El beso de Kate y Guillermo pasará a la historia
Fue uno de los momentos más esperados del día. Tras haberse dado el "sí quiero" en la Abadía de Westminster, Kate Middleton y el Príncipe Guillermo protagonizaron uno de los momentos más especiales al aparecer en el balcón del Palacio de Buckingham ya como marido y mujer.
Miles de personas comenzaron a llegar al Palacio Real para no perderse uno de los momentos más esperados del día: el famosos beso de los recién casados. Guillermo salió al balcón de Buckingham Palace junto a miembros de ambas familias, para presentar a su mujer a su pueblo. La pareja saludó a las personas congregadas y se fundió en un tímido, recatado y rápido beso. Ante los nervios del momento, y por clamor popular, la pareja decidió darse un segundo beso, más pausado, antes de poner rumbo a la recepción que la Reina Isabel II había preparado para los invitados.
El viernes la pareja disfrutró al máximo de cada uno de los momentos vividos el día de su boda. Tras la ceremonia y el banquete nupcial, los novios volvieron a reencontrarse con un selecto y reducido grupo de invitados, entre el que se encontraban familiares y amigos directos de los novios, para celebrar una cena y fiesta privadas en Buckingham Palace.
La pareja ha disfrutado de su primer fin de semana como casados en Reino Unido y, por el momento, tendrán que esperar unos días para poner rumbo a su luna de miel. Guillermo tendrá que acudir la semana que viene a completar la formación que está recibiendo como piloto de helicóptero de salvamento y rescate de la RAF en Anglesey, donde han fijado su residencia.
Miles de personas comenzaron a llegar al Palacio Real para no perderse uno de los momentos más esperados del día: el famosos beso de los recién casados. Guillermo salió al balcón de Buckingham Palace junto a miembros de ambas familias, para presentar a su mujer a su pueblo. La pareja saludó a las personas congregadas y se fundió en un tímido, recatado y rápido beso. Ante los nervios del momento, y por clamor popular, la pareja decidió darse un segundo beso, más pausado, antes de poner rumbo a la recepción que la Reina Isabel II había preparado para los invitados.
El viernes la pareja disfrutró al máximo de cada uno de los momentos vividos el día de su boda. Tras la ceremonia y el banquete nupcial, los novios volvieron a reencontrarse con un selecto y reducido grupo de invitados, entre el que se encontraban familiares y amigos directos de los novios, para celebrar una cena y fiesta privadas en Buckingham Palace.
La pareja ha disfrutado de su primer fin de semana como casados en Reino Unido y, por el momento, tendrán que esperar unos días para poner rumbo a su luna de miel. Guillermo tendrá que acudir la semana que viene a completar la formación que está recibiendo como piloto de helicóptero de salvamento y rescate de la RAF en Anglesey, donde han fijado su residencia.