Evitar más genocidios es la única manera de honrar las víctimas de Ruanda, dice Ban
Naciones Unidas, Agencias
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró hoy que la única manera que tiene la comunidad internacional de honrar a las víctimas del genocidio de Ruanda, que dejó a más de 800.000 muertos, es evitar que se produzcan más matanzas de ese tipo en el mundo.
"La única manera de honrar verdaderamente la memoria de quienes perecieron en Ruanda hace 17 años es asegurarnos de que acontecimientos como aquellos no ocurren nunca más", dijo Ban en su mensaje con motivo de la conmemoración en la ONU de la tragedia que vivió el país africano en los años 90.
El máximo responsable del organismo internacional aseguró que "los supervivientes de Ruanda nos han hecho enfrentar la desagradable realidad de una tragedia que pudo evitarse" y subrayó que "evitar los genocidios es una responsabilidad colectiva e individual".
En 2003, la Asamblea General decretó el 7 de abril como el Día Internacional de Reflexión sobre el Genocidio de 1994 en Ruanda, que se considera una de las páginas más negras de la historia de las Naciones Unidas.
Más de 800.000 ruandeses, la mayoría de etnia tutsi, murieron asesinados durante un período de cien días en 1994 ante la pasividad de la comunidad internacional, que no encontró la manera de intervenir y detener la matanza.
El secretario general recordó cómo el reconocimiento del fracaso colectivo de la comunidad internacional para evitar la tragedia, ayudar al pueblo de Ruanda y proteger a las víctimas de las guerras en los Balcanes llevó a la adopción en 2005 del principio de la responsabilidad de proteger.
"La ONU está comprometida en la prevención de tragedias similares. Las medidas adoptadas recientemente por el Consejo de Seguridad en respuesta a la crisis en Libia, en particular la aprobación de las resoluciones 1.970 y 1.973, marcan un paso significativo en ese camino", aseguró Ban.
Además, según destacó el máximo responsable del organismo, el Tribunal Internacional para Ruanda, la Corte Penal Internacional y otros tribunales internacionales mandan "la firme señal de que el mundo no tolerará la impunidad para las graves violaciones de los derechos humanos y las leyes humanitarias internacionales".
"Mis consejeros especiales en la prevención del genocidio y la responsabilidad de proteger (a la población civil) observan en busca de señales de riesgo. Debemos estar siempre alerta", indicó Ban, quien agradeció al pueblo y al Gobierno de Ruanda la "resistencia y dignidad mostrada en su trabajo para recuperarse y sobrellevar el trauma de ese atroz episodio de la historia".
El secretario general de la ONU les animó a "seguir promoviendo el espíritu incluyente y el diálogo necesario para curar (la herida) y lograr la reconciliación y reconstrucción" del país africano.
Ban Ki-moon también recordó que el Pacto sobre la Seguridad, Estabilidad y Desarrollo de la región de los Grandes Lagos firmado en 2006 contiene un protocolo sobre la prevención del genocidio, los crímenes de guerra y contra la humanidad, al tiempo que alentó a "todos los países" de la región a aplicarlo en su totalidad.
"También los animo a llevar a cabo la detención y el enjuiciamiento de los fugitivos que todavía existen del genocidio de 1994, entre los que se encuentra Félicien Kabuga", señaló Ban.
La conmemoración del genocidio ruandés en la sede de Naciones Unidas consiste en una ceremonia en memoria de las víctimas y también los supervivientes de la tragedia, con presencia, además de Ban, de los embajadores ante la ONU de Ruanda, Eugène-Richard Gasana, y de Guinea Ecuatorial, Anatolio Ndong Mba, como representante de la Unión Africana (UA).
También cuenta con la superviviente del genocidio Immaculée Ilibagiza y el testimonio de su experiencia, y habrá una actuación musical a cargo de la Mozart Academy Ensemble.
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró hoy que la única manera que tiene la comunidad internacional de honrar a las víctimas del genocidio de Ruanda, que dejó a más de 800.000 muertos, es evitar que se produzcan más matanzas de ese tipo en el mundo.
"La única manera de honrar verdaderamente la memoria de quienes perecieron en Ruanda hace 17 años es asegurarnos de que acontecimientos como aquellos no ocurren nunca más", dijo Ban en su mensaje con motivo de la conmemoración en la ONU de la tragedia que vivió el país africano en los años 90.
El máximo responsable del organismo internacional aseguró que "los supervivientes de Ruanda nos han hecho enfrentar la desagradable realidad de una tragedia que pudo evitarse" y subrayó que "evitar los genocidios es una responsabilidad colectiva e individual".
En 2003, la Asamblea General decretó el 7 de abril como el Día Internacional de Reflexión sobre el Genocidio de 1994 en Ruanda, que se considera una de las páginas más negras de la historia de las Naciones Unidas.
Más de 800.000 ruandeses, la mayoría de etnia tutsi, murieron asesinados durante un período de cien días en 1994 ante la pasividad de la comunidad internacional, que no encontró la manera de intervenir y detener la matanza.
El secretario general recordó cómo el reconocimiento del fracaso colectivo de la comunidad internacional para evitar la tragedia, ayudar al pueblo de Ruanda y proteger a las víctimas de las guerras en los Balcanes llevó a la adopción en 2005 del principio de la responsabilidad de proteger.
"La ONU está comprometida en la prevención de tragedias similares. Las medidas adoptadas recientemente por el Consejo de Seguridad en respuesta a la crisis en Libia, en particular la aprobación de las resoluciones 1.970 y 1.973, marcan un paso significativo en ese camino", aseguró Ban.
Además, según destacó el máximo responsable del organismo, el Tribunal Internacional para Ruanda, la Corte Penal Internacional y otros tribunales internacionales mandan "la firme señal de que el mundo no tolerará la impunidad para las graves violaciones de los derechos humanos y las leyes humanitarias internacionales".
"Mis consejeros especiales en la prevención del genocidio y la responsabilidad de proteger (a la población civil) observan en busca de señales de riesgo. Debemos estar siempre alerta", indicó Ban, quien agradeció al pueblo y al Gobierno de Ruanda la "resistencia y dignidad mostrada en su trabajo para recuperarse y sobrellevar el trauma de ese atroz episodio de la historia".
El secretario general de la ONU les animó a "seguir promoviendo el espíritu incluyente y el diálogo necesario para curar (la herida) y lograr la reconciliación y reconstrucción" del país africano.
Ban Ki-moon también recordó que el Pacto sobre la Seguridad, Estabilidad y Desarrollo de la región de los Grandes Lagos firmado en 2006 contiene un protocolo sobre la prevención del genocidio, los crímenes de guerra y contra la humanidad, al tiempo que alentó a "todos los países" de la región a aplicarlo en su totalidad.
"También los animo a llevar a cabo la detención y el enjuiciamiento de los fugitivos que todavía existen del genocidio de 1994, entre los que se encuentra Félicien Kabuga", señaló Ban.
La conmemoración del genocidio ruandés en la sede de Naciones Unidas consiste en una ceremonia en memoria de las víctimas y también los supervivientes de la tragedia, con presencia, además de Ban, de los embajadores ante la ONU de Ruanda, Eugène-Richard Gasana, y de Guinea Ecuatorial, Anatolio Ndong Mba, como representante de la Unión Africana (UA).
También cuenta con la superviviente del genocidio Immaculée Ilibagiza y el testimonio de su experiencia, y habrá una actuación musical a cargo de la Mozart Academy Ensemble.