La OCDE empeora las perspectivas para España
El organismo identifica en marzo un retroceso similar al de la media de la zona euro
Madrid, El País
La economía española ha arrancado el año aletargada. El pésimo dato del paro en el primer trimestre, el tímido avance del PIB y la debilidad industrial alejan el horizonte de la recuperación. La OCDE ha corroborado hoy ese empeoramiento de las perspectivas en su indicador adelantado referente al mes de marzo. España retrocede casi una décima respecto al mes anterior (de 102,33 a 102,24), un dato que, aunque moderado, supone intensificar los retrocesos que se vienen registrando desde que comenzó el año.
El descenso español coincide prácticamente con el experimentado en el conjunto de la zona euro (de 103,23 a 103,13). Ese indicador adelantado, que sintetiza datos de crecimiento, producción industrial, construcción, empleo y confianza de empresarios y consumidores, entre otras referencias, indica que las posibilidades de mejora de la economía son ahora algo más sombrías que hace unos meses. La diferencia de España respecto del resto de la eurozona reside en la evolución anual. Mientras que la media de los países del euro mejoran sus perspectivas en el último año, la marca española es ahora peor que en marzo de 2010. Es decir, que el momento de la recuperación parecía entonces más cercano.
Este índice, elaborado desde los años setenta, trata de adelantar cuál será la evolución interanual de la economía dentro de seis o nueve meses. El valor 100 se refiere a la tendencia a largo plazo; un valor superior indica que la economía crecerá por encima de la media de las últimas décadas. Si el índice aumenta, identifica un periodo de expansión pero si retrocede marca el inicio de una desaceleración.
La OCDE, que aglutina a las 30 economías más industrializadas, señala dos tendencias opuestas en los países a los que se analiza en este indicador. Mientras en la mayor parte de Europa se detecta "un ritmo de expansión más lento o estable", en Norteamérica, China o Rusia hay una "expansión continua". La excepción a esa atonía europea se produce en Alemania, cuyo dato adelantado no deja de crecer, aunque en marzo lo ha hecho a un ritmo levemente inferior que en los meses anteriores. En cambio, los otros tres grandes países, Francia, Italia y Reino Unido, registran perspectivas más adversas que hace un año. Y con una intensidad mayor a la de España.
Madrid, El País
La economía española ha arrancado el año aletargada. El pésimo dato del paro en el primer trimestre, el tímido avance del PIB y la debilidad industrial alejan el horizonte de la recuperación. La OCDE ha corroborado hoy ese empeoramiento de las perspectivas en su indicador adelantado referente al mes de marzo. España retrocede casi una décima respecto al mes anterior (de 102,33 a 102,24), un dato que, aunque moderado, supone intensificar los retrocesos que se vienen registrando desde que comenzó el año.
El descenso español coincide prácticamente con el experimentado en el conjunto de la zona euro (de 103,23 a 103,13). Ese indicador adelantado, que sintetiza datos de crecimiento, producción industrial, construcción, empleo y confianza de empresarios y consumidores, entre otras referencias, indica que las posibilidades de mejora de la economía son ahora algo más sombrías que hace unos meses. La diferencia de España respecto del resto de la eurozona reside en la evolución anual. Mientras que la media de los países del euro mejoran sus perspectivas en el último año, la marca española es ahora peor que en marzo de 2010. Es decir, que el momento de la recuperación parecía entonces más cercano.
Este índice, elaborado desde los años setenta, trata de adelantar cuál será la evolución interanual de la economía dentro de seis o nueve meses. El valor 100 se refiere a la tendencia a largo plazo; un valor superior indica que la economía crecerá por encima de la media de las últimas décadas. Si el índice aumenta, identifica un periodo de expansión pero si retrocede marca el inicio de una desaceleración.
La OCDE, que aglutina a las 30 economías más industrializadas, señala dos tendencias opuestas en los países a los que se analiza en este indicador. Mientras en la mayor parte de Europa se detecta "un ritmo de expansión más lento o estable", en Norteamérica, China o Rusia hay una "expansión continua". La excepción a esa atonía europea se produce en Alemania, cuyo dato adelantado no deja de crecer, aunque en marzo lo ha hecho a un ritmo levemente inferior que en los meses anteriores. En cambio, los otros tres grandes países, Francia, Italia y Reino Unido, registran perspectivas más adversas que hace un año. Y con una intensidad mayor a la de España.