La UE se prepara para negociar las condiciones que impondrá a Portugal
Budapest, Agencias
La petición de asistencia financiera efectuada por el primer ministro luso, José Sócrates, inició una andadura que desembocará en el tercer rescate de la zona euro tras Grecia e Irlanda, pero que antes deberá superar un difícil proceso de negociación de duras condiciones para Portugal.
La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, y su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, recordaron hoy a Portugal que cualquier ayuda europea deberá ir acompañada de un programa de ajuste y reformas pactado con las instituciones europeas.
"No se va a expedir un cheque en blanco", explicaron fuentes diplomáticas preguntadas por la posibilidad de que los socios europeos faciliten las cosas a Portugal hasta que cuente con un nuevo Gobierno tras las elecciones convocadas para el 5 de junio.
Precisamente, la crisis de liderazgo que sufre el país, con un Ejecutivo en funciones, plantea un importante interrogante para la negociación, ya que nadie desea repetir la experiencia de Irlanda, donde el primer objetivo del nuevo Gobierno salido de las urnas ha sido renegociar las condiciones del rescate a su país.
Las fuentes consultadas explicaron que el paquete de ajustes que fue rechazado recientemente por el Parlamento luso es una buena base para negociar el programa de asistencia financiera, ya que cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea (Ejecutivo de la UE) y el Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo, parece difícil que la oposición portuguesa acepte unas iniciativas a las que se opuso en el Parlamento desencadenando la dimisión de Sócrates y, en última instancia, la crisis financiera y política actual.
Los ministros de Finanzas europeos abordarán la petición de asistencia de Portugal en la reunión que mantendrán en Gödöllö (Hungría), durante los próximos dos días, aunque el titular alemán estimó que la negociación del plan de austeridad durará entre dos y tres semanas.
Un portavoz del Gobierno luso informó hoy de que la Comisión Europea ya está preparada para enviar una delegación conjunta con el BCE a Lisboa para iniciar el proceso.
Recientemente, el presidente del eurogrupo, Jean-Claude Junker, dio a entender que un eventual rescate a Portugal podría ascender hasta los 75.000 millones de euros, aunque fuentes citadas por distintos medios de comunicación elevan esta cantidad hasta los 90.000 millones de euros.
En principio, un tercio del total correspondería al Fondo Monetario Internacional, si decide participar en el rescate, y el resto a la Unión Europea, mediante los instrumentos que ya tiene en vigor.
Las noticias sobre el rescate de Portugal han levantado interrogantes sobre un posible contagio en la vecina España, aunque importantes voces descartaron encarecidamente esta posibilidad durante la jornada de hoy.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo que las medidas adoptadas por España van en la dirección correcta y que así lo han anticipado los mercados, en referencia a la emisión de 4.129,67 millones colocados hoy por España a un interés menor que en el de la anterior subasta.
El mismo mensaje fue transmitido desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyo secretario general, Ángel Gurría, descartó hoy tajantemente que España pueda sufrir un contagio de la crisis portuguesa.
Por su parte, el comisario de Competencia de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, se mostró hoy confiado en que Portugal sea el último país de la UE que deba ser rescatado, aunque recordó que las empresas españolas no son "inmunes" a la crisis lusa.
La exposición de la banca española a Portugal rondó en 2010 los 79.000 millones de euros, lo que supone el 2,1 % de los activos totales de las entidades de depósitos, según cifras del Banco de España.
La petición de asistencia financiera efectuada por el primer ministro luso, José Sócrates, inició una andadura que desembocará en el tercer rescate de la zona euro tras Grecia e Irlanda, pero que antes deberá superar un difícil proceso de negociación de duras condiciones para Portugal.
La ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, y su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, recordaron hoy a Portugal que cualquier ayuda europea deberá ir acompañada de un programa de ajuste y reformas pactado con las instituciones europeas.
"No se va a expedir un cheque en blanco", explicaron fuentes diplomáticas preguntadas por la posibilidad de que los socios europeos faciliten las cosas a Portugal hasta que cuente con un nuevo Gobierno tras las elecciones convocadas para el 5 de junio.
Precisamente, la crisis de liderazgo que sufre el país, con un Ejecutivo en funciones, plantea un importante interrogante para la negociación, ya que nadie desea repetir la experiencia de Irlanda, donde el primer objetivo del nuevo Gobierno salido de las urnas ha sido renegociar las condiciones del rescate a su país.
Las fuentes consultadas explicaron que el paquete de ajustes que fue rechazado recientemente por el Parlamento luso es una buena base para negociar el programa de asistencia financiera, ya que cuenta con el visto bueno de la Comisión Europea (Ejecutivo de la UE) y el Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo, parece difícil que la oposición portuguesa acepte unas iniciativas a las que se opuso en el Parlamento desencadenando la dimisión de Sócrates y, en última instancia, la crisis financiera y política actual.
Los ministros de Finanzas europeos abordarán la petición de asistencia de Portugal en la reunión que mantendrán en Gödöllö (Hungría), durante los próximos dos días, aunque el titular alemán estimó que la negociación del plan de austeridad durará entre dos y tres semanas.
Un portavoz del Gobierno luso informó hoy de que la Comisión Europea ya está preparada para enviar una delegación conjunta con el BCE a Lisboa para iniciar el proceso.
Recientemente, el presidente del eurogrupo, Jean-Claude Junker, dio a entender que un eventual rescate a Portugal podría ascender hasta los 75.000 millones de euros, aunque fuentes citadas por distintos medios de comunicación elevan esta cantidad hasta los 90.000 millones de euros.
En principio, un tercio del total correspondería al Fondo Monetario Internacional, si decide participar en el rescate, y el resto a la Unión Europea, mediante los instrumentos que ya tiene en vigor.
Las noticias sobre el rescate de Portugal han levantado interrogantes sobre un posible contagio en la vecina España, aunque importantes voces descartaron encarecidamente esta posibilidad durante la jornada de hoy.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo que las medidas adoptadas por España van en la dirección correcta y que así lo han anticipado los mercados, en referencia a la emisión de 4.129,67 millones colocados hoy por España a un interés menor que en el de la anterior subasta.
El mismo mensaje fue transmitido desde la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuyo secretario general, Ángel Gurría, descartó hoy tajantemente que España pueda sufrir un contagio de la crisis portuguesa.
Por su parte, el comisario de Competencia de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, se mostró hoy confiado en que Portugal sea el último país de la UE que deba ser rescatado, aunque recordó que las empresas españolas no son "inmunes" a la crisis lusa.
La exposición de la banca española a Portugal rondó en 2010 los 79.000 millones de euros, lo que supone el 2,1 % de los activos totales de las entidades de depósitos, según cifras del Banco de España.