García Linera denuncia conspireta de minería mediana y vínculo de Solares con Reyes Villa
La Paz, Abi
El vicepresidente Alvaro García Linera denunció el martes una conspireta de la poderosa privada minería mediana en la huelga indefinida de dos semanas de la Central Obrera Boliviana (COB) y la vinculación del dirigente minero Jaime Solares con la oposición de derechas boliviana.
?"Tenemos confirmados los vínculos y contactos de dirigentes (de la COB) con la minería privada" boliviana, afirmó durante una rueda de prensa dictada en el edificio de la Vicepresidencia en La Paz.
Las denuncias del mandatario se registraron un día después que la COB y el gobierno de Evo Morales alcanzaran un acuerdo para un incremento salarial de 11%, y un adicional de un punto porcentual de homologación posterior, tras dos semanas de tensiones centrada en la Paz y promovidas por los sindicatos bolivianos que hostigaron a su población con violentas protestas entre el 6 y 18 de abril.
El acuerdo perfeccionó un punto para arriba la decisión del Ejecutivo, patente en marzo último, que decretó un aumento de salarios de 10% para profesores, salubristas, policías y militares y un alza sin precedentes al salario básico de 20%, a 815 bolivianos (casi 120 dólares).
También confirmó las vinculaciones de Solares, líder de la Central Obrera Departamental de Oruro, con la derechista Convergencia Nacional (CN), principal formación de oposición, aunque minoritaria en el correlato de fuerzas en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que lidera el ex prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, fugado a Estados Unidos luego que la justicia boliviana le radicara un proceso por corrupción a fines de 2009.
"Tenemos información precisa, confirmada, del vínculo directo del señor Solares con el general (Marcelo) Antezana (senador por Tarija) y otros diputados de Convergencia Nacional que viajaron en el mes de marzo a Estados Unidos para reunirse con Manfred Reyes Villa. Está confirmado", señaló.
Ex líder de la COB a principios de la década, Solares se alzó como el dirigente sindical más contestatario a la administración Morales desde 2006.
García Linera dijo que en tres recientes asambleas del sindicato de trabajadores del estatal yacimiento de Huanuni (oeste), que emplea de 5.000, Solares se opuso sistemáticamente a la transferencia de yacimientos en manos de privados al Estado.
"No va a ser raro que en la asamblea (de trabajadores) que hubo en Huanuni, Solares era el que más se oponía a que se nacionalizaran las empresas mineras privadas", citó.
El Vicepresidente resumió que el reciente conflicto boliviano reveló la contraposición de dos bloques políticos, uno restaurador del "viejo orden" y el segundo "defensor" del nuevo orden político económico.
En el bloque restaurador alineó a la CN y la centroderechista Unidad Nacional, del empresario Samuel Doria Medina, la dirigencia trotkysta del Magisterio, urbano y rural, al Movimiento Sin Miedo, que gobierna la Alcaldía de La Paz, a la federación de cajas de seguridad social, la Gobernación de Santa Cruz y el político Comité Cívico de Tarija.
En el bloque revolucionario colocó al indígena campesino Pacto de Unidad, vecinos, gremiales, transportistas, proletarios, mineros, fabriles, cooperativistas, y los sindicatos de las estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y la Empresa Nacional de Energía.
"Esos fueron los dos bloques políticos que se han mostrado en el último conflicto, los restauradores de derecha y los revolucionarios de izquierda", separó aguas.
Tras el acuerdo alcanzado la víspera por la COB y el gobierno de Evo Morales, para incremento salarial de 11% y un adicional de un punto de homologación posterior, para profesores, salubristas, militares y policías, García Linera identificó, en el fondo de la última huelga general indefinida motorizada por los sindicatos, "una visión política restauradora" del modelo neoliberal galvanizado por "algunos dirigentes de la COB.
Dijo que el último conflicto sindical responde a un "reflujo" del proceso político social que estalló en abril de 2000, cuando la población de Cochabamba se rebeló contra una empresa privada angloespañola que administraba el agua esa ciudad del centro boliviano y que dio forma a un "hecho político electoral en 2005" con el ascenso al gobierno de Morales, "el primer Presidente sindicalista" de la historia de Bolivia.
El vicepresidente Alvaro García Linera denunció el martes una conspireta de la poderosa privada minería mediana en la huelga indefinida de dos semanas de la Central Obrera Boliviana (COB) y la vinculación del dirigente minero Jaime Solares con la oposición de derechas boliviana.
?"Tenemos confirmados los vínculos y contactos de dirigentes (de la COB) con la minería privada" boliviana, afirmó durante una rueda de prensa dictada en el edificio de la Vicepresidencia en La Paz.
Las denuncias del mandatario se registraron un día después que la COB y el gobierno de Evo Morales alcanzaran un acuerdo para un incremento salarial de 11%, y un adicional de un punto porcentual de homologación posterior, tras dos semanas de tensiones centrada en la Paz y promovidas por los sindicatos bolivianos que hostigaron a su población con violentas protestas entre el 6 y 18 de abril.
El acuerdo perfeccionó un punto para arriba la decisión del Ejecutivo, patente en marzo último, que decretó un aumento de salarios de 10% para profesores, salubristas, policías y militares y un alza sin precedentes al salario básico de 20%, a 815 bolivianos (casi 120 dólares).
También confirmó las vinculaciones de Solares, líder de la Central Obrera Departamental de Oruro, con la derechista Convergencia Nacional (CN), principal formación de oposición, aunque minoritaria en el correlato de fuerzas en la Asamblea Legislativa Plurinacional, que lidera el ex prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, fugado a Estados Unidos luego que la justicia boliviana le radicara un proceso por corrupción a fines de 2009.
"Tenemos información precisa, confirmada, del vínculo directo del señor Solares con el general (Marcelo) Antezana (senador por Tarija) y otros diputados de Convergencia Nacional que viajaron en el mes de marzo a Estados Unidos para reunirse con Manfred Reyes Villa. Está confirmado", señaló.
Ex líder de la COB a principios de la década, Solares se alzó como el dirigente sindical más contestatario a la administración Morales desde 2006.
García Linera dijo que en tres recientes asambleas del sindicato de trabajadores del estatal yacimiento de Huanuni (oeste), que emplea de 5.000, Solares se opuso sistemáticamente a la transferencia de yacimientos en manos de privados al Estado.
"No va a ser raro que en la asamblea (de trabajadores) que hubo en Huanuni, Solares era el que más se oponía a que se nacionalizaran las empresas mineras privadas", citó.
El Vicepresidente resumió que el reciente conflicto boliviano reveló la contraposición de dos bloques políticos, uno restaurador del "viejo orden" y el segundo "defensor" del nuevo orden político económico.
En el bloque restaurador alineó a la CN y la centroderechista Unidad Nacional, del empresario Samuel Doria Medina, la dirigencia trotkysta del Magisterio, urbano y rural, al Movimiento Sin Miedo, que gobierna la Alcaldía de La Paz, a la federación de cajas de seguridad social, la Gobernación de Santa Cruz y el político Comité Cívico de Tarija.
En el bloque revolucionario colocó al indígena campesino Pacto de Unidad, vecinos, gremiales, transportistas, proletarios, mineros, fabriles, cooperativistas, y los sindicatos de las estatales Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y la Empresa Nacional de Energía.
"Esos fueron los dos bloques políticos que se han mostrado en el último conflicto, los restauradores de derecha y los revolucionarios de izquierda", separó aguas.
Tras el acuerdo alcanzado la víspera por la COB y el gobierno de Evo Morales, para incremento salarial de 11% y un adicional de un punto de homologación posterior, para profesores, salubristas, militares y policías, García Linera identificó, en el fondo de la última huelga general indefinida motorizada por los sindicatos, "una visión política restauradora" del modelo neoliberal galvanizado por "algunos dirigentes de la COB.
Dijo que el último conflicto sindical responde a un "reflujo" del proceso político social que estalló en abril de 2000, cuando la población de Cochabamba se rebeló contra una empresa privada angloespañola que administraba el agua esa ciudad del centro boliviano y que dio forma a un "hecho político electoral en 2005" con el ascenso al gobierno de Morales, "el primer Presidente sindicalista" de la historia de Bolivia.