España: Los barones no quieren primarias en campaña si Zapatero decide irse
El presidente solo ha avanzado a cuatro dirigentes lo que dirá hoy al comité
Madrid, El País
Incertidumbre, desconcierto y cierto malestar. Esta es la situación que describían ayer la mayoría de los secretarios generales del PSOE, o barones territoriales, al no saber nada de lo que hoy dirá el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión del comité federal sobre su futuro político. Hasta primera hora de la noche no habían recibido señales de lo que se podían encontrar hoy en Ferraz. Tampoco habían recibido recomendaciones ni habían sido sondeados sobre cuál era su actitud ante este esperado comité federal. Todos ellos creyeron hasta hace diez días que hoy, en este comité federal ordinario, el presidente anunciaría su intención de no ser el próximo candidato del PSOE en las elecciones de 2012. Pero en los últimos días ya no tienen tan claro que esto vaya a ser así. El presidente habría reconsiderado esta decisión en la línea de posponer el anuncio hasta más adelante para no desviar la atención sobre la gestión del Gobierno, singularmente la situación económica, y, además, no perturbar las elecciones municipales y autonómicas. En los últimos días han arreciado las opiniones en contra de que lo anuncie, cuando hasta ahora solo eran visibles las peticiones de que despejara el camino de inmediato.
La incógnita se despejará esta mañana, pero solo cinco personas estaban en el secreto de lo que realmente ocurrirá, al menos hasta anoche: el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habría comunicado su decisión a Manuel Chaves, presidente del PSOE, José Blanco, vicesecretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero del Gobierno, y Marcelino Iglesias, secretario de Organización.
Todos se comprometieron a no contar lo que habían tratado con el presidente, en conversaciones cruzadas, es decir, no todos juntos, en las que se habían barajado todas las opciones posibles, con sus ventajas e inconvenientes. El afán de discreción ha sido tan absoluto que los miembros de la ejecutiva federal decidieron rechazar e incluso anular todas las entrevistas que les solicitaran los medios de comunicación. Se trata de no hablar del asunto hasta después de que el presidente del Gobierno anuncie lo que tenga decidido.
A la espera de la palabra del presidente, anoche las especulaciones estaban desatadas. Todos parten de que Zapatero tiene decidido no presentarse a las elecciones de 2012 pero que en el comité federal ratificará de nuevo que agotará la legislatura y que él estará al frente hasta el último minuto. Después, las cábalas son diferentes sobre si pondrá fecha a su decisión para que empiece el proceso de primarias o, por el contrario, pospondrá sin fecha el debate sobre el candidato electoral.
"Lo que sea pero que sea claro y nítido para evitar que continúen las especulaciones", señalaba ayer un barón territorial. La petición de claridad de este interlocutor se repite en los candidatos autonómicos y muchos alcaldes, ya que su prioridad son las elecciones del 22 de mayo y, por tanto, quieren las menos interferencias posibles. Quienes están inmersos en la campaña electoral no quieren, sin embargo, que el partido entre en un proceso de elecciones primarias porque perturbaría la campaña y daría bazas al adversario político.
Hasta ahora, el PP ha decidido identificar a todo candidato socialista con la gestión de Zapatero; en el supuesto de primarias, añadirían el supuesto enfrentamiento entre socialistas, enfrascados en sus cuitas internas, sin tener en cuenta los intereses de los ciudadanos.
Este escenario indeseado que describen algunos presidentes autonómicos socialistas presenta matices. Algunos conectan con la opinión y la decisión del aparato del PSOE de que un proceso rápido, concluido este mes, no perturbaría la campaña.
Se trataría de convocar las primarias de inmediato y conseguir la unidad en torno a un candidato, que para la mayoría sigue siendo el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba. Si gana esta tesis, pierden los que quieren posponer al otoño o el invierno el anuncio sobre la candidatura. Estos últimos confían en que Zapatero preserve al próximo candidato y mantenga fuerte el timón del Gobierno.
Madrid, El País
Incertidumbre, desconcierto y cierto malestar. Esta es la situación que describían ayer la mayoría de los secretarios generales del PSOE, o barones territoriales, al no saber nada de lo que hoy dirá el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión del comité federal sobre su futuro político. Hasta primera hora de la noche no habían recibido señales de lo que se podían encontrar hoy en Ferraz. Tampoco habían recibido recomendaciones ni habían sido sondeados sobre cuál era su actitud ante este esperado comité federal. Todos ellos creyeron hasta hace diez días que hoy, en este comité federal ordinario, el presidente anunciaría su intención de no ser el próximo candidato del PSOE en las elecciones de 2012. Pero en los últimos días ya no tienen tan claro que esto vaya a ser así. El presidente habría reconsiderado esta decisión en la línea de posponer el anuncio hasta más adelante para no desviar la atención sobre la gestión del Gobierno, singularmente la situación económica, y, además, no perturbar las elecciones municipales y autonómicas. En los últimos días han arreciado las opiniones en contra de que lo anuncie, cuando hasta ahora solo eran visibles las peticiones de que despejara el camino de inmediato.
La incógnita se despejará esta mañana, pero solo cinco personas estaban en el secreto de lo que realmente ocurrirá, al menos hasta anoche: el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habría comunicado su decisión a Manuel Chaves, presidente del PSOE, José Blanco, vicesecretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero del Gobierno, y Marcelino Iglesias, secretario de Organización.
Todos se comprometieron a no contar lo que habían tratado con el presidente, en conversaciones cruzadas, es decir, no todos juntos, en las que se habían barajado todas las opciones posibles, con sus ventajas e inconvenientes. El afán de discreción ha sido tan absoluto que los miembros de la ejecutiva federal decidieron rechazar e incluso anular todas las entrevistas que les solicitaran los medios de comunicación. Se trata de no hablar del asunto hasta después de que el presidente del Gobierno anuncie lo que tenga decidido.
A la espera de la palabra del presidente, anoche las especulaciones estaban desatadas. Todos parten de que Zapatero tiene decidido no presentarse a las elecciones de 2012 pero que en el comité federal ratificará de nuevo que agotará la legislatura y que él estará al frente hasta el último minuto. Después, las cábalas son diferentes sobre si pondrá fecha a su decisión para que empiece el proceso de primarias o, por el contrario, pospondrá sin fecha el debate sobre el candidato electoral.
"Lo que sea pero que sea claro y nítido para evitar que continúen las especulaciones", señalaba ayer un barón territorial. La petición de claridad de este interlocutor se repite en los candidatos autonómicos y muchos alcaldes, ya que su prioridad son las elecciones del 22 de mayo y, por tanto, quieren las menos interferencias posibles. Quienes están inmersos en la campaña electoral no quieren, sin embargo, que el partido entre en un proceso de elecciones primarias porque perturbaría la campaña y daría bazas al adversario político.
Hasta ahora, el PP ha decidido identificar a todo candidato socialista con la gestión de Zapatero; en el supuesto de primarias, añadirían el supuesto enfrentamiento entre socialistas, enfrascados en sus cuitas internas, sin tener en cuenta los intereses de los ciudadanos.
Este escenario indeseado que describen algunos presidentes autonómicos socialistas presenta matices. Algunos conectan con la opinión y la decisión del aparato del PSOE de que un proceso rápido, concluido este mes, no perturbaría la campaña.
Se trataría de convocar las primarias de inmediato y conseguir la unidad en torno a un candidato, que para la mayoría sigue siendo el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba. Si gana esta tesis, pierden los que quieren posponer al otoño o el invierno el anuncio sobre la candidatura. Estos últimos confían en que Zapatero preserve al próximo candidato y mantenga fuerte el timón del Gobierno.