España: La ola de protestas sacude el 22-M
España elige 70.000 cargos públicos en medio de las movilizaciones
Madrid, El País
España acude a votar dividida en dos planos políticos. En el primer plano, el oficial, los políticos profesionales se enredan en discusiones sobre si las espontáneas concentraciones que han llenado las plazas de toda España son legales o no. El Gobierno supervisaba el sábado las concentraciones prohibidas el viernes por la Junta Electoral Central. Interior ha confirmado que no se produjo ningún incidente durante las concentraciones celebradas la noche del viernes, en las que calcula que participaron unas 58.000 personas.
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió en la mañana del sábado con la cúpula de su departamento para analizar las concentraciones y el dispositivo policial desplegado para garantizar el orden público. Los efectivos desplegados para el 22-M, precisó Rubalcaba, son los mismos que durante cualquier jornada electoral. El Cuerpo Nacional de Policía recibió el viernes la consigna de no desalojar las concentraciones de la Puerta del Sol ni las de las demás ciudades españolas mientras no se produjeran incidentes.
El Tribunal Supremo rechazó un recurso al veto de las concentraciones interpuesto por Izquierda Unida, que el sábado elevó un recurso de amparo al Constitucional. Líderes de los partidos estudian si la protesta favorecerá a unos o a otros, si la policía debería o no desalojarlos. Y algunos tratan torpemente de apuntarse a un discurso cuyo origen no parecen capaces de comprender.
Madrid, El País
España acude a votar dividida en dos planos políticos. En el primer plano, el oficial, los políticos profesionales se enredan en discusiones sobre si las espontáneas concentraciones que han llenado las plazas de toda España son legales o no. El Gobierno supervisaba el sábado las concentraciones prohibidas el viernes por la Junta Electoral Central. Interior ha confirmado que no se produjo ningún incidente durante las concentraciones celebradas la noche del viernes, en las que calcula que participaron unas 58.000 personas.
El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se reunió en la mañana del sábado con la cúpula de su departamento para analizar las concentraciones y el dispositivo policial desplegado para garantizar el orden público. Los efectivos desplegados para el 22-M, precisó Rubalcaba, son los mismos que durante cualquier jornada electoral. El Cuerpo Nacional de Policía recibió el viernes la consigna de no desalojar las concentraciones de la Puerta del Sol ni las de las demás ciudades españolas mientras no se produjeran incidentes.
El Tribunal Supremo rechazó un recurso al veto de las concentraciones interpuesto por Izquierda Unida, que el sábado elevó un recurso de amparo al Constitucional. Líderes de los partidos estudian si la protesta favorecerá a unos o a otros, si la policía debería o no desalojarlos. Y algunos tratan torpemente de apuntarse a un discurso cuyo origen no parecen capaces de comprender.
Y mientras tanto, en el otro plano político, aquel cuyo epicentro está en el kilómetro cero de la capital, miles de ciudadanos ponen en común sus quejas y propuestas en asambleas ciudadanas, en comisiones y subcomisiones, y tratan con paciencia de elaborar un discurso común. Con sus propias reglas de juego, que van creando sobre la marcha. Sin jerarquías, de manera horizontal.
Sol vive prácticamente ajeno a las discusiones de unos políticos que consideran que no les representan. Que no han sabido gobernar para ellos, la generación mejor preparada de la historia abocada a un horizonte deprimente. ¿Que la Junta Electoral declara ilegal la concentración? Pues los concentrados declaran ilegal la Junta. Cualquiera que se haya paseado esta semana por Sol comprende que el propio debate sobre si habría que haberlo desalojado o no es absurdo.
“Necesitamos un fluorescente de 58 watios”. “Diego, de la comisión de Respeto, que vaya al punto de encuentro de Respeto”. Los mensajes se suceden por la megafonía. ¿Hace falta gasolina para el generador? Se crea una comisión para conseguirla. Los concentrados reparten crema solar, botellines de agua. La comisión de Alimentación no da abasto con todas las donaciones de comida. Los niños juegan en la zona de guardería. En la biblioteca, llena de prensa y libros, la gente descansa leyendo en los sofás. “Aquí se puede”, reza el cartel, “leer el periódico y contrastar información, sentarse a leer y reflexionar”. Así se vive la jornada de reflexión en Sol.
Los servicios de limpieza municipales destacaban este sábado que las aceras están “tres veces más limpias” que cualquier fin de semana en el que se practica botellón. Esto, en palabras de unos de los portavoces, es una “Ciudad-Estado con vocación de permanencia, dispuesta a pervivir más allá del 22 de mayo”.
Lejos de debilitarse, tras una semana de insolaciones, lluvia y falta de sueño, el organismo vivo que forman los acampados de Sol no deja crecer y de generar más información y cambios de los que ellos mismos son capaces de digerir. No hay nadie que tenga una visión de conjunto. Hacer una puesta a punto de lo que está sucediendo bajo la mirada de miles de curiosos requiere ir -una por una- a todas las ya célebres comisiones en las que se han organizado los acampados y que, como las ramas de un árbol hiperactivo, no paran de multiplicarse y crecer.
De estas comisiones, que quieren canalizar el debate de los temas que preocupan a los simpatizantes de este movimiento, depende la continuidad de este revulsivo colectivo en que se ha convertido Sol. A la veintena ya existente, en las últimas horas se han sumado los grupos de Pymes, Lenguaje y Pensamiento, Exterior o Inem. Pero cuando lean estas líneas habrá surgido alguna nueva.
El sábado por la tarde las asambleas se extendían ya por las plazas adyacentes a Sol. Al menos se celebró una docena, de hasta 500 personas cada una. En las Descalzas, los integrantes de la comisión de Política a Corto Plazo debatieron sobre la necesidad de limitar los cargos políticos a 12 o 16 años. En otra plaza, los de Educación intentaban generar propuestas para mejorar la calidad de la enseñanza. En la plaza de Pontejos, los que se han apuntado al grupo de Política a Largo Plazo intentaron encontrar vías para desarrollar asambleas de barrio. Esta comisión ha convocado asambleas de vecinos en todos los barrios de Madrid para el próximo sábado 28 a las 12.00. Y el domingo 29 se invita a representantes de todas estas asambleas a participar en una Asamblea del Pueblo de Madrid que, por supuesto, también se ha acordado celebrar en Sol, a las 12.00.
Sol vive prácticamente ajeno a las discusiones de unos políticos que consideran que no les representan. Que no han sabido gobernar para ellos, la generación mejor preparada de la historia abocada a un horizonte deprimente. ¿Que la Junta Electoral declara ilegal la concentración? Pues los concentrados declaran ilegal la Junta. Cualquiera que se haya paseado esta semana por Sol comprende que el propio debate sobre si habría que haberlo desalojado o no es absurdo.
“Necesitamos un fluorescente de 58 watios”. “Diego, de la comisión de Respeto, que vaya al punto de encuentro de Respeto”. Los mensajes se suceden por la megafonía. ¿Hace falta gasolina para el generador? Se crea una comisión para conseguirla. Los concentrados reparten crema solar, botellines de agua. La comisión de Alimentación no da abasto con todas las donaciones de comida. Los niños juegan en la zona de guardería. En la biblioteca, llena de prensa y libros, la gente descansa leyendo en los sofás. “Aquí se puede”, reza el cartel, “leer el periódico y contrastar información, sentarse a leer y reflexionar”. Así se vive la jornada de reflexión en Sol.
Los servicios de limpieza municipales destacaban este sábado que las aceras están “tres veces más limpias” que cualquier fin de semana en el que se practica botellón. Esto, en palabras de unos de los portavoces, es una “Ciudad-Estado con vocación de permanencia, dispuesta a pervivir más allá del 22 de mayo”.
Lejos de debilitarse, tras una semana de insolaciones, lluvia y falta de sueño, el organismo vivo que forman los acampados de Sol no deja crecer y de generar más información y cambios de los que ellos mismos son capaces de digerir. No hay nadie que tenga una visión de conjunto. Hacer una puesta a punto de lo que está sucediendo bajo la mirada de miles de curiosos requiere ir -una por una- a todas las ya célebres comisiones en las que se han organizado los acampados y que, como las ramas de un árbol hiperactivo, no paran de multiplicarse y crecer.
De estas comisiones, que quieren canalizar el debate de los temas que preocupan a los simpatizantes de este movimiento, depende la continuidad de este revulsivo colectivo en que se ha convertido Sol. A la veintena ya existente, en las últimas horas se han sumado los grupos de Pymes, Lenguaje y Pensamiento, Exterior o Inem. Pero cuando lean estas líneas habrá surgido alguna nueva.
El sábado por la tarde las asambleas se extendían ya por las plazas adyacentes a Sol. Al menos se celebró una docena, de hasta 500 personas cada una. En las Descalzas, los integrantes de la comisión de Política a Corto Plazo debatieron sobre la necesidad de limitar los cargos políticos a 12 o 16 años. En otra plaza, los de Educación intentaban generar propuestas para mejorar la calidad de la enseñanza. En la plaza de Pontejos, los que se han apuntado al grupo de Política a Largo Plazo intentaron encontrar vías para desarrollar asambleas de barrio. Esta comisión ha convocado asambleas de vecinos en todos los barrios de Madrid para el próximo sábado 28 a las 12.00. Y el domingo 29 se invita a representantes de todas estas asambleas a participar en una Asamblea del Pueblo de Madrid que, por supuesto, también se ha acordado celebrar en Sol, a las 12.00.
Que los acampados quieren tener una vida más allá de esta semana no lo duda ya nadie. El sábado, además de crear una secretaría que centralizará toda la información que genere este movimiento, la organización ultimaba la creación de una web en la que todas las comisiones puedan poner sus avances y propuestas en común (se baraja bautizarla Tu voz en la calle). Los acampados en Madrid también están intentando tejer lazos con el resto de los acampados de otras ciudades. “¿Conoces a organizadores de las demás acampadas? ¿Nos puedes dar su contacto?”, se lee en un folio de los muchos que cuelgan por los diversos puestos.
La cuestión política, de la que llevan toda la semana intentando desvincularse, es otra de las grandes dudas de cara al futuro del movimiento. La comisión legal, que consta de 40 miembros activos (estudiantes de derecho y abogados en activo que simpatizan con la causa), ha logrado mantener al movimiento alejado de posibles demandas y han elaborado un discurso colectivo para explicar por qué, a pesar de la resolución de la Junta Electoral, miles de personas han optado por seguir reunidos en Sol. Lo explica Eric Sanz de Bremond, especialista en derecho penal, que estaba de guardia el sábado en la acampada: “Nosotros entendemos que la concentración no vulnera la legislación electoral porque prevalece el derecho de reunión y manifestación. La Junta Electoral Central no tiene competencia para limitar el derecho a participar en la vida pública y porque con nuestra convocatoria precisamente estamos invitando a la reflexión colectiva”.
Unas de las dudas que quedan abiertas es si el movimiento aprovechará la simpatía que ha despertado para erigirse en organismo político o asociación. Sanz niega la mayor: “Ya tenemos entidad: somos una gran asamblea, eso es lo que somos”. El sábado sus integrantes debatían si pronunciarse de forma colectiva el 22-M, cuando se sepan los resultados electorales. “De momento va ganando el no”, explica Juan Cobo, uno de los portavoces.
más información
Que los acampados han ganado simpatías en todas España es un hecho. Sus dominios tomalaplaza.net y takethesquare.net ya han recibido 300 solicitudes de adhesión desde otras ciudades españolas así como desde el extranjero, con simpatizantes en Leeds (Gran Bretaña), Copenhague (Dinamarca) o Vancouver (Canadá). Internet ha sido una de las claves del movimiento 15-M, que está intentando centralizar toda la información que están generando. El departamento de información y documentación ya cuenta con cuatro terabytes de archivos almacenados.
Pero sin duda, quienes más trabajo han tenido en los últimos días han sido los voluntarios de la comisión de Respeto (que antes se llamaban de Seguridad). Ellos son los encargados de que no se celebren botellones que desvirtúen a todos los acampados, de que el tráfico que atraviesa Sol pueda seguir su curso sin atropellar a nadie y de que no haya pancartas partidistas que se adueñen de una movilización que no quiere tener dueño.
La cuestión política, de la que llevan toda la semana intentando desvincularse, es otra de las grandes dudas de cara al futuro del movimiento. La comisión legal, que consta de 40 miembros activos (estudiantes de derecho y abogados en activo que simpatizan con la causa), ha logrado mantener al movimiento alejado de posibles demandas y han elaborado un discurso colectivo para explicar por qué, a pesar de la resolución de la Junta Electoral, miles de personas han optado por seguir reunidos en Sol. Lo explica Eric Sanz de Bremond, especialista en derecho penal, que estaba de guardia el sábado en la acampada: “Nosotros entendemos que la concentración no vulnera la legislación electoral porque prevalece el derecho de reunión y manifestación. La Junta Electoral Central no tiene competencia para limitar el derecho a participar en la vida pública y porque con nuestra convocatoria precisamente estamos invitando a la reflexión colectiva”.
Unas de las dudas que quedan abiertas es si el movimiento aprovechará la simpatía que ha despertado para erigirse en organismo político o asociación. Sanz niega la mayor: “Ya tenemos entidad: somos una gran asamblea, eso es lo que somos”. El sábado sus integrantes debatían si pronunciarse de forma colectiva el 22-M, cuando se sepan los resultados electorales. “De momento va ganando el no”, explica Juan Cobo, uno de los portavoces.
más información
Que los acampados han ganado simpatías en todas España es un hecho. Sus dominios tomalaplaza.net y takethesquare.net ya han recibido 300 solicitudes de adhesión desde otras ciudades españolas así como desde el extranjero, con simpatizantes en Leeds (Gran Bretaña), Copenhague (Dinamarca) o Vancouver (Canadá). Internet ha sido una de las claves del movimiento 15-M, que está intentando centralizar toda la información que están generando. El departamento de información y documentación ya cuenta con cuatro terabytes de archivos almacenados.
Pero sin duda, quienes más trabajo han tenido en los últimos días han sido los voluntarios de la comisión de Respeto (que antes se llamaban de Seguridad). Ellos son los encargados de que no se celebren botellones que desvirtúen a todos los acampados, de que el tráfico que atraviesa Sol pueda seguir su curso sin atropellar a nadie y de que no haya pancartas partidistas que se adueñen de una movilización que no quiere tener dueño.