Godoy Cruz se durmió y Gimnasia, con coraje, le empató sobre la hora
Mendoza, Agencias
Godoy Cruz y Gimnasia y Esgrima La Plata igualaron 2-2 en un partido emotivo que los cuyanos tenían en el bolsillo, pero se durmieron en el final y permitieron que el Lobo platense se lleve un punto de vital importancia.
Rubén Ramírez, de cabeza, abrió el marcador para el conjunto mendocino a los 16 minutos de la primera mitad, pero sobre los 31, Alejandro Capurro, con un bombazo de fuera del área dejó el parcial igualado en uno. A los 9 minutos de la segunda parte, Mariano Donda, con la ayuda del arquero platense Fernando Monetti, puso nuevamente en ventaja al elenco local.
Y cuando parecía que el Tomba se subía a la punta, Gimnasia, que nunca bajó los brazos, tuvo su premio cuando Lucas Castro le puso el moño a una corajeda de Fabián Rinaudo para acceder a un empate que lo sacará de la zona de descenso directo si es que Huracán termina perdiendo el partido que el jueves debe completar ante Estudiantes y que hasta el momento el Pincha gana por 2-0.
Alternativas cambiantes mostró la primera mitad en la que Godoy Cruz fue ampliamente superior durante algo más del primer cuarto de hora.
Carlos Sánchez, Diego Villar y mariano Donda manejaban la pelota y Gimnasia no podía salir de su terreno, más allá de algún contragolpe aislado. La justicia se hizo presente sobre los 16 minutos, cuando un tiro libre de Donda fue desviado de cabeza por "Tito" Ramírez para abrir el marcador.
Gimnasia reaccionó a partir de la apertura. Se hizo fuerte en el medio gracias al trabajo de Rinaudo y pasó a dominar las acciones. Avisó a los 21, con un remate de Graf que Nicolás Sánchez sacó en la línea.
Y a los 31 logró la igualdad, cuando Capurro tomó un rebote largo y desde 20 metros sacó un bombazo que se le metió arriba a Torrico.
Godoy Cruz, que había desaparecido del terreno, recuperó el protagonismo en el último cuarto de hora. Y a cuatro del final del segmento inicial tuvo una chance clara de pasar a ganar con un cabezazo de Villar que se estrelló en el travesaño.
Y esa insistencia tuvo su premio en el inicio de la segunda mitad, cuando Donda sacó un remate de larga distancia, no pudo retener Monetti y la pelota lentamente se metió dentro del arco.
De ahí en más Gimnasia intentó una y otra vez llegar al arco de Torrico, pero le faltaba claridad, mas no coraje. Tuvo alguna chance, como una en la que Barros Schelotto no llegó por muy poco, pero el gol no llegaba y parecía que se volvía al Bosque con las manos vacías.
Godoy Cruz trató de que pasaran los minutos. Le regaló la pelota a su rival y esperó con mucha gente del medio para atrás, sin animarse a más.
Y ya en tiempo adicionado lo pagó caro cuando Castro, tras una corajeada de Rinaudo, puso un empate que Gimnasia se ganó por no desmayar nunca y tener mayor ambición que un rival, extrañamente amarrete, que acarició la cima de la tabla pero al final quedó a dos escalones.