La oposición lusa considera duro pero necesario el plan de Bruselas y el FMI
Lisboa, Agencias
El principal partido de la oposición de Portugal ha dado su visto bueno al acuerdo de Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con las autoridades lusas por considerarlo imprescindible, aunque lo calificó de "duro y difícil".
En una entrevista en la televisión pública lusa, el líder del Partido Social Demócrata (PSD, de centro-derecha), Pedro Passos Coelho, señaló hoy que el pacto alcanzado por Portugal a cambio de recibir la ayuda externa tiene "mejores condiciones de éxito" que los firmados en 2010 con Grecia e Irlanda debido a que está enfocado a garantizar el crecimiento económico.
Los compromisos que debe adquirir Portugal como contrapartida de los 78.000 millones de euros en que está valorado el rescate financiero abarcan "reformas estructurales, sobretodo del Estado y del sector público, lo mismo que ha defendido el PSD", según Passos Coelho.
"Cuando se precisa desesperadamente del apoyo financiero, el margen de maniobra es menor", defendió en referencia a las negociaciones de las últimas tres semanas entre el equipo de Bruselas y el FMI y los sectores más representativos de la vida política y económica lusa.
Los detalles de este memorando empezaron a ser conocidos hoy, y en él se incluyen medidas para liberalizar el mercado laboral, recortar costes en todos los sectores públicos -entre ellos, la sanidad y la educación- y fomentar las privatizaciones, así como subidas de impuestos y congelación de pensiones.
El candidato a primer ministro del PSD para las elecciones del próximo 5 de junio advirtió de que si aparecen dudas sobre el cumplimiento de estos objetivos, Portugal "no precisará de un año más para empezar a hablar de reestructuración de deuda", como ocurre actualmente en Grecia.
De hecho, recordó que el montante de la ayuda que prevé entregar Bruselas y el FMI durante el 2011 cubre el 100 % de las necesidades financieras del país para este año, pero sólo el 80 % de los compromisos que debe afrontar Portugal en 2012 y el 40 % de las de 2013, por lo que sin crecimiento no podrá hacer frente a estos compromisos.
Passos Coelho también defendió que el acuerdo con la llamada "troika" deja "espacio" suficiente al partido que resulte ganador en los comicios para decidir cómo combina sus políticas para reducir el déficit público en un 66 % de aquí a 2013.
Destacó, asimismo, que el pacto alcanzado "no incluye las medidas más drásticas" que sí recogía el último plan de austeridad ideado por el Ejecutivo socialista, rechazado por el Parlamento el pasado 23 de marzo, y que derivó en la dimisión del primer ministro, José Sócrates.
Passos Coelho incidió en que ese plan del gobierno ya "no existiría si se hubiera aprobado entonces" debido a que no preveía el "riesgo de bancarrota" que ahora sí corre el país.
El aspirante socialdemócrata mencionó a lo largo de la entrevista en varias ocasiones a España en referencia a su sistema de pensiones y a su última reforma laboral, y puso como ejemplo de flexibilización la posibilidad de despedir cuando las empresas entran en pérdidas.
"Son ejemplos que tenemos que ver y estudiar", precisó.
En clave electoral, el líder del PSD pidió a los portugueses la mayoría absoluta para evitar así un Gobierno en minoría parlamentaria como el actual, condición que consideró "imprescindible" pese a que los últimos sondeos apuntan a un empate técnico con el Partido Socialista.
El principal partido de la oposición de Portugal ha dado su visto bueno al acuerdo de Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con las autoridades lusas por considerarlo imprescindible, aunque lo calificó de "duro y difícil".
En una entrevista en la televisión pública lusa, el líder del Partido Social Demócrata (PSD, de centro-derecha), Pedro Passos Coelho, señaló hoy que el pacto alcanzado por Portugal a cambio de recibir la ayuda externa tiene "mejores condiciones de éxito" que los firmados en 2010 con Grecia e Irlanda debido a que está enfocado a garantizar el crecimiento económico.
Los compromisos que debe adquirir Portugal como contrapartida de los 78.000 millones de euros en que está valorado el rescate financiero abarcan "reformas estructurales, sobretodo del Estado y del sector público, lo mismo que ha defendido el PSD", según Passos Coelho.
"Cuando se precisa desesperadamente del apoyo financiero, el margen de maniobra es menor", defendió en referencia a las negociaciones de las últimas tres semanas entre el equipo de Bruselas y el FMI y los sectores más representativos de la vida política y económica lusa.
Los detalles de este memorando empezaron a ser conocidos hoy, y en él se incluyen medidas para liberalizar el mercado laboral, recortar costes en todos los sectores públicos -entre ellos, la sanidad y la educación- y fomentar las privatizaciones, así como subidas de impuestos y congelación de pensiones.
El candidato a primer ministro del PSD para las elecciones del próximo 5 de junio advirtió de que si aparecen dudas sobre el cumplimiento de estos objetivos, Portugal "no precisará de un año más para empezar a hablar de reestructuración de deuda", como ocurre actualmente en Grecia.
De hecho, recordó que el montante de la ayuda que prevé entregar Bruselas y el FMI durante el 2011 cubre el 100 % de las necesidades financieras del país para este año, pero sólo el 80 % de los compromisos que debe afrontar Portugal en 2012 y el 40 % de las de 2013, por lo que sin crecimiento no podrá hacer frente a estos compromisos.
Passos Coelho también defendió que el acuerdo con la llamada "troika" deja "espacio" suficiente al partido que resulte ganador en los comicios para decidir cómo combina sus políticas para reducir el déficit público en un 66 % de aquí a 2013.
Destacó, asimismo, que el pacto alcanzado "no incluye las medidas más drásticas" que sí recogía el último plan de austeridad ideado por el Ejecutivo socialista, rechazado por el Parlamento el pasado 23 de marzo, y que derivó en la dimisión del primer ministro, José Sócrates.
Passos Coelho incidió en que ese plan del gobierno ya "no existiría si se hubiera aprobado entonces" debido a que no preveía el "riesgo de bancarrota" que ahora sí corre el país.
El aspirante socialdemócrata mencionó a lo largo de la entrevista en varias ocasiones a España en referencia a su sistema de pensiones y a su última reforma laboral, y puso como ejemplo de flexibilización la posibilidad de despedir cuando las empresas entran en pérdidas.
"Son ejemplos que tenemos que ver y estudiar", precisó.
En clave electoral, el líder del PSD pidió a los portugueses la mayoría absoluta para evitar así un Gobierno en minoría parlamentaria como el actual, condición que consideró "imprescindible" pese a que los últimos sondeos apuntan a un empate técnico con el Partido Socialista.