Las condiciones y los plazos de Estados Unidos para el TLC con Colombia

Ricardo Benassi, BBC Mundo, Washington
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibirá este jueves en Washington a su par de Colombia, Juan Manuel Santos.

Los dirigentes hablarán del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países que aún debe ser ratificado en el Capitolio estadounidense.

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El tema vuelve a instalarse en la agenda tres semanas después de que la oposición republicana amenazara con bloquear la designación del nuevo secretario de Comercio, si Obama no enviaba al Congreso para su ratificación a este acuerdo y los que se suscribieron con Panamá y Corea del Sur.

Con el encuentro de este jueves, el TLC con Colombia parece cobrar un nuevo impulso. Sin embargo, como requisito previo a la aprobación definitiva, el gobierno de Santos tiene que adoptar una serie de medidas que Estados Unidos considera necesarias para garantizar los derechos laborales en su país.

Según se informó oficialmente desde la Casa Blanca, los compromisos que debe cumplir Bogotá están contenidos en un "Plan de Acción" acordado entre ambos gobiernos.

Garantías de reformas legales

El documento en cuestión establece pasos y plazos para su concreción.

El 22 de abril, el gobierno colombiano deberá expandir el ámbito de protección de los líderes sindicales, tanto de delegados como de los miembros de las comisiones de negociación colectiva, de quienes tratan de organizarse o afiliarse a un gremio, así como ex activistas que fueron amenazados.

Para el 30 de julio tendrá que estar solucionado el atraso existente en la evaluación de las solicitudes de protección presentadas por sindicalistas y asegurar que, en el futuro, la policía realizará esa tarea en no más de 30 días.

El 15 de junio, el gobierno de Colombia deberá promulgar una reforma del Código Penal que criminalice y condene acciones intimidatorias que puedan afectar derechos fundamentales de los trabajadores, incluidas las amenazas contra los sindicatos y otras acciones que afecten los derechos de organizarse y de encarar negociaciones colectivas.

En este caso la pena debe ser de más de cinco años de prisión.

Colombia deberá cumplir además con otras exigencias en ese ámbito, como reformas legislativas que impidan que su utilicen formas de asociación cooperativa o agencias de empleo temporal para violar los derechos de los trabajadores, así como duplicar el número de inspectores laborales en cuatro años.

El gobierno colombiano ha insistido repetidamente que, con o sin TLC, está trabajando con efectividad para proteger los derechos de los trabajadores en ese país.

Rechazo de los sindicatos

El TLC fue firmado en 2006 por los entonces presidentes George W. Bush y Álvaro Uribe, pero se frustró la ratificación en el Congreso estadounidense en 2007, entre otras cosas a raíz de las objeciones interpuestas por el sindicato de la Federación Americana del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL- CIO, por sus siglas en inglés).

Esa organización, con llegada directa a la mayoría demócrata que entonces controlaba ambas cámaras, cuestionó con dureza los asesinatos de sindicalistas perpetrados en el país latinoamericano.

Sobre ese punto desde la Casa Blanca se informó que esa es una de las "preocupaciones" de Obama, pero admiten que hubo avances en ese terreno.

En ese sentido citan cifras de Naciones Unidas que muestran que la cantidad de homicidios de gremialistas cayó de 194 en 2001 a 51 en 2010.

El contenido del nuevo acuerdo alcanzado entre las administraciones de Santos y Obama en materia de derechos laborales, fue igualmente criticado desde la AFL-CIO.

A través de un comunicado, el presidente de esa organización, Richard Trumka, expresó que el Plan de Acción "no va lo suficientemente lejos para establecer hitos concretos para el progreso en las áreas de violencia e impunidad, ni tampoco enfrenta muchas de las formas en que la ley laboral colombiana incumple los estándares internacionales".

"Va en camino"

Peter Hakim, analista del centro de estudios Diálogo Interamericano, con base en Washington, cree que hay posibilidades de que el tratado prospere.

"Va en camino de ser aprobado este año. Iba a ser muy difícil, con los republicanos presionando y con un tratado firmado con Corea del Sur, ignorar un tratado con América Latina", dice en diálogo con BBC Mundo.

Haikim cree que la presión de los sindicatos estadounidenses no será relevante esta vez y en ese sentido asegura que "tienen otros problemas, ya que están concentrados en el conflicto de Wisconsin y en la avanzada contra los sindicatos públicos en Ohio".

Además de ser un aliado clave en Sudamérica, Colombia representa el tercer destino de las exportaciones estadounidenses en Latinoamérica y ocupa el vigésimo puesto a nivel global. Las autoridades de Washington estiman que el TLC incrementará las ventas hacia ese país en US$1.100 millones anuales.

EXIGENCIAS

  • Expandir la protección de los líderes y activistas sindicales.
  • Cumplir con la evaluación de las solicitudes de protección presentadas por sindicalistas en no más de 30 días.
  • Penalizar las amenazas a sindicalistas con más de cinco años de prisión.

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