En el clásico paceño Vaca atajó casi todo; Argüello no fue menos
La Paz, Erbol
La nueva versión del clásico paceño trajo aparejada una situación particular: Fue el clásico de los arqueros.
Daniel Vaca de The Strongest tuvo una jornada impresionante y sólo un golazo de Ferreyra pudo acabar con su notable tarea, que hasta antes del encuentro dominical mantenía, además, cuatro cotejos sin ver vencido su pórtico.
Dos atajadas que recordaron a los mejores guardametas de la historia de este deporte en el país (“me hizo recordar al extraordinario Griseldo Cobo”, sostuvo el narrador de Erbol), cuando cerca del final del primer tiempo tapó un balón cuando había quedado mano a mano con Ferreyra, volvió al arco, atajó un cabezazo de Ze Carlos y en la continuidad de la jugada atajó otro frentazo de Frontino mandando la pelota al córner.
Una situación similar se presentó cuando prácticamente desparramado dentro de su área chica, volvió sobre sus pasos y una tijera de Ze Carlos, cara a cara, frente a frente, fue nuevamente desviada al tiro de esquina.
Dos atajadas brillantes, enormes, para quien fue la figura de la cancha.
Sobre el final, y para no ser menos, Argüello de Bolívar tapó un mano a mano con De Souza, que pudo haber sido el empate.
El clásico no fue notable ni extraordinario, pero dejó la sensación de que los arqueros, estaban para llevarse un diez.
La nueva versión del clásico paceño trajo aparejada una situación particular: Fue el clásico de los arqueros.
Daniel Vaca de The Strongest tuvo una jornada impresionante y sólo un golazo de Ferreyra pudo acabar con su notable tarea, que hasta antes del encuentro dominical mantenía, además, cuatro cotejos sin ver vencido su pórtico.
Dos atajadas que recordaron a los mejores guardametas de la historia de este deporte en el país (“me hizo recordar al extraordinario Griseldo Cobo”, sostuvo el narrador de Erbol), cuando cerca del final del primer tiempo tapó un balón cuando había quedado mano a mano con Ferreyra, volvió al arco, atajó un cabezazo de Ze Carlos y en la continuidad de la jugada atajó otro frentazo de Frontino mandando la pelota al córner.
Una situación similar se presentó cuando prácticamente desparramado dentro de su área chica, volvió sobre sus pasos y una tijera de Ze Carlos, cara a cara, frente a frente, fue nuevamente desviada al tiro de esquina.
Dos atajadas brillantes, enormes, para quien fue la figura de la cancha.
Sobre el final, y para no ser menos, Argüello de Bolívar tapó un mano a mano con De Souza, que pudo haber sido el empate.
El clásico no fue notable ni extraordinario, pero dejó la sensación de que los arqueros, estaban para llevarse un diez.