La UE y el FMI empiezan a examinar a Portugal en plena crispación política
Lisboa, Agencias
Los técnicos de la UE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo celebraron hoy sus primeras reuniones de trabajo de cara al rescate financiero de Portugal en un ambiente de inagotable crispación política.
La nueva polémica que envolvió hoy a los dos grandes partidos del país, enzarzados de nuevo en una disputa sobre los orígenes de la actual crisis lusa, no logró, sin embargo, restar protagonismo a la presencia de los expertos internacionales, perseguidos por las cámaras y los micrófonos de la prensa.
Aunque trascendió poco de su jornada de trabajo, la primera visita de los organismos que deben salvar a Portugal de la bancarrota fue recibida con varias pintadas en el centro de Lisboa contra la "intervención" del FMI, que acude en ayuda del país por tercera vez en sus tres décadas de democracia (1977, 1983 y 2011).
El equipo técnico, compuesto por cerca de una veintena de especialistas, se reunió con responsables de la Administración socialista, que está en funciones desde que el pasado 23 de marzo dimitiese el primer ministro José Sócrates por el rechazo a su último plan de ajuste económico.
Esta primera misión internacional pretende recabar información sobre las cuentas lusas para valorar las necesidades financieras de Portugal, estimadas en unos 80.000 millones de euros para los próximos tres años.
En la primera de las dos semanas de trabajos, el equipo se reunirá con miembros del ministerio de Finanzas, la Seguridad Social y el Banco de Portugal, entre otros organismos, mientras que en la segunda mantendrá encuentros políticos antes de emitir un informe sobre la situación del país, que continúa bajo la presión de los mercados.
Una semana después de la petición de auxilio financiero, los intereses de las Obligaciones del Tesoro (OT) a cinco años alcanzaron hoy el 10,14 %, el valor más elevado desde la entrada de Portugal en la zona euro en 2002, mientras que los títulos a diez años se agravaron hasta el 8,63 %.
Los seguros de impago de deuda ("Credit Default Swaps" en inglés) sobre las OT, derivados que compensan a su comprador en caso de que un emisor de deuda no pueda cumplir con sus compromisos, avanzaron hasta los 556 puntos, una de las subidas más significativas en las últimas semanas.
La visita de los técnicos coincide con un nuevo episodio de la fractura entre el gobernante Partido Socialista (PS) y el centro-derechista Partido Social Demócrata (PSD), la mayor fuerza de oposición.
El líder parlamentario del PS, Francisco Assis, acusó al presidente del PSD, Pedro Passos Coelho, de ocultar la propuesta de negociación que le hizo el Ejecutivo socialista para intentar aprobar su último plan de ajuste, cuyo rechazo parlamentario, además de tumbar al Gobierno, forzó a Portugal a pedir el rescate.
Passos Coelho, que se había quejado de que el Gobierno no le tuvo en cuenta antes de negociar con Bruselas su rechazado plan económico, confirmó que, efectivamente, se reunió con Sócrates el 10 de marzo, un día antes de la presentación del programa, pero negó que hubiera habido una negociación.
Uno de los ministros con más peso del Ejecutivo de Sócrates, el responsable de Exteriores, Luis Amado, se mostró hoy preocupado por las perspectivas de país y avisó de la necesidad de cooperación entre los principales responsables políticos de Portugal.
En declaraciones a los periodistas lusos desde Luxemburgo, Amado, autor de polémicos análisis acerca de la crisis portuguesa, apeló al entendimiento partidario para que el país salga "lo más rápidamente" de una situación que calificó de "vergüenza y humillación" a los ojos del resto de países.
En un ambiente de precampaña electoral -Portugal celebra elecciones anticipadas el próximo 5 de junio-, el último sondeo divulgado en el país otorga la victoria sin mayoría absoluta al PSD con un 38,7 % de apoyo, frente al 33,1 % del PS, que sigue en desventaja pero en ascensión respecto a las anteriores proyecciones.
Los técnicos de la UE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo celebraron hoy sus primeras reuniones de trabajo de cara al rescate financiero de Portugal en un ambiente de inagotable crispación política.
La nueva polémica que envolvió hoy a los dos grandes partidos del país, enzarzados de nuevo en una disputa sobre los orígenes de la actual crisis lusa, no logró, sin embargo, restar protagonismo a la presencia de los expertos internacionales, perseguidos por las cámaras y los micrófonos de la prensa.
Aunque trascendió poco de su jornada de trabajo, la primera visita de los organismos que deben salvar a Portugal de la bancarrota fue recibida con varias pintadas en el centro de Lisboa contra la "intervención" del FMI, que acude en ayuda del país por tercera vez en sus tres décadas de democracia (1977, 1983 y 2011).
El equipo técnico, compuesto por cerca de una veintena de especialistas, se reunió con responsables de la Administración socialista, que está en funciones desde que el pasado 23 de marzo dimitiese el primer ministro José Sócrates por el rechazo a su último plan de ajuste económico.
Esta primera misión internacional pretende recabar información sobre las cuentas lusas para valorar las necesidades financieras de Portugal, estimadas en unos 80.000 millones de euros para los próximos tres años.
En la primera de las dos semanas de trabajos, el equipo se reunirá con miembros del ministerio de Finanzas, la Seguridad Social y el Banco de Portugal, entre otros organismos, mientras que en la segunda mantendrá encuentros políticos antes de emitir un informe sobre la situación del país, que continúa bajo la presión de los mercados.
Una semana después de la petición de auxilio financiero, los intereses de las Obligaciones del Tesoro (OT) a cinco años alcanzaron hoy el 10,14 %, el valor más elevado desde la entrada de Portugal en la zona euro en 2002, mientras que los títulos a diez años se agravaron hasta el 8,63 %.
Los seguros de impago de deuda ("Credit Default Swaps" en inglés) sobre las OT, derivados que compensan a su comprador en caso de que un emisor de deuda no pueda cumplir con sus compromisos, avanzaron hasta los 556 puntos, una de las subidas más significativas en las últimas semanas.
La visita de los técnicos coincide con un nuevo episodio de la fractura entre el gobernante Partido Socialista (PS) y el centro-derechista Partido Social Demócrata (PSD), la mayor fuerza de oposición.
El líder parlamentario del PS, Francisco Assis, acusó al presidente del PSD, Pedro Passos Coelho, de ocultar la propuesta de negociación que le hizo el Ejecutivo socialista para intentar aprobar su último plan de ajuste, cuyo rechazo parlamentario, además de tumbar al Gobierno, forzó a Portugal a pedir el rescate.
Passos Coelho, que se había quejado de que el Gobierno no le tuvo en cuenta antes de negociar con Bruselas su rechazado plan económico, confirmó que, efectivamente, se reunió con Sócrates el 10 de marzo, un día antes de la presentación del programa, pero negó que hubiera habido una negociación.
Uno de los ministros con más peso del Ejecutivo de Sócrates, el responsable de Exteriores, Luis Amado, se mostró hoy preocupado por las perspectivas de país y avisó de la necesidad de cooperación entre los principales responsables políticos de Portugal.
En declaraciones a los periodistas lusos desde Luxemburgo, Amado, autor de polémicos análisis acerca de la crisis portuguesa, apeló al entendimiento partidario para que el país salga "lo más rápidamente" de una situación que calificó de "vergüenza y humillación" a los ojos del resto de países.
En un ambiente de precampaña electoral -Portugal celebra elecciones anticipadas el próximo 5 de junio-, el último sondeo divulgado en el país otorga la victoria sin mayoría absoluta al PSD con un 38,7 % de apoyo, frente al 33,1 % del PS, que sigue en desventaja pero en ascensión respecto a las anteriores proyecciones.