Keiko quiere sumar a Giuliani contra el crimen

Lima, Agencias
La candidata presidencial invitó al ex alcalde de Nueva York para que la acompañe en el recorrido de las ciudades más peligrosas del Perú. Hará un diagnóstico y diseñará la estrategia de seguridad de Fuerza 2011.
"Giuliani fue invitado para fortalecer nuestra propuesta de seguridad ciudadana. Quise que él venga a Trujillo [en el noreste de Perú], aquí el problema más grande es la delincuencia", afirmó Keiko durante la visita que realizó con el político estadounidense.

Allí, Fuerza 2011 presentó el plan de seguridad que piensa implementar si triunfa en la segunda vuelta electoral peruana. Rudolph Giuliani fue la principal novedad del anuncio: él mismo diseñará el programa antidelincuencial en un intento por replicar los resultados de su gestión frente a la alcaldía de Nueva York. Durante su mandato, redujo los crímenes en un 65% y los asesinatos, en un 70.

"Debo conocer el lugar, sentirlo, para poder hacer recomendaciones", declaró el ex alcalde neoyorquino que actualmente es el jefe ejecutivo de Giuliani Partners LLC, una consultora de seguridad fundada en 2002.

"Lo divido en dos partes: la sistémica, que es importante; pero más importante es la parte humana. Llegar a conocer cómo se ven los vecindarios. Cómo es la gente, por qué está molesta. Debemos saberlo antes de realizar cualquier recomendación", agregó.

Giuliani explicó que el comando de Campaña de Fuerza 2011 lo contactó para que diseñe la estrategia para reducir el crimen en Perú. "Primero envié a algunos de mis expertos para recopilar información. Después nos encontramos en Nueva York y decidí venir para ver con mis propios ojos y así poder desarrollar un informe", detalló.

El ballottage en Perú se celebrará el próximo 5 de junio. La candidata fujimorista competirá con Ollanata Humala por la presidencia. En la primera vuelta electoral, el líder nacionalista obtuvo más de 7 puntos porcentuales de ventaja. Sin embargo, los sondeos vaticinan una definición muy ajustada: cerca del 20% de los peruanos permanecen indecisos por lo que el final aún permanece abierto.