El papelón de Emilia Clarke en Game of Thrones
¿Recuerdas tu primer día en la universidad? ¿Recuerdas cuando buscabas un sitio para sentarte mientras inspeccionabas quiénes podrían ser tus futuro amigos? ¿Y tu primer día en el trabajo, cuando se te clavaban las miradas de tus compañeros como alfileres? Es un tópico, pero los nervios siempre acompañan en cualquier debut, sea en tu etapa universitaria, en tu carrera laboral o en el primer equipo de fútbol del Barça o el Real Madrid.
Ahora imagina que el primer día de universidad aparece el profesor más temido por los alumnos y te pone el examen más complicado de la carrera. O que, en tu debut como trabajador de una gran empresa, llega el jefe con un listado de tareas y te dice que hagas la más confusa, la más peliaguda, ¡la más arriesgada! El primer día, sí. Estarías acojonado, ¿verdad?
Pues bien, apiádense de la pobre Emilia Clarke, apiádense de esta joven actriz británica, porque eso es justamente lo que le ha pasado. Tras una breve aparición en una serie en el año 2009 y un papel menor en una película en 2010, Clarke ha debutado en la serie Game of Thrones, una de las grandes apuestas de la cadena HBO en los últimos años. Ahí, venga, a los leones. Y no tiene que hacer un cameo, como Stan Lee en las pelis de Marvel, sino que le ha tocado bailar con la más fea. Interpreta a Daenerys Targaryen, una adolescente virgen con un hermano que la trata como una herramienta para acumular poder y con un marido salvaje que acaba con su inocencia como el que mastica un chicle. Atentos a su escena de debut, es decir, lo que vendría a ser su primer día de trabajo en Game of Thrones.
No está mal, ¿verdad? Es como si en tu primer día en el trabajo te dijeran que vas a formar parte del equipo del jefe más tirano de la empresa. O como si en la uni, cuando haces ese primer chequeo de futuros amigos, a tu alrededor sólo se sienten los que peor te van a caer en los próximos cuatro años. Emilia Clarke ha debutado en la televisión americana con un papel decisivo en la saga Canción de Hielo y Fuego, aunque su currículum es más corto que el de Paquirrín. Y le ha tocado hacerlo rodeada de sus peores enemigos (al menos por ahora) con escenas decididamente complicadas. Mirad cómo fue se sgundo día de trabajo...
La parte positiva de tener un debut complicado es que cuando lo superas, todo lo demás es cuesa abajo. Y Emilia Clarke ha sacado nota en sus dos primeros compromisos con Game of Thrones. Una serie que, aparte de la bella Daenerys Targaryen, tiene un montón de argumentos para hechizarte.