Las quejas de Mourinho
Mourinho hizo acusaciones duras. Llegó a hablar de maniobra pactada para definir los arbitrajes de Stark. Y menospreció los triunfos del Barcelona por los favores de algunos árbitros a los que nombró. El técnico acabó exclamando con amargura: "¿Por qué?".
Madrid, As
El Barcelona de Rijkaard y el Chelsea de Mourinho se medían en octavos de final de la 2004-05. El Barcelona ganó en el Camp Nou 2-1. Drogba fue expulsado en la segunda parte tras un choque con Valdés (le metió la plancha). Pero el lío vino por otro lado. Mourinho vio cómo Rijkaard conversaba amigablemente en el túnel de vestuarios con Frisk en el descanso. El portugués acusó a Rijkaard de ser amigo personal del sueco, se negó a hablar en la conferencia de prensa y anunció que denunciaría el caso a la UEFA. Y así fue, aunque no le dieron la razón. El delegado de la UEFA (que según el entorno de Mourinho lo vio todo) negó lo ocurrido. Curiosamente, era el mismo delegado del Clásico europeo del Bernabéu. "Saludé a Rijkaard sin pensar que daría una señal equívoca. Me pidió disculpas por no saludarme antes, eso fue todo", dijo Frisk, que se retiró después de aquello. En la vuelta, el Chelsea ganó 4-2 y pasó a cuartos. El Liverpool ganó esa edición.
OVREBO (08-09). Escándalo histórico: tres penaltis que se fueron al limbo
El arbitraje del noruego Ovrebo en Stamford Bridge pasará a la historia como uno de los mayores escándalos, a la altura del de Mr. Ellis y Leafe en la Copa de Europa de la 60-61 entre el Madrid y el Barcelona. Hasta tres penaltis le llegó a birlar al Chelsea, entonces dirigido por Hiddink. Fue en la vuelta de las semifinales de la 08-09, un trofeo que al final acabaría ganado el Barça en la final al Manchester United (2-0). La edición que a Mourinho le habría "dado vergüenza ganar".
Los acontecimientos se sucedieron así. Minuto 25: Alves agarra claramente a Malouda dentro del área. No señala nada. Minuto 56: Abidal agarra a Drogba, aunque luego da al balón. Otro penalti no señalado. Minuto 82: Anelka lanza un autopase que acaba dando en la mano de Piqué claramente. Otro penalti no señalado. El encuentro acabó con un 1-1 que daba el pase al Barça, y con Drogba desquiciado, gritando desencajado ante las cámaras: "¡Esto es una jodida vergüenza!".
DE BLEECK (09-10). El Inter pasó de milagro con un hombre menos 63 minutos
"Pasamos a la final de milagro", señalaba Mourinho, que tuvo que aguantar las embestidas blaugranas con un hombre menos durante 63 minutos en la vuelta de las semifinales de la Champions de la pasada temporada. En la ida, el Inter de Mourinho había sorprendido en Milán al Barça con un juego agresivo y un marcador de 3-1. Pero en la vuelta del Camp Nou el colegiado belga se lo puso muy difícil a los italianos. Motta ya había visto una amarilla en el 9'. Pero en el 27', en una pugna con Busquets, al guardar su posición, echó el brazo atrás y el canterano del Barça exageró. Tanto, que se quedó tendido en el suelo con las manos en la cara y mirando de reojo al trencilla hasta que vio que le sacaba injustamente la segunda amarilla.
Aún con un hombre menos, el Barcelona era incapaz de marcar. Y de hecho, el primer y único gol (de Piqué) llegó en el 83'. Piqué estaba en claro fuera de juego cuando recibió la pelota. De Bleeckere dudó, pero al final concedió un gol ilegal.
El Barça estuvo muy poco señorial después del pitido final, cuando puso en marcha los aspersores para regar el césped impidiendo así que el Inter (y Mourinho, que saltó para felicitar a sus jugadores) festejaran el pase a la final del Bernabéu.
BUSACCA (10-11). Expulsó a Van Persie por tirar cuando ya había pitado
En los octavos de final de la presente edición de la Champions, el Barcelona estuvo a punto de quedarse fuera. En la ida, en Londres, los blaugrana se habían adelantado en el marcador con gol de Villa, pero luego Van Persie y Arshavin remontaron en los minutos finales para poner el definitivo 2-1, que obligaba al Barça a esforzarse por ganar (el 1-0 le servía) en el Camp Nou. Pero el árbitro suizo Massimo Busacca ayudó con la expulsión de Van Persie en ese partido de vuelta.
El delantero holandés vio la primera tarjeta amarilla en el minuto 45 por dar un manotazo a Alves. Fue una amarilla, cuanto menos, rigurosa, porque estaban en la disputa de un balón y no pareció ser intencionado. Luego, en el minuto 55, con 1-1 en el marcador y el Barça contra las cuerdas, le sacó la segunda amarilla por terminar una jugada cuando el colegiado ya había pitado (fuera de juego). El ruido era ensordecedor en el estadio. Busacca no lo tuvo en cuenta y dejó al Arsenal con 10 para todo lo que quedaba. "Busacca no debió echar a Van Persie", se quejó Wenger. "Con uno menos, todo fue más complicado". Tanto, que el Barça acabó marcando dos goles más (Xavi y Messi) que le dieron el pase a los cuartos de final.
STARK (10-11). La expulsión de Pepe y la mano de Gourcuff dentro del área
Mourinho definió de situación "pactada" el doble error de Stark ante el Lyon, en octavos, y el pasado miércoles con la expulsión de Pepe. La mano de Gourcuff fue clara tras la falta lanzada por Cristiano en el 63' con 0-1. Luego el Olympique empató (1-1). Mourinho se quejó: "Es imposible que cuatro ojos no hayan visto lo que todo el mundo en el estadio".
La expulsión de Pepe en el minuto 60 rompió el Clásico europeo. Los dos goles de Messi llegaron sin el portugués en el campo. En un primer momento, Stark pitó la falta a favor del Madrid. Luego, a instancias del linier, terminó señalándola a favor del Barça y expulsó por roja directa a Pepe. Las imágenes demuestran que no llega a tocar a Alves, cuyo grito y caída espectacular confunden al grupo arbitral. Esta acción tuvo como consecuencia la expulsión de Mourinho, que no dudó en aplaudir irónicamente al colegiado y a su asistente, y en levantarle los pulgares (incluso dijo "buen trabajo") aún a sabiendas de que sería expulsado.
Herbert Fandel, jefe de los árbitros alemanes, defendió a su pupilo: "Ha hecho un trabajo excelente, me siento orgulloso. Era un partido difícil". Stark cenó en el Donostiarra tras el encuentro y fue insultado a su salida por aficionados blancos.
El Barcelona de Rijkaard y el Chelsea de Mourinho se medían en octavos de final de la 2004-05. El Barcelona ganó en el Camp Nou 2-1. Drogba fue expulsado en la segunda parte tras un choque con Valdés (le metió la plancha). Pero el lío vino por otro lado. Mourinho vio cómo Rijkaard conversaba amigablemente en el túnel de vestuarios con Frisk en el descanso. El portugués acusó a Rijkaard de ser amigo personal del sueco, se negó a hablar en la conferencia de prensa y anunció que denunciaría el caso a la UEFA. Y así fue, aunque no le dieron la razón. El delegado de la UEFA (que según el entorno de Mourinho lo vio todo) negó lo ocurrido. Curiosamente, era el mismo delegado del Clásico europeo del Bernabéu. "Saludé a Rijkaard sin pensar que daría una señal equívoca. Me pidió disculpas por no saludarme antes, eso fue todo", dijo Frisk, que se retiró después de aquello. En la vuelta, el Chelsea ganó 4-2 y pasó a cuartos. El Liverpool ganó esa edición.
OVREBO (08-09). Escándalo histórico: tres penaltis que se fueron al limbo
El arbitraje del noruego Ovrebo en Stamford Bridge pasará a la historia como uno de los mayores escándalos, a la altura del de Mr. Ellis y Leafe en la Copa de Europa de la 60-61 entre el Madrid y el Barcelona. Hasta tres penaltis le llegó a birlar al Chelsea, entonces dirigido por Hiddink. Fue en la vuelta de las semifinales de la 08-09, un trofeo que al final acabaría ganado el Barça en la final al Manchester United (2-0). La edición que a Mourinho le habría "dado vergüenza ganar".
Los acontecimientos se sucedieron así. Minuto 25: Alves agarra claramente a Malouda dentro del área. No señala nada. Minuto 56: Abidal agarra a Drogba, aunque luego da al balón. Otro penalti no señalado. Minuto 82: Anelka lanza un autopase que acaba dando en la mano de Piqué claramente. Otro penalti no señalado. El encuentro acabó con un 1-1 que daba el pase al Barça, y con Drogba desquiciado, gritando desencajado ante las cámaras: "¡Esto es una jodida vergüenza!".
DE BLEECK (09-10). El Inter pasó de milagro con un hombre menos 63 minutos
"Pasamos a la final de milagro", señalaba Mourinho, que tuvo que aguantar las embestidas blaugranas con un hombre menos durante 63 minutos en la vuelta de las semifinales de la Champions de la pasada temporada. En la ida, el Inter de Mourinho había sorprendido en Milán al Barça con un juego agresivo y un marcador de 3-1. Pero en la vuelta del Camp Nou el colegiado belga se lo puso muy difícil a los italianos. Motta ya había visto una amarilla en el 9'. Pero en el 27', en una pugna con Busquets, al guardar su posición, echó el brazo atrás y el canterano del Barça exageró. Tanto, que se quedó tendido en el suelo con las manos en la cara y mirando de reojo al trencilla hasta que vio que le sacaba injustamente la segunda amarilla.
Aún con un hombre menos, el Barcelona era incapaz de marcar. Y de hecho, el primer y único gol (de Piqué) llegó en el 83'. Piqué estaba en claro fuera de juego cuando recibió la pelota. De Bleeckere dudó, pero al final concedió un gol ilegal.
El Barça estuvo muy poco señorial después del pitido final, cuando puso en marcha los aspersores para regar el césped impidiendo así que el Inter (y Mourinho, que saltó para felicitar a sus jugadores) festejaran el pase a la final del Bernabéu.
BUSACCA (10-11). Expulsó a Van Persie por tirar cuando ya había pitado
En los octavos de final de la presente edición de la Champions, el Barcelona estuvo a punto de quedarse fuera. En la ida, en Londres, los blaugrana se habían adelantado en el marcador con gol de Villa, pero luego Van Persie y Arshavin remontaron en los minutos finales para poner el definitivo 2-1, que obligaba al Barça a esforzarse por ganar (el 1-0 le servía) en el Camp Nou. Pero el árbitro suizo Massimo Busacca ayudó con la expulsión de Van Persie en ese partido de vuelta.
El delantero holandés vio la primera tarjeta amarilla en el minuto 45 por dar un manotazo a Alves. Fue una amarilla, cuanto menos, rigurosa, porque estaban en la disputa de un balón y no pareció ser intencionado. Luego, en el minuto 55, con 1-1 en el marcador y el Barça contra las cuerdas, le sacó la segunda amarilla por terminar una jugada cuando el colegiado ya había pitado (fuera de juego). El ruido era ensordecedor en el estadio. Busacca no lo tuvo en cuenta y dejó al Arsenal con 10 para todo lo que quedaba. "Busacca no debió echar a Van Persie", se quejó Wenger. "Con uno menos, todo fue más complicado". Tanto, que el Barça acabó marcando dos goles más (Xavi y Messi) que le dieron el pase a los cuartos de final.
STARK (10-11). La expulsión de Pepe y la mano de Gourcuff dentro del área
Mourinho definió de situación "pactada" el doble error de Stark ante el Lyon, en octavos, y el pasado miércoles con la expulsión de Pepe. La mano de Gourcuff fue clara tras la falta lanzada por Cristiano en el 63' con 0-1. Luego el Olympique empató (1-1). Mourinho se quejó: "Es imposible que cuatro ojos no hayan visto lo que todo el mundo en el estadio".
La expulsión de Pepe en el minuto 60 rompió el Clásico europeo. Los dos goles de Messi llegaron sin el portugués en el campo. En un primer momento, Stark pitó la falta a favor del Madrid. Luego, a instancias del linier, terminó señalándola a favor del Barça y expulsó por roja directa a Pepe. Las imágenes demuestran que no llega a tocar a Alves, cuyo grito y caída espectacular confunden al grupo arbitral. Esta acción tuvo como consecuencia la expulsión de Mourinho, que no dudó en aplaudir irónicamente al colegiado y a su asistente, y en levantarle los pulgares (incluso dijo "buen trabajo") aún a sabiendas de que sería expulsado.
Herbert Fandel, jefe de los árbitros alemanes, defendió a su pupilo: "Ha hecho un trabajo excelente, me siento orgulloso. Era un partido difícil". Stark cenó en el Donostiarra tras el encuentro y fue insultado a su salida por aficionados blancos.