Alí Jamenei apoya a Ahmadinejad y pide el fin de la crisis política en Irán
Teherán, Agencias
El Guía Supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, intervino este domingo para intentar poner fin a un mes de crisis política en la cima del poder en Irán, pidiendo a los conservadores religiosos que cesen sus ataques contra el gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad.
"La composición del ejecutivo es buena y apropiada y el gobierno está trabajando", declaró Jamenei, citado por la televisión tras una reunión con los parlamentarios.
En alusión a las violentas críticas que desde hace meses lanzan los conservadores religiosos hacia el presidente y el gobierno, el Guía Supremo afirmó "conocer las debilidades y los problemas" que existen.
Sin embargo, pidió a los diputados -y a todos los extremistas del régimen- que cesen sus ataques contra el gobierno de Ahmadinejad. "El gobierno y el Parlamento deben ayudarse mutuamente. La amistad y la moderación en los países y en las relaciones del Parlamento con el gobierno es una necesidad", añadió Jamenei ante los diputados.
El llamamiento de ayatolá Jamenei llega en un momento en que un violento conflicto opone a los partidarios del presidente y a los conservadores religiosos, que reivindican seguir al Guía Supremo y que dominan la mayor parte de las instituciones.
El campo conservador en el poder en Irán está desgarrado por una crisis que estalló a mediados de abril, cuando el presidente Ahmadinejad se pronunció abiertamente contra un veto del Guía impidiéndole destituir al ministro de Servicios de Inteligencia, Heydar Moslehi. Los ultraconservadores, entre ellos numerosos religiosos y parlamentarios, denunciaron una deriva de la presidencia que pone en peligro la estabilidad del régimen, e instaron a Ahmadinejad a volver "al buen camino" de la obediencia al Guía.
Ante la crisis que lo opuso al Guía Supremo, Ahmadinejad pensó incluso en un momento dado en presentar su renuncia, pero finalmente desistió, declaró Mohammad Reza Bahonnar, primer vicepresidente del Parlamento, citado este domingo por la prensa.
Ahmadinejad se había retirado de la vida pública durante unos diez días a finales de abril en protesta por el veto del ayatolá Jamenei. Esta rebelión espectacular generó una grave crisis política en el campo conservador, que gobierna Irán.
Bahonnar precisó que el ayatolá Jamenei "desea que el gobierno cumpla con su trabajo en calma y acabe de manera natural su mandato", que termina en 2013.
Los ultraconservadores también atacaron violentamente a los consejeros del presidente, sobre todo a su director de gabinete, Rahim Machaie, juzgado demasiado liberal, nacionalista e influyente, y a quien acusan de haber generado la actual crisis.
Los ultraconservadores piden a diario la destitución de Machaie, presentándolo como jefe de una "corriente desviacionista" que busca socavar el régimen islámico.
El Guía Supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, intervino este domingo para intentar poner fin a un mes de crisis política en la cima del poder en Irán, pidiendo a los conservadores religiosos que cesen sus ataques contra el gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad.
"La composición del ejecutivo es buena y apropiada y el gobierno está trabajando", declaró Jamenei, citado por la televisión tras una reunión con los parlamentarios.
En alusión a las violentas críticas que desde hace meses lanzan los conservadores religiosos hacia el presidente y el gobierno, el Guía Supremo afirmó "conocer las debilidades y los problemas" que existen.
Sin embargo, pidió a los diputados -y a todos los extremistas del régimen- que cesen sus ataques contra el gobierno de Ahmadinejad. "El gobierno y el Parlamento deben ayudarse mutuamente. La amistad y la moderación en los países y en las relaciones del Parlamento con el gobierno es una necesidad", añadió Jamenei ante los diputados.
El llamamiento de ayatolá Jamenei llega en un momento en que un violento conflicto opone a los partidarios del presidente y a los conservadores religiosos, que reivindican seguir al Guía Supremo y que dominan la mayor parte de las instituciones.
El campo conservador en el poder en Irán está desgarrado por una crisis que estalló a mediados de abril, cuando el presidente Ahmadinejad se pronunció abiertamente contra un veto del Guía impidiéndole destituir al ministro de Servicios de Inteligencia, Heydar Moslehi. Los ultraconservadores, entre ellos numerosos religiosos y parlamentarios, denunciaron una deriva de la presidencia que pone en peligro la estabilidad del régimen, e instaron a Ahmadinejad a volver "al buen camino" de la obediencia al Guía.
Ante la crisis que lo opuso al Guía Supremo, Ahmadinejad pensó incluso en un momento dado en presentar su renuncia, pero finalmente desistió, declaró Mohammad Reza Bahonnar, primer vicepresidente del Parlamento, citado este domingo por la prensa.
Ahmadinejad se había retirado de la vida pública durante unos diez días a finales de abril en protesta por el veto del ayatolá Jamenei. Esta rebelión espectacular generó una grave crisis política en el campo conservador, que gobierna Irán.
Bahonnar precisó que el ayatolá Jamenei "desea que el gobierno cumpla con su trabajo en calma y acabe de manera natural su mandato", que termina en 2013.
Los ultraconservadores también atacaron violentamente a los consejeros del presidente, sobre todo a su director de gabinete, Rahim Machaie, juzgado demasiado liberal, nacionalista e influyente, y a quien acusan de haber generado la actual crisis.
Los ultraconservadores piden a diario la destitución de Machaie, presentándolo como jefe de una "corriente desviacionista" que busca socavar el régimen islámico.