Japoneses en zona con radiación acumulada abandonan sus hogares
Tokio, Agencias
Japón dijo el lunes que estabilizará y cerrará su afectada planta nucleoeléctrica en de seis a nueve meses, según lo previsto, mientras los residentes de dos ciudades más a su alrededor abandonaban sus hogares en medio de preocupaciones por la radiación acumulada.
El calendario del gobierno para estabilizar la planta fue puesto en tela de juicio la semana pasada, luego que nuevos datos mostraron que el daño sufrido por uno de los reactores del complejo nuclear de Fukushima Dai-ichi fue peor de lo esperado.
Esta evaluación también llevó al gobierno a reconocer que los cátodos de combustible del reactor se habían fundido en su mayoría poco después del terremoto y tsunami del 11 de marzo que dañó el sistema de enfriamiento de la planta.
Hasta que todos los reactores sean apagados con seguridad, seguirán teniendo fugas de radiación, aunque en cantidades mucho más pequeñas que en los primeros días de la catástrofe.
Sin embargo, el volumen de contaminantes arrojados desde la planta y su acumulación en lugares fuera de la zona de evacuación de 20 kilómetros (12 millas) persuadieron al gobierno a ordenar a finales de abril que los residentes evacuaran más ciudades. Algunas de esas evacuaciones comenzaron el pasado fin de semana.
En un raro ejemplo de buenas noticias, las autoridades dijeron el lunes que podrán cumplir con su calendario original de estabilización de los reactores, debido a que la temperatura en el interior del núcleo del reactor de la Unidad 1 se ha reducido a casi 100 grados centígrados (212 Fahrenheit), un nivel considerado seguro y que permitirá un cierre seguro.
"Creemos que podremos apegarnos a los plazos actuales", dijo Goshi Hosono, asesor del primer ministro y director de las operaciones para control de la crisis nuclear, en referencia al calendario anunciado en abril para cerrar los tres reactores con problemas de la planta de una forma estable en de seis a nueve meses.
Entretanto, unos 50 habitantes de Kawamata y 68 de Iitate que evacuaron sus hogares durante el fin de semana por orden del gobierno comenzaron a adaptarse a la vida en centros de evacuación.
Esos poblados son algunos de varios que registraron niveles relativamente elevados de radiación y que se encuentran fuera de la zona previa de evacuación —en un radio de 20 kilómetros (20 millas)— alrededor de la planta de Fukushima Dai-ichi.
A finales de abril, el gobierno informó a los habitantes en esas áreas que deberían prepararse para evacuar la zona a más tardar en un mes debido a la preocupación de las autoridades por la radiación acumulada.
Los funcionarios de Iitate dijeron que tienen la intención de lograr la evacuación de la mayor cantidad de habitantes del poblado para el fin de mes. La pintoresca población rural tenía 6.500 habitantes antes del terremoto y cerca de 2.000 personas ya han abandonado la región de manera voluntaria.
El domingo, cuatro familias con bebés o mujeres embarazadas abandonaron el poblado, según un funcionario de Iitate que no proporcionó su nombre porque no estaba autorizado para hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Agregó que resulta difícil estimar cuántas personas siguen en el pueblo porque muchos se fueron del lugar por su propia cuenta.
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Japón dijo el lunes que estabilizará y cerrará su afectada planta nucleoeléctrica en de seis a nueve meses, según lo previsto, mientras los residentes de dos ciudades más a su alrededor abandonaban sus hogares en medio de preocupaciones por la radiación acumulada.
El calendario del gobierno para estabilizar la planta fue puesto en tela de juicio la semana pasada, luego que nuevos datos mostraron que el daño sufrido por uno de los reactores del complejo nuclear de Fukushima Dai-ichi fue peor de lo esperado.
Esta evaluación también llevó al gobierno a reconocer que los cátodos de combustible del reactor se habían fundido en su mayoría poco después del terremoto y tsunami del 11 de marzo que dañó el sistema de enfriamiento de la planta.
Hasta que todos los reactores sean apagados con seguridad, seguirán teniendo fugas de radiación, aunque en cantidades mucho más pequeñas que en los primeros días de la catástrofe.
Sin embargo, el volumen de contaminantes arrojados desde la planta y su acumulación en lugares fuera de la zona de evacuación de 20 kilómetros (12 millas) persuadieron al gobierno a ordenar a finales de abril que los residentes evacuaran más ciudades. Algunas de esas evacuaciones comenzaron el pasado fin de semana.
En un raro ejemplo de buenas noticias, las autoridades dijeron el lunes que podrán cumplir con su calendario original de estabilización de los reactores, debido a que la temperatura en el interior del núcleo del reactor de la Unidad 1 se ha reducido a casi 100 grados centígrados (212 Fahrenheit), un nivel considerado seguro y que permitirá un cierre seguro.
"Creemos que podremos apegarnos a los plazos actuales", dijo Goshi Hosono, asesor del primer ministro y director de las operaciones para control de la crisis nuclear, en referencia al calendario anunciado en abril para cerrar los tres reactores con problemas de la planta de una forma estable en de seis a nueve meses.
Entretanto, unos 50 habitantes de Kawamata y 68 de Iitate que evacuaron sus hogares durante el fin de semana por orden del gobierno comenzaron a adaptarse a la vida en centros de evacuación.
Esos poblados son algunos de varios que registraron niveles relativamente elevados de radiación y que se encuentran fuera de la zona previa de evacuación —en un radio de 20 kilómetros (20 millas)— alrededor de la planta de Fukushima Dai-ichi.
A finales de abril, el gobierno informó a los habitantes en esas áreas que deberían prepararse para evacuar la zona a más tardar en un mes debido a la preocupación de las autoridades por la radiación acumulada.
Los funcionarios de Iitate dijeron que tienen la intención de lograr la evacuación de la mayor cantidad de habitantes del poblado para el fin de mes. La pintoresca población rural tenía 6.500 habitantes antes del terremoto y cerca de 2.000 personas ya han abandonado la región de manera voluntaria.
El domingo, cuatro familias con bebés o mujeres embarazadas abandonaron el poblado, según un funcionario de Iitate que no proporcionó su nombre porque no estaba autorizado para hacer declaraciones a los medios de comunicación.
Agregó que resulta difícil estimar cuántas personas siguen en el pueblo porque muchos se fueron del lugar por su propia cuenta.
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