El cantante Michel Martelly toma posesión como presidente de Haití
El músico afronta la ingente tarea de reconstruir un país aún devastado por el terremoto de enero de 2010
Puerto Principe, El País
Michel Martelly, un carismático excantante de 50 años, es desde este sábado el nuevo presidente de Haití. Sin experiencia en política, Martelly asume la tarea de reconstruir un país devastado todavía después de más de un año del terrible terremoto que en enero del año pasado mató a más de 200.000 personas y redujo a escombros buena parte de sus edificios. De hecho, el antiguo cantante ha tenido que prestar juramento ante los integrantes de la Asamblea Nacional en una instalación provisional levantada por la ONU en Puerto Príncipe que sustituye al edificio del Parlamento, destruido en el seísmo.
El jefe del Gobierno saliente, René Préval, ha entregado la faja presidencial al presidente de la Asamblea Nacional, que oficiaba de maestro de la ceremonia, quien, a su vez, la ha entregado a Martelly. Todo ha tenido que ser a oscuras, dado que se ha producido un apagón al comienzo de la ceremonia, aunque el nuevo presidente ha decidido continuar. A la ceremonia, además de representantes de las naciones caribeñas, han asistido personalidades como Bill Clinton, expresidente de EE UU y enviado especial de la ONU para Haití. Por parte española, ha asistido la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez. La delegación de Francia, antigua metrópoli de Haití, ha acudido el ministro de Exteriores, Alain Juppe.
En su discurso, el nuevo mandatario haitiano ha asegurado que será un presidente "para todos". "Pueden confiar en mi", enfatizó el mandatario, quien aseguró también que "en la unión" se verá "cómo los haitianos pueden trabajar para lograr el desarrollo del país", y les invitó a llevar a cabo este esfuerzo: "haitianos, supérense", exhortó a su pueblo. Uno de los puntos en los que hizo mayor hincapié fue el de la seguridad, que considera fundamental para el bienestar del país. "Para tener empleo hay que tener seguridad", aseveró.
Se trata de la primera vez que se produce en Haití, un país en el que se han sucedido los golpes de Estado que han contribuido a que se convierta en el país más pobre del hemisferio norte, un traspaso de poder entre dos presidentes elegidos democráticamente. Martelly lo fue en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas en marzo, imponiéndose a la exprimera dama Mirlande Manigat.
Un presidente músico
Lo ha recibido Sweet Micky, como se le conoce artísticamente, un hombre de la farándula de 50 años sin experiencia política, que nació en la capital de Haití, Puerto Príncipe, el 12 de febrero de 1961. Crecido en el suburbio de Carrefour y, tras haber iniciado estudios de ingeniería y servir en el Ejército haitiano, a mediados de los años 80 emigró a Estados Unidos, como tantos de sus compatriotas. En Colorado, donde se estableció, estudió durante unos meses y trabajó como dependiente en una tienda de alimentación. En 1986 regresó a Haití coincidiendo con la salida del país del presidente Jean-Claude Duvalier. Martelly volvió después a EEUU por una breve temporada para trabajar en la construcción y regresó definitivamente a Haití en 1987 para iniciar su carrera musical.
Pianista autodidacta, trabajó como teclista en varios locales de Puerto Príncipe y se convirtió en baluarte del "compás", un ritmo haitiano con letras en creole, raíces africanas y dominicanas, que fue creado en los años 50 por el saxofonista Nemours Jean Baptiste. En 1988 sacó su primer disco sencillo con el tema Ou La La, que fue un éxito, al que luego le siguieron 14 discos de larga duración, algunos de los cuales con ritmos como salsa, soca caribeña o jazz fusión. Después de sacar al mercado el disco "GNB" (2005), entre 2006 y 2008 estuvo retirado de la música y residió en Palm Beach (Florida). Regresó en 2008 con el disco Bandi legal.
Tras participar activamente en las protestas de la oposición que acabaron a comienzos de 2004 con la salida del país del presidente Jean Bertrand Aristide, el músico pidió la colaboración de todos los haitianos para lograr la reconciliación nacional y el apoyo para el gobierno del primer ministro Gérard Latortue. En junio de ese año se encargó de organizar un pionero maratón popular, transmitido por varias cadenas de radio y televisión, en el que se recaudó más de medio millón de dólares para ayudar a las víctimas de las inundaciones en el país.
En julio de 2010 se lanzó a la carrera presidencial haitiana por la formación Respuesta Campesina para los comicios del 28 de noviembre de ese año. Durante la campaña culpó de la penosa situación que vivía el país a los "indolentes" gobiernos de turno que dejaron morir a los niños en la calle, mientras la corrupción se convirtió en "casi legal", y pidió que las donaciones internacionales llegaran para ayudar a levantar el país y no como ayuda indefinida de muchas ONG's. También propuso rescatar a pueblos duramente afectados por el terremoto del 12 de enero de 2010 antes que iniciar la reconstrucción de la capital.
Tras denunciar fraude en la primera vuelta, en la que quedó en tercer lugar, los resultados fueron revisados y Martelly entró a la segunda vuelta, en la que batió rotundamente a Mirlande Manigat.
Puerto Principe, El País
Michel Martelly, un carismático excantante de 50 años, es desde este sábado el nuevo presidente de Haití. Sin experiencia en política, Martelly asume la tarea de reconstruir un país devastado todavía después de más de un año del terrible terremoto que en enero del año pasado mató a más de 200.000 personas y redujo a escombros buena parte de sus edificios. De hecho, el antiguo cantante ha tenido que prestar juramento ante los integrantes de la Asamblea Nacional en una instalación provisional levantada por la ONU en Puerto Príncipe que sustituye al edificio del Parlamento, destruido en el seísmo.
El jefe del Gobierno saliente, René Préval, ha entregado la faja presidencial al presidente de la Asamblea Nacional, que oficiaba de maestro de la ceremonia, quien, a su vez, la ha entregado a Martelly. Todo ha tenido que ser a oscuras, dado que se ha producido un apagón al comienzo de la ceremonia, aunque el nuevo presidente ha decidido continuar. A la ceremonia, además de representantes de las naciones caribeñas, han asistido personalidades como Bill Clinton, expresidente de EE UU y enviado especial de la ONU para Haití. Por parte española, ha asistido la secretaria de Estado de Cooperación, Soraya Rodríguez. La delegación de Francia, antigua metrópoli de Haití, ha acudido el ministro de Exteriores, Alain Juppe.
En su discurso, el nuevo mandatario haitiano ha asegurado que será un presidente "para todos". "Pueden confiar en mi", enfatizó el mandatario, quien aseguró también que "en la unión" se verá "cómo los haitianos pueden trabajar para lograr el desarrollo del país", y les invitó a llevar a cabo este esfuerzo: "haitianos, supérense", exhortó a su pueblo. Uno de los puntos en los que hizo mayor hincapié fue el de la seguridad, que considera fundamental para el bienestar del país. "Para tener empleo hay que tener seguridad", aseveró.
Se trata de la primera vez que se produce en Haití, un país en el que se han sucedido los golpes de Estado que han contribuido a que se convierta en el país más pobre del hemisferio norte, un traspaso de poder entre dos presidentes elegidos democráticamente. Martelly lo fue en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas en marzo, imponiéndose a la exprimera dama Mirlande Manigat.
Un presidente músico
Lo ha recibido Sweet Micky, como se le conoce artísticamente, un hombre de la farándula de 50 años sin experiencia política, que nació en la capital de Haití, Puerto Príncipe, el 12 de febrero de 1961. Crecido en el suburbio de Carrefour y, tras haber iniciado estudios de ingeniería y servir en el Ejército haitiano, a mediados de los años 80 emigró a Estados Unidos, como tantos de sus compatriotas. En Colorado, donde se estableció, estudió durante unos meses y trabajó como dependiente en una tienda de alimentación. En 1986 regresó a Haití coincidiendo con la salida del país del presidente Jean-Claude Duvalier. Martelly volvió después a EEUU por una breve temporada para trabajar en la construcción y regresó definitivamente a Haití en 1987 para iniciar su carrera musical.
Pianista autodidacta, trabajó como teclista en varios locales de Puerto Príncipe y se convirtió en baluarte del "compás", un ritmo haitiano con letras en creole, raíces africanas y dominicanas, que fue creado en los años 50 por el saxofonista Nemours Jean Baptiste. En 1988 sacó su primer disco sencillo con el tema Ou La La, que fue un éxito, al que luego le siguieron 14 discos de larga duración, algunos de los cuales con ritmos como salsa, soca caribeña o jazz fusión. Después de sacar al mercado el disco "GNB" (2005), entre 2006 y 2008 estuvo retirado de la música y residió en Palm Beach (Florida). Regresó en 2008 con el disco Bandi legal.
Tras participar activamente en las protestas de la oposición que acabaron a comienzos de 2004 con la salida del país del presidente Jean Bertrand Aristide, el músico pidió la colaboración de todos los haitianos para lograr la reconciliación nacional y el apoyo para el gobierno del primer ministro Gérard Latortue. En junio de ese año se encargó de organizar un pionero maratón popular, transmitido por varias cadenas de radio y televisión, en el que se recaudó más de medio millón de dólares para ayudar a las víctimas de las inundaciones en el país.
En julio de 2010 se lanzó a la carrera presidencial haitiana por la formación Respuesta Campesina para los comicios del 28 de noviembre de ese año. Durante la campaña culpó de la penosa situación que vivía el país a los "indolentes" gobiernos de turno que dejaron morir a los niños en la calle, mientras la corrupción se convirtió en "casi legal", y pidió que las donaciones internacionales llegaran para ayudar a levantar el país y no como ayuda indefinida de muchas ONG's. También propuso rescatar a pueblos duramente afectados por el terremoto del 12 de enero de 2010 antes que iniciar la reconstrucción de la capital.
Tras denunciar fraude en la primera vuelta, en la que quedó en tercer lugar, los resultados fueron revisados y Martelly entró a la segunda vuelta, en la que batió rotundamente a Mirlande Manigat.