Homenaje a las víctimas de la catástrofe aérea en la que murió el presidente polaco
Moscú, Agencias
Una delegación oficial de familiares y soldados polacos rindió hoy memoria en la ciudad rusa de Smolensk a las 96 víctimas de la catástrofe aérea en la que murió el presidente polaco, Lech Kaczysnki, de la que este domingo se cumple un año.
La esposa del actual presidente polaco, Anna Komorowska, encabezó la comitiva que viajó en avión hasta Moscú y optó por desplazarse en autobús a Smolensk, que se encuentra a menos de 400 kilómetros de la capital rusa.
"Esta es una especie de peregrinación cuyo fin es rendir tributo a las víctimas", informaron fuentes diplomáticas polacas a la agencia rusa Interfax.
Los actos recordatorios comenzaron con una misa oficiada por sacerdotes polacos, tras lo que fueron nombradas en voz alta cada una de las víctimas del accidente del Tu-154, que conmocionó a los polacos y a todo el mundo.
Seguidamente, Komorowska, el gobernador de Smolensk y representantes del Kremlin depositaron ramos de flores en la piedra conmemorativa que fue colocada en el lugar del siniestro hace casi un año.
La delegación se desplazó después al memorial erigido en Katyn en memoria de los más de 22.000 militares polacos asesinados entre 1940 y 1941 por los servicios secretos soviéticos, tragedia que fue, hasta hace poco, negada por Moscú.
Precisamente, Lech Kaczynski (1949-2010), su esposa María, miembros de la cúpula militar polaca y familiares viajaban a Katyn para honrar a los militares asesinados por orden del dirigente soviético, Iosif Stalin, cuando sufrieron el accidente.
Kaczynski fue durante sus más de cuatro años de mandato un abanderado de la recuperación de la memoria histórica de su país, en particular en relación con los crímenes cometidos por el régimen comunista en Polonia, lo que le valió la enemistad de Moscú.
Según informó el Kremlin, los presidentes ruso, Dmitri Medvédev, y polaco, Bronislaw Komorowski, también viajarán el lunes a Smolensk y a Katyn para recordar ambas tragedias, que enturbiaron las relaciones bilaterales.
Rusia llamó esta semana a Polonia a no politizar la investigación sobre la catástrofe, que aún enfrenta a ambos países, ya que Moscú ha responsabilizado hasta ahora del accidente exclusivamente a la parte polaca.
"Lamentablemente, ciertas fuerzas en Polonia intentan convertir la investigación de las causas de la tragedia en un factor de la lucha política", aseguró Vladímir Titov, viceministro de Exteriores ruso.
Titov también criticó la reacción de Varsovia ante el informe emitido en enero por el Comité de Aviación Interestatal (CAI), que exculpa a la parte rusa y que fue tachado de "burla" por el hermano gemelo de Kaczynski, Jaroslaw.
La presidenta del CAI, Tatiana Anódina, afirmó que "la causa directa del accidente fue la no adopción por los tripulantes de una decisión oportuna de dirigirse a un aeródromo de reserva ante condiciones meteorológicas adversas".
Anódina subrayó que la tripulación del avión del presidente polaco "no recibió autorización para aterrizar".
El informe, que Rusia considera definitivo, apunta que el jefe de la Fuerza Aérea polaca, Andrzej Blasik, a bordo del aparato, "ejerció presión psicológica en la toma de decisión de descender y de aterrizar a toda costa" y que tenía un nivel de 0,6 de alcohol en la sangre durante el vuelo.
Mientras, el ministro del Interior, Jerzy Miller, que preside la comisión polaca que investiga la catástrofe, mantiene que los controladores rusos, en vez de permitir que el aparato polaco bajara hasta la altitud de 100 metros, debían haber dicho al piloto que el aterrizaje era imposible.
"El comandante de un vuelo internacional toma independientemente la decisión sobre despegue y aterrizaje. Los controladores no tenían derecho a prohibir el aterrizaje", replicó Ígor Levitin, ministro de Transporte de Rusia.
Por su parte, el hermano de Kaczynski reiteró esta semana en declaraciones a la televisión que no descarta que su hermano gemelo y presidente del país fuese asesinado premeditadamente por la parte rusa el 10 de abril de 2010 en Smolensk.
Por si fuera poco, el primer ministro polaco, Donald Tusk, acusó a Moscú de no decir toda la verdad sobre el accidente aéreo.
"Los rusos intentan encubrirlo, pero no porque haya algún terrible secreto, sino porque, por regla general, no les gusta reconocer sus errores y debilidades", aseveró en declaraciones a una emisora de radio.
Rusia entregó esta semana a Polonia otros catorce tomos con material sobre la catástrofe que incluyen declaraciones de testigos, imágenes del lugar del siniestro e información sobre el aeródromo de Smolensk, pero no las autopsias, otra de las demandas de Varsovia.
El accidente del avión presidencial polaco se produjo cuando el aparato intentaba aterrizar en el aeródromo en medio de una densa niebla.
Una delegación oficial de familiares y soldados polacos rindió hoy memoria en la ciudad rusa de Smolensk a las 96 víctimas de la catástrofe aérea en la que murió el presidente polaco, Lech Kaczysnki, de la que este domingo se cumple un año.
La esposa del actual presidente polaco, Anna Komorowska, encabezó la comitiva que viajó en avión hasta Moscú y optó por desplazarse en autobús a Smolensk, que se encuentra a menos de 400 kilómetros de la capital rusa.
"Esta es una especie de peregrinación cuyo fin es rendir tributo a las víctimas", informaron fuentes diplomáticas polacas a la agencia rusa Interfax.
Los actos recordatorios comenzaron con una misa oficiada por sacerdotes polacos, tras lo que fueron nombradas en voz alta cada una de las víctimas del accidente del Tu-154, que conmocionó a los polacos y a todo el mundo.
Seguidamente, Komorowska, el gobernador de Smolensk y representantes del Kremlin depositaron ramos de flores en la piedra conmemorativa que fue colocada en el lugar del siniestro hace casi un año.
La delegación se desplazó después al memorial erigido en Katyn en memoria de los más de 22.000 militares polacos asesinados entre 1940 y 1941 por los servicios secretos soviéticos, tragedia que fue, hasta hace poco, negada por Moscú.
Precisamente, Lech Kaczynski (1949-2010), su esposa María, miembros de la cúpula militar polaca y familiares viajaban a Katyn para honrar a los militares asesinados por orden del dirigente soviético, Iosif Stalin, cuando sufrieron el accidente.
Kaczynski fue durante sus más de cuatro años de mandato un abanderado de la recuperación de la memoria histórica de su país, en particular en relación con los crímenes cometidos por el régimen comunista en Polonia, lo que le valió la enemistad de Moscú.
Según informó el Kremlin, los presidentes ruso, Dmitri Medvédev, y polaco, Bronislaw Komorowski, también viajarán el lunes a Smolensk y a Katyn para recordar ambas tragedias, que enturbiaron las relaciones bilaterales.
Rusia llamó esta semana a Polonia a no politizar la investigación sobre la catástrofe, que aún enfrenta a ambos países, ya que Moscú ha responsabilizado hasta ahora del accidente exclusivamente a la parte polaca.
"Lamentablemente, ciertas fuerzas en Polonia intentan convertir la investigación de las causas de la tragedia en un factor de la lucha política", aseguró Vladímir Titov, viceministro de Exteriores ruso.
Titov también criticó la reacción de Varsovia ante el informe emitido en enero por el Comité de Aviación Interestatal (CAI), que exculpa a la parte rusa y que fue tachado de "burla" por el hermano gemelo de Kaczynski, Jaroslaw.
La presidenta del CAI, Tatiana Anódina, afirmó que "la causa directa del accidente fue la no adopción por los tripulantes de una decisión oportuna de dirigirse a un aeródromo de reserva ante condiciones meteorológicas adversas".
Anódina subrayó que la tripulación del avión del presidente polaco "no recibió autorización para aterrizar".
El informe, que Rusia considera definitivo, apunta que el jefe de la Fuerza Aérea polaca, Andrzej Blasik, a bordo del aparato, "ejerció presión psicológica en la toma de decisión de descender y de aterrizar a toda costa" y que tenía un nivel de 0,6 de alcohol en la sangre durante el vuelo.
Mientras, el ministro del Interior, Jerzy Miller, que preside la comisión polaca que investiga la catástrofe, mantiene que los controladores rusos, en vez de permitir que el aparato polaco bajara hasta la altitud de 100 metros, debían haber dicho al piloto que el aterrizaje era imposible.
"El comandante de un vuelo internacional toma independientemente la decisión sobre despegue y aterrizaje. Los controladores no tenían derecho a prohibir el aterrizaje", replicó Ígor Levitin, ministro de Transporte de Rusia.
Por su parte, el hermano de Kaczynski reiteró esta semana en declaraciones a la televisión que no descarta que su hermano gemelo y presidente del país fuese asesinado premeditadamente por la parte rusa el 10 de abril de 2010 en Smolensk.
Por si fuera poco, el primer ministro polaco, Donald Tusk, acusó a Moscú de no decir toda la verdad sobre el accidente aéreo.
"Los rusos intentan encubrirlo, pero no porque haya algún terrible secreto, sino porque, por regla general, no les gusta reconocer sus errores y debilidades", aseveró en declaraciones a una emisora de radio.
Rusia entregó esta semana a Polonia otros catorce tomos con material sobre la catástrofe que incluyen declaraciones de testigos, imágenes del lugar del siniestro e información sobre el aeródromo de Smolensk, pero no las autopsias, otra de las demandas de Varsovia.
El accidente del avión presidencial polaco se produjo cuando el aparato intentaba aterrizar en el aeródromo en medio de una densa niebla.