil, máximo accionista del Atlético, el jugador y sus acompañantes abandonaron el estadio sin hacer declaraciones. El contenido de la reunión no tardó en trascender: Agüero había pedido ser traspasado. Él mismo lo confirmó luego en Twitter. A partir de este punto, difieren las versiones. Hay quien apunta que el Kun había solicitado su traspaso al Madrid. Horas después se añadió el nombre de otro club interesado: el Barça.
Las redes sociales hicieron crecer la ola hasta convertirla en tsunami. Las piezas parecían encajar. En enero José Ramón de la Morena anunció en El Larguero que el Madrid pagaría la cláusula de Agüero en junio. Poco antes, el Atlético había ampliado dos años el contrato del crack, pero reduciendo su cláusula de rescisión, que pasó de 60 millones a 45.
Las declaraciones de Miguel Ángel Gil ("en ningún caso se irá al Madrid") y el hecho de reconocer tres ofertas extranjeras (Chelsea, City y Juventus) enfriaron el asunto. El foco cambió de dirección cuando se supo que los agentes del Kun se habían reunido en Turín con dirigentes de la Juve. Al mismo tiempo, parecía estrecharse el cerco del City, el único club sin reparos económicos. Incluso el Liverpool asomaba. Sin embargo, el sábado, Javier Ares reabrió el caso en Onda Cero al afirmar que Agüero acabaría fichando por el Madrid y se anunciaría el sábado próximo, como contraprogramación a la final de Champions.
Atropellados por el rumor, fuentes del Madrid repitieron el discurso del presidente: no se fichará en España a ningún futbolista sin el acuerdo del club en el que juega. O dicho de otra forma, no habrá ninguna declaración de guerra por un futbolista, tampoco por Sergio Agüero.
Recargo. Las razones del Madrid son éticas, pero también podrían ser económicas. La cláusula de Agüero es de 45 millones de euros, pero, sin acuerdo entre clubes, el comprador tendría que abonar el IRPF, lo que dejaría la operación en 75 millones, una cantidad que no se ajusta al mercado. Y ese sería el precio para el Real Madrid.
El presunto interés del Barcelona se descubrió en Twitter. Josep Capdevila, redactor jefe del Sport, descubría una oferta del Barça y citaba como fuente a RAC1. A pesar del desmentido, la posibilidad corrió por Barcelona y no cayó mal: Bojan y 45 millones por Agüero. Sólo imaginar una delantera con Kun y Messi estremeció a los culés. Y como los rumores toman billete de ida y vuelta, no pasó mucho tiempo antes de que estremeciera también a los madridistas. Una cosa es descartar a Agüero y otra que refuerce al enemigo.
Superado el primer fervor, la realidad volvía a enfriar las especulaciones. El Barça tiene una deuda de 489 millones y no está en condiciones de afrontar un fichaje así.
A media tarde, Enrique Cerezo insistió: "Ni negociamos ni vendemos, nos remitimos a la cláusula de Agüero".
Entretanto, el jugador viajará mañana a Argentina, donde se concentrará con su selección, anfitriona en la Copa América (1 al 24 de julio). Su idea es resolver su futuro antes del torneo. El culebrón ha empezado.
El incendio comenzó a las 17:30. A esa hora el Kun llegó al Calderón conduciendo un BMW M3 en compañía de su padre, Leo Agüero, y sus agentes, Gonzalo Rebasa y Hernán Reguera. Después de hora y media de reunión con Miguel Ángel Gil, máximo accionista del Atlético, el jugador y sus acompañantes abandonaron el estadio sin hacer declaraciones. El contenido de la reunión no tardó en trascender: Agüero había pedido ser traspasado. Él mismo lo confirmó luego en Twitter. A partir de este punto, difieren las versiones. Hay quien apunta que el Kun había solicitado su traspaso al Madrid. Horas después se añadió el nombre de otro club interesado: el Barça.
Las redes sociales hicieron crecer la ola hasta convertirla en tsunami. Las piezas parecían encajar. En enero José Ramón de la Morena anunció en El Larguero que el Madrid pagaría la cláusula de Agüero en junio. Poco antes, el Atlético había ampliado dos años el contrato del crack, pero reduciendo su cláusula de rescisión, que pasó de 60 millones a 45.
Las declaraciones de Miguel Ángel Gil ("en ningún caso se irá al Madrid") y el hecho de reconocer tres ofertas extranjeras (Chelsea, City y Juventus) enfriaron el asunto. El foco cambió de dirección cuando se supo que los agentes del Kun se habían reunido en Turín con dirigentes de la Juve. Al mismo tiempo, parecía estrecharse el cerco del City, el único club sin reparos económicos. Incluso el Liverpool asomaba. Sin embargo, el sábado, Javier Ares reabrió el caso en Onda Cero al afirmar que Agüero acabaría fichando por el Madrid y se anunciaría el sábado próximo, como contraprogramación a la final de Champions.
Atropellados por el rumor, fuentes del Madrid repitieron el discurso del presidente: no se fichará en España a ningún futbolista sin el acuerdo del club en el que juega. O dicho de otra forma, no habrá ninguna declaración de guerra por un futbolista, tampoco por Sergio Agüero.
Recargo. Las razones del Madrid son éticas, pero también podrían ser económicas. La cláusula de Agüero es de 45 millones de euros, pero, sin acuerdo entre clubes, el comprador tendría que abonar el IRPF, lo que dejaría la operación en 75 millones, una cantidad que no se ajusta al mercado. Y ese sería el precio para el Real Madrid.
El presunto interés del Barcelona se descubrió en Twitter. Josep Capdevila, redactor jefe del Sport, descubría una oferta del Barça y citaba como fuente a RAC1. A pesar del desmentido, la posibilidad corrió por Barcelona y no cayó mal: Bojan y 45 millones por Agüero. Sólo imaginar una delantera con Kun y Messi estremeció a los culés. Y como los rumores toman billete de ida y vuelta, no pasó mucho tiempo antes de que estremeciera también a los madridistas. Una cosa es descartar a Agüero y otra que refuerce al enemigo.
Superado el primer fervor, la realidad volvía a enfriar las especulaciones. El Barça tiene una deuda de 489 millones y no está en condiciones de afrontar un fichaje así.
A media tarde, Enrique Cerezo insistió: "Ni negociamos ni vendemos, nos remitimos a la cláusula de Agüero".
Entretanto, el jugador viajará mañana a Argentina, donde se concentrará con su selección, anfitriona en la Copa América (1 al 24 de julio). Su idea es resolver su futuro antes del torneo. El culebrón ha empezado.