Estados Unidos: acuerdo sobre presupuesto evita parálisis del gobierno
La Casa Blanca y los líderes del Congreso lograron un acuerdo a última hora del viernes para evitar el cierre del gobierno federal estadounidense por falta de presupuesto.
Tras varias semanas de difíciles negociaciones, republicanos y demócratas aceptaron hacerle cortes al proyecto de presupuesto de 2011 por el orden de los US$39.000 millones y aprobar una medida de financiamiento temporal para evitar el cese de funciones de la burocracia federal.
Cerca de la medianoche del viernes, en una breve comparecencia televisada, el presidente Barack Obama, dijo que "algunos de los cortes acordados serán dolorosos y no los habría hecho en mejores circunstancias.
"Este acuerdo entre demócratas y republicanos, a nombre de todos los estadounidenses, se hace sobre un presupuesto que invierte en nuestro futuro al tiempo que hace el mayor recorte anual de gastos de nuestra historia", aseguró Obama.
Obama dijo estar complacido de poder anunciar que seguirán funcionando las oficinas del gobierno, y entre ellas la que maneja los parques y monumentos nacionales, como el famoso obelisco del centro de la capital estadounidense, que se usó como inusual fondo para esta alocución presidencial.
Pese a los esfuerzos de Obama por presentar los recortes en un contexto positivo, en realidad son un triunfo de la oposición republicana, asegura el corresponsal de la BBC en Washington Mark Mardell.
Nuestro corresponsal agrega que las batallas pendientes por el presupuesto de 2012 y los planes a largo plazo para reducir el déficit serán probablemente mucho más difíciles.
Dinero temporal
Poco antes, pasadas las 11 de la noche del miércoles, y a menos de una hora para que se cumpliera el plazo para que cerrara el gobierno central, el líder del opositor Partido Republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, informó que aceptó recortes por US$39.000 millones en el presupuesto de 2011.
En una breve comparecencia ante la prensa, Boehner afirmó "estar complacido porque el (líder de la mayoría demócrata en el Senado) senador (Harry) Reid y la Casa Blanca y yo fuimos capaces de llegar a un acuerdo que de hecho cortará el gasto y mantendrá nuestro gobierno funcionando".
El dramático pulso parlamentario de meses, que se intensificó en los últimos días a medida que se acercaba el plazo final, terminó con una votación en la Cámara de Representantes que aprobó un plan de financiamiento temporal que dará tiempo a los legisladores para aprobar el presupuesto final la próxima semana.
Desde Clinton
Aunque los republicanos lograron vencer la resistencia de los demócratas y obtuvieron mayores recortes que los que el gobierno estaba dispuesto a conceder, la oposición tuvo que cesar en su estrategia de retirarle fondos a organizaciones que consideran que violan principios morales o empresariales de EE.UU.
A lo largo del día, la Casa Blanca había estado ordenando a los empleados de ministerios y otras agencias gubernamentales prepararse para el cese de actividades, que de no haberse logrado el acuerdo se habría producido al filo de la medianoche.
El cese de actividades habría implicado la parálisis de todas las actividades no consideradas esenciales o necesarias para la preservación de la seguridad nacional, desde la recaudación de impuestos hasta el funcionamiento de los parques nacionales.
La última vez que el gobierno federal tuvo que cesar sus actividades por falta de presupuesto fue en 1995, en tiempos de la presidencia del demócrata Bill Clinton.
En esa ocasión los republicanos, que eran mayoría en el Congreso, fueron vistos por la mayor parte de la opinión pública como los principales responsables del cierre, que, según algunos cálculos, podría haber costado más dinero que lo que los republicanos proponían inicialmente como recorte.
Algunos analistas consideran que ese evento alejó a muchos electores de los republicanos y ayudó a la reelección de Clinton en 1996, por lo que la oposición habría querido evitar crear un escenario similiar que pudiera beneficiar a Obama en las elecciones del próximo año.
Pulso en suspenso
El pulso fiscal entre republicanos y demócratas empezó varias semanas atrás, cuando la nueva mayoría opositora en la Cámara de representantes aprobó un paquete de recortes del gasto federal por un total de US$61.000 millones.
Los republicanos, presionados por el llamado Tea Party, su ala más conservadora, aspiraban reducir decenas de programas que consideran gastos excesivos.
Los demócratas los acusaban de querer imponer una agenda social conservadora al pretender quitarle fondos a entes como la Agencia de Protección Ambiental, la Radio Pública Nacional u organizaciones comunitarias de planificación familiar.
Desde que en octubre empezó el año fiscal estadounidense el gobierno se ha venido financiando con medidas temporales, la última de las cuales vencía la medianoche del viernes.
Aunque la batalla por el presupuesto del 2011 parece definida, los congresistas volverán a enfrentarse por el tema de los cortes cuando empiecen a debatir el proyecto de presupuesto para el 2012 y cuando deban negociar el aumento del llamado "techo del endeudamiento", el monto de préstamos que el gobierno puede asumir.