Nigeria: Violencia política deja numerosos heridos con machetes
Idris Ibrahim intentó escapar de una turba, pero casi le cercenaron la mano izquierda con machetes y luego lo abandonaron creyéndolo muerto en una localidad norteña de Nigeria donde la violencia postelectoral estalló esta semana.
Un cristiano ocultó a Ibrahim, que es musulmán, en un vehículo y lo llevó a un hospital en Kaduna, donde fue sobrepasada la capacidad del personal que el miércoles hasta recurrió a cajas de cartón para hacer tablillas para los heridos.
Al menos 200 personas han sido llevadas al Hospital St. Gerard, incluida un niña que requirió vendaje en el mentón.
Las autoridades se niegan a suministrar la cifra de muertos y heridos por temor a incitar más violencia, pero existen informaciones sobre al menos 70 muertes en el norte del país, incluyendo 20 en ese hospital.
En la morgue de St. Gerard hay cadáveres de víctimas de disparos, quemaduras y un caso de destripamiento durante los disturbios que se propagaron en Kaduna después de las elecciones presidenciales del sábado.
El miércoles, unos 200 hombres fueron acusados en una corte de Kaduna por robo armado, disturbios, violación y homicidio durante la violencia que azotó al estado norteña donde se encuentra esa población. Un juez local ordenó su detención preventiva por dos meses. Ninguno de los sospechosos tuvo abogado en el tribunal.
Miembros de la comunidad musulmana quemaron casas, templos y estaciones de policía después de que las autoridades electorales anunciaron que el presidente Goodluck Jonathan había ganado en los comicios a su más fuerte rival, un musulmán.
Los cristianos respondieron de inmediato a la violencia y en un caso destruyeron al parecer una casa en busca de un Corán para demostrar que los ocupantes eran musulmanes y luego le prendieron fuego a la vivienda.
En una entrevista con la cadena CNN, Jonathan afirmó el miércoles que la violencia postelectoral "no fue una reacción espontánea".
"No quiero acusar a nadie, pero creemos que debe haber personas detrás de esto", dijo.
El candidato presidencial musulmán, Muhammadu Buhari, ha calificado a la violencia de "triste, infortunada y totalmente injustificada", y pidió a sus seguidores que no cometan ataques.
Un cristiano ocultó a Ibrahim, que es musulmán, en un vehículo y lo llevó a un hospital en Kaduna, donde fue sobrepasada la capacidad del personal que el miércoles hasta recurrió a cajas de cartón para hacer tablillas para los heridos.
Al menos 200 personas han sido llevadas al Hospital St. Gerard, incluida un niña que requirió vendaje en el mentón.
Las autoridades se niegan a suministrar la cifra de muertos y heridos por temor a incitar más violencia, pero existen informaciones sobre al menos 70 muertes en el norte del país, incluyendo 20 en ese hospital.
En la morgue de St. Gerard hay cadáveres de víctimas de disparos, quemaduras y un caso de destripamiento durante los disturbios que se propagaron en Kaduna después de las elecciones presidenciales del sábado.
El miércoles, unos 200 hombres fueron acusados en una corte de Kaduna por robo armado, disturbios, violación y homicidio durante la violencia que azotó al estado norteña donde se encuentra esa población. Un juez local ordenó su detención preventiva por dos meses. Ninguno de los sospechosos tuvo abogado en el tribunal.
Miembros de la comunidad musulmana quemaron casas, templos y estaciones de policía después de que las autoridades electorales anunciaron que el presidente Goodluck Jonathan había ganado en los comicios a su más fuerte rival, un musulmán.
Los cristianos respondieron de inmediato a la violencia y en un caso destruyeron al parecer una casa en busca de un Corán para demostrar que los ocupantes eran musulmanes y luego le prendieron fuego a la vivienda.
En una entrevista con la cadena CNN, Jonathan afirmó el miércoles que la violencia postelectoral "no fue una reacción espontánea".
"No quiero acusar a nadie, pero creemos que debe haber personas detrás de esto", dijo.
El candidato presidencial musulmán, Muhammadu Buhari, ha calificado a la violencia de "triste, infortunada y totalmente injustificada", y pidió a sus seguidores que no cometan ataques.
