Túnez acusa a Ben Ali de homicidio y tráfico de drogas

El presidente derrocado será imputado por 18 cargos

Túnez

Túnez no puede detener a su exjefe de Estado, Zine el Abidine Ben Ali —como hizo el miércoles la fiscalía egipcia con el expresidente Hosni Mubarak—, pero sí quiere extraditarlo de Arabia Saudí y que sea juzgado en su país por 18 cargos. Nada menos que otros 44 cargos serán formulados contra su familia y la de su esposa, Leila Trabelsi.

El ministro de Justicia tunecino, Lazhar Karoui Chebbi, reveló el miércoles por la noche en la televisión pública que el exdictador, de 74 años, será imputado, entre otras cosas, por "conspiración contra la seguridad del Estado, homicidio voluntario y consumo y tráfico de drogas".

La acusación de "homicidio" no sorprende después de que la comisión que investiga los abusos cometidos durante la revolución, entre el 17 de diciembre y el 14 de enero, le responsabilizara el martes de haber ordenado disparar sobre los manifestantes en varias localidades del centro del país. La inculpación por tráfico y consumo de estupefacientes sí llama la atención.

Ben Ali huyó a Arabia Saudí el 14 de enero después de que Francia e Italia rehusaran acogerle. Un mes después se difundió desde París la falsa noticia de que estaba en coma con la intención, probablemente, de poner trabas a su extradición. Aun así el Ministerio de Justicia tunecino la está preparando.

En Túnez 360 propiedades inmobiliarias del expresidente y de su familia, muchas de ellas adquiridas mediante procedimientos corruptos, han sido ya incautadas, según explicó Chebbi en televisión.

Ahora el Gobierno pretende que suceda otro tanto con los haberes de los Ben Ali en el extranjero. Además de haberse reunido con delegaciones de Suiza, Canadá y EE UU con ese propósito, los ministerios tunecinos de Justicia e Interior van a enviar en breve una delegación conjunta a la sede de Interpol en Lyon para instarle "a acelerar la ejecución de los mandatos".

También quiere que Interpol se movilice para apresar a los familiares de Ben Ali y Leila Trabelsi en busca y captura tras haber huido del país a Europa o al golfo Pérsico.

Túnez tampoco ceja de perseguir a los colaboradores de Ben Ali. El exministro y ex secretario general del partido hegemónico, Abderrahim Zouari, ingresó el miércoles en prisión preventiva. Hamed Karaoui, primer ministro durante 10 años, fue también interrogado, pero el juez instructor le dejó en libertad.

Chebbi reveló además que hasta ahora 366 presos políticos se han beneficiado de la ley de amnistía. Además de regresar a sus puestos de trabajo, cobrarán una indemnización por los años pasados detrás de los barrotes.

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