La UE rechaza el delito de inmigración clandestina aprobado por Italia
La Corte de Justicia afirma que encarcelar a los inmigrantes que no son repatriados es contrario a la directiva europea. La sentencia llama a los jueces a no aplicar la norma promovida por la Liga del Norte
Bruselas, El País
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha rechazado hoy la norma italiana que introdujo en 2009 el delito de clandestinidad para los inmigrantes irregulares. La medida creada por el ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga del Norte, era el núcleo central del "paquete de seguridad" aprobado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que castigaba con penas de prisión de entre uno y cuatro años a los inmigrantes que no respetaban las órdenes de expulsión. La Corte, formada por un juez de cada uno de los 27 Estados miembros, afirma que la norma es contraria a las directivas europeas sobre repatriaciones y "compromete una política eficaz de alejamiento y repatriación basada en el respeto a los derechos fundamentales".
El tribunal con sede en Luxemburgo se pronuncia sobre el caso del argelino Hassen El Dridi, que fue condenado en 2010 a un año de cárcel por un juez de Trento (norte de Italia) por no haber respetado una orden de expulsión. El Dridi impugnó su sentencia a la Corte de Apelación, y este solicitó a la Corte de Justicia que aclarara si la ley italiana se ajustaba al ordenamiento vigente en la UE.
Según los jueces europeos, "los Estados miembros no pueden introducir, con el fin de superar el fracaso de las medidas coercitivas adoptadas para proceder al alejamiento coactivo, una pena de detención solo porque un ciudadano de un tercer país incumpla la orden de dejar el territorio nacional".
La sentencia, dada a conocer esta mañana, recuerda que las leyes nacionales no pueden incorporar penas más severas de las que contemplan las directivas europeas, y llama a los jueces a no aplicar las disposiciones nacionales contrarias a la directiva, y a tener en cuenta "el principio de aplicación retroactiva de la pena más suave", derivado de "las tradiciones constitucionales comunes".
La Corte recuerda además que la retención de inmigrantes irregulares debe durar un periodo "lo más breve posible", nunca superior a los 18 meses, y "debe cesar apenas resulte que no hay una perspectiva racional de alejamiento".
La sentencia supone un duro golpe a la política migratoria promovida por la Liga del Norte. La oposición al Gobierno de Silvio Berlusconi ha calificado la decisión de la Corte como "una nueva bofetada al ministro Maroni y la enésima derrota de Gobierno italiano en Europa". Sandro Gozi, responsable de política europea del Partido Democrático, ha recordado que "el Gabinete lleva dos años poniendo en el limbo la directiva europea sobre repatriaciones de inmigrantes, y violando de forma evidente las leyes comunitarias".
Antonio Di Pietro, líder de Italia de los Valores, ha afirmado: "Queda probado que vivimos en una dictadura que aprueba iniciativas contra la Carta de Derechos del Hombre, se declaran guerras sin pasar por el Parlamento y se ocupan las instituciones con fines personales. Estamos en vísperas de un nuevo Estado fascista".
Bruselas, El País
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha rechazado hoy la norma italiana que introdujo en 2009 el delito de clandestinidad para los inmigrantes irregulares. La medida creada por el ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga del Norte, era el núcleo central del "paquete de seguridad" aprobado por el Gobierno de Silvio Berlusconi, que castigaba con penas de prisión de entre uno y cuatro años a los inmigrantes que no respetaban las órdenes de expulsión. La Corte, formada por un juez de cada uno de los 27 Estados miembros, afirma que la norma es contraria a las directivas europeas sobre repatriaciones y "compromete una política eficaz de alejamiento y repatriación basada en el respeto a los derechos fundamentales".
El tribunal con sede en Luxemburgo se pronuncia sobre el caso del argelino Hassen El Dridi, que fue condenado en 2010 a un año de cárcel por un juez de Trento (norte de Italia) por no haber respetado una orden de expulsión. El Dridi impugnó su sentencia a la Corte de Apelación, y este solicitó a la Corte de Justicia que aclarara si la ley italiana se ajustaba al ordenamiento vigente en la UE.
Según los jueces europeos, "los Estados miembros no pueden introducir, con el fin de superar el fracaso de las medidas coercitivas adoptadas para proceder al alejamiento coactivo, una pena de detención solo porque un ciudadano de un tercer país incumpla la orden de dejar el territorio nacional".
La sentencia, dada a conocer esta mañana, recuerda que las leyes nacionales no pueden incorporar penas más severas de las que contemplan las directivas europeas, y llama a los jueces a no aplicar las disposiciones nacionales contrarias a la directiva, y a tener en cuenta "el principio de aplicación retroactiva de la pena más suave", derivado de "las tradiciones constitucionales comunes".
La Corte recuerda además que la retención de inmigrantes irregulares debe durar un periodo "lo más breve posible", nunca superior a los 18 meses, y "debe cesar apenas resulte que no hay una perspectiva racional de alejamiento".
La sentencia supone un duro golpe a la política migratoria promovida por la Liga del Norte. La oposición al Gobierno de Silvio Berlusconi ha calificado la decisión de la Corte como "una nueva bofetada al ministro Maroni y la enésima derrota de Gobierno italiano en Europa". Sandro Gozi, responsable de política europea del Partido Democrático, ha recordado que "el Gabinete lleva dos años poniendo en el limbo la directiva europea sobre repatriaciones de inmigrantes, y violando de forma evidente las leyes comunitarias".
Antonio Di Pietro, líder de Italia de los Valores, ha afirmado: "Queda probado que vivimos en una dictadura que aprueba iniciativas contra la Carta de Derechos del Hombre, se declaran guerras sin pasar por el Parlamento y se ocupan las instituciones con fines personales. Estamos en vísperas de un nuevo Estado fascista".