La FIFA se sumerge en una vorágine de acusaciones de corrupción
ZURICH, Agencias
El escándalo de sobornos de la FIFA se agravó el lunes al pasar más allá de las denuncias sobre la elección presidencial. Ahora, se habla de que Qatar habría "comprado" los votos para obtener la sede de la Copa del Mundo 2022.
Los organizadores del Mundial de Qatar no tardaron en refutar "categóricamente" la aseveración contenida en un correo electrónico enviado por el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke.
El correo electrónico fue difundido por el vicepresidente de la FIFA Jack Warner, luego que el domingo fue suspendido provisionalmente tras la denuncias de sobornos en la campaña del catarí Mohamed bin Hammam para reemplazar a Joseph Blatter como presidente del organismo rector del fútbol mundial.
Valcke quiso dar marcha atrás posteriormente al matizar la forma con la que se expresó al decir "comprar". Indicó que se debió interpretar a que el rico país petrolero recurrió a su "poderío financiero en la búsqueda de apoyo". Insistió que no se refería "a compra de votos u otra forma de conducta indebida".
De todas formas, el mensaje de Valcke dejó la impresión que el Mundial se otorga al mejor postor.
El asunto agudizó los problemas de Blatter, quien se preparaba para hablar públicamente el lunes por primera vez desde que fueron suspendidos los dos ejecutivos de alto rango de la FIFA.
Después de rechazar durante años acusaciones de corrupción en su contra, la FIFA fue sacudida como nunca el domingo, un día extraordinario en sus 107 años de historia.
Warner y bin Hammam fueron suspendidos después de una investigación a las acusaciones de que dirigentes del fútbol caribeño recibieron cada uno 40.000 dólares para que apoyaran la postulación de Hammam a la presidencia de la FIFA.
Al mismo tiempo, la comisión de ética de la FIFA exoneró a Blatter de hacerse de la vista gorda ante el supuesto plan de sobornos en una decisión que lo dejó como el único candidato en la elección del miércoles para el máximo cargo de este deporte, el más popular del mundo.
Sin embargo, las suspensiones apenas marcan el comienzo del escándalo.
Warner dijo al medio británico Sky que consultaría con un juez suizo sobre la legalidad de la sanción aun cuando los estatutos de la FIFA prohíben a los directivos apelar a otra instancias judiciales.
Bin Hammam dijo que también recurriría la decisión y afirmó que "la forma como se han efectuado estos procedimientos no se ajusta absolutamente a ningún principio de justicia" y "estos fueron definidos desde el principio".
Valcke confirmó el lunes haber enviado un correo electrónico a Warner sobre una supuesta compra de votos para conseguir la sede del Mundial 2022.
"En cuanto a MBH, nunca entendí por qué se postuló", le dice Valcke a Warner en el correo. "Si realmente creyó que tiene una oportunidad o sólo es una forma extrema de expresar la antipatía que tiene hacia JSB (Blatter). O piensa que se puede comprar a la FIFA como compraron la WC (Copa del Mundo)".
Valcke se refirió al asunto antes de asistir a una reunión de la CONCACAF en Zurich y confirmó la veracidad del correo.
El escándalo de sobornos de la FIFA se agravó el lunes al pasar más allá de las denuncias sobre la elección presidencial. Ahora, se habla de que Qatar habría "comprado" los votos para obtener la sede de la Copa del Mundo 2022.
Los organizadores del Mundial de Qatar no tardaron en refutar "categóricamente" la aseveración contenida en un correo electrónico enviado por el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke.
El correo electrónico fue difundido por el vicepresidente de la FIFA Jack Warner, luego que el domingo fue suspendido provisionalmente tras la denuncias de sobornos en la campaña del catarí Mohamed bin Hammam para reemplazar a Joseph Blatter como presidente del organismo rector del fútbol mundial.
Valcke quiso dar marcha atrás posteriormente al matizar la forma con la que se expresó al decir "comprar". Indicó que se debió interpretar a que el rico país petrolero recurrió a su "poderío financiero en la búsqueda de apoyo". Insistió que no se refería "a compra de votos u otra forma de conducta indebida".
De todas formas, el mensaje de Valcke dejó la impresión que el Mundial se otorga al mejor postor.
El asunto agudizó los problemas de Blatter, quien se preparaba para hablar públicamente el lunes por primera vez desde que fueron suspendidos los dos ejecutivos de alto rango de la FIFA.
Después de rechazar durante años acusaciones de corrupción en su contra, la FIFA fue sacudida como nunca el domingo, un día extraordinario en sus 107 años de historia.
Warner y bin Hammam fueron suspendidos después de una investigación a las acusaciones de que dirigentes del fútbol caribeño recibieron cada uno 40.000 dólares para que apoyaran la postulación de Hammam a la presidencia de la FIFA.
Al mismo tiempo, la comisión de ética de la FIFA exoneró a Blatter de hacerse de la vista gorda ante el supuesto plan de sobornos en una decisión que lo dejó como el único candidato en la elección del miércoles para el máximo cargo de este deporte, el más popular del mundo.
Sin embargo, las suspensiones apenas marcan el comienzo del escándalo.
Warner dijo al medio británico Sky que consultaría con un juez suizo sobre la legalidad de la sanción aun cuando los estatutos de la FIFA prohíben a los directivos apelar a otra instancias judiciales.
Bin Hammam dijo que también recurriría la decisión y afirmó que "la forma como se han efectuado estos procedimientos no se ajusta absolutamente a ningún principio de justicia" y "estos fueron definidos desde el principio".
Valcke confirmó el lunes haber enviado un correo electrónico a Warner sobre una supuesta compra de votos para conseguir la sede del Mundial 2022.
"En cuanto a MBH, nunca entendí por qué se postuló", le dice Valcke a Warner en el correo. "Si realmente creyó que tiene una oportunidad o sólo es una forma extrema de expresar la antipatía que tiene hacia JSB (Blatter). O piensa que se puede comprar a la FIFA como compraron la WC (Copa del Mundo)".
Valcke se refirió al asunto antes de asistir a una reunión de la CONCACAF en Zurich y confirmó la veracidad del correo.