El OIEA critica la falta de prevención de los gestores de Fukushima
Viena, Agencias
No se tomaron las medidas necesarias para evitar el accidente de Fukushima. Ese ha sido el principal mensaje del OIEA en la primera sesión de la Convención de Seguridad Nuclear reunida hoy en Viena para, justamente, tratar de fortalecer la seguridad de las centrales atómicas.
El director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, criticó por primera vez abiertamente a Tokyo Eletric Power (Tepco), la empresa operadora de la central nuclear de Fukushima y cuya gestión ya había sido puesta en entredicho por el propio Gobierno japonés.
"En retrospectiva, las medidas tomadas por el operador no fueron suficientes para evitar este accidente", dijo ante la prensa Amano en el marco de esta reunión multilateral.
El responsable de la agencia atómica hizo esta afirmación tras recordar que ya en 2007 se produjo un accidente en una de las centrales de Tepco, concretamente en la central de Kashiwazaki, en la prefectura de Niigata.
Los 71 países adheridos a la Convención de Seguridad Nuclear (CNS) estarán reunidos en Viena hasta el próximo día 14 para la quinta revisión de ese acuerdo, que prevé controles mutuos para mejorar las normas de seguridad.
En su discurso de apertura, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) manifestó que la industria nuclear "no puede seguir como si nada hubiera ocurrido" en Fukushima.
En ese sentido, Amano destacó que el organismo que dirige quiere fortalecer el régimen internacional de seguridad e instó a la comunidad internacional a tomar en serio las preocupaciones de millones de personas en todo el mundo que dudan actualmente sobre si la energía nuclear es segura.
"Deseo encarecidamente que las normas de seguridad sean más fuertes y que tengamos más capacidad para ayudar a los Estados miembros a asegurar la seguridad nuclear", aseveró el director general del OIEA.
El objetivo de la Convención es lograr y mantener un nivel de máxima seguridad en la industria nuclear, siempre bajo los principios establecidos por las normas del OIEA.
Sin embargo, este convenio no contiene normas obligatorias o sanciones para el caso de que no se cumpla con lo acordado.
El espíritu de la Convención está centrado en el control mutuo entre los Estados signatarios y la presión ejercida al informar a los demás adheridos sobre las medidas de seguridad adoptadas.
Luis Echávarri, director de la Agencia de Energía Nuclear (AEN) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), opinó hoy que "todavía se puede profundizar mucho más en los acuerdos internacionales".
"¿Hasta qué nivel? Eso es un decisión política que deben hacer los países miembros, pero sí creo que ha llegado el momento de reforzar la Convención y su aplicación", señaló el español en declaraciones a Efe en Viena, al margen de la reunión.
Este encuentro está considerado como un paso previo a la gran conferencia ministerial sobre seguridad nuclear, convocada por el OIEA para finales de junio en Viena.
Según explicó Echávarri, la actual crisis nuclear de Japón puede servir como impulso para mejorar el régimen internacional de seguridad nuclear, como sucedió hace 25 años tras el accidente de Chernóbil (Ucrania).
En todo caso, matizó que será muy difícil convertir el OIEA en "un guardián de la seguridad", como piden muchos, incluyendo expertos del propio organismo.
"La comunidad internacional debe poner presión para llegar a estándares de seguridad muy altos, pero al final debe haber siempre un organismo regulador del país frente al Parlamento", dijo Echávarri.
"Hay que conseguir un mecanismo internacional para asegurarse de que esos organismos nacionales son transparentes y utilizan los estándares más altos de seguridad y que verdaderamente hacen las inspecciones correspondientes. Creo que todavía se puede progresar mucho en esa dirección", concluyó.
No se tomaron las medidas necesarias para evitar el accidente de Fukushima. Ese ha sido el principal mensaje del OIEA en la primera sesión de la Convención de Seguridad Nuclear reunida hoy en Viena para, justamente, tratar de fortalecer la seguridad de las centrales atómicas.
El director general del OIEA, el japonés Yukiya Amano, criticó por primera vez abiertamente a Tokyo Eletric Power (Tepco), la empresa operadora de la central nuclear de Fukushima y cuya gestión ya había sido puesta en entredicho por el propio Gobierno japonés.
"En retrospectiva, las medidas tomadas por el operador no fueron suficientes para evitar este accidente", dijo ante la prensa Amano en el marco de esta reunión multilateral.
El responsable de la agencia atómica hizo esta afirmación tras recordar que ya en 2007 se produjo un accidente en una de las centrales de Tepco, concretamente en la central de Kashiwazaki, en la prefectura de Niigata.
Los 71 países adheridos a la Convención de Seguridad Nuclear (CNS) estarán reunidos en Viena hasta el próximo día 14 para la quinta revisión de ese acuerdo, que prevé controles mutuos para mejorar las normas de seguridad.
En su discurso de apertura, el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) manifestó que la industria nuclear "no puede seguir como si nada hubiera ocurrido" en Fukushima.
En ese sentido, Amano destacó que el organismo que dirige quiere fortalecer el régimen internacional de seguridad e instó a la comunidad internacional a tomar en serio las preocupaciones de millones de personas en todo el mundo que dudan actualmente sobre si la energía nuclear es segura.
"Deseo encarecidamente que las normas de seguridad sean más fuertes y que tengamos más capacidad para ayudar a los Estados miembros a asegurar la seguridad nuclear", aseveró el director general del OIEA.
El objetivo de la Convención es lograr y mantener un nivel de máxima seguridad en la industria nuclear, siempre bajo los principios establecidos por las normas del OIEA.
Sin embargo, este convenio no contiene normas obligatorias o sanciones para el caso de que no se cumpla con lo acordado.
El espíritu de la Convención está centrado en el control mutuo entre los Estados signatarios y la presión ejercida al informar a los demás adheridos sobre las medidas de seguridad adoptadas.
Luis Echávarri, director de la Agencia de Energía Nuclear (AEN) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), opinó hoy que "todavía se puede profundizar mucho más en los acuerdos internacionales".
"¿Hasta qué nivel? Eso es un decisión política que deben hacer los países miembros, pero sí creo que ha llegado el momento de reforzar la Convención y su aplicación", señaló el español en declaraciones a Efe en Viena, al margen de la reunión.
Este encuentro está considerado como un paso previo a la gran conferencia ministerial sobre seguridad nuclear, convocada por el OIEA para finales de junio en Viena.
Según explicó Echávarri, la actual crisis nuclear de Japón puede servir como impulso para mejorar el régimen internacional de seguridad nuclear, como sucedió hace 25 años tras el accidente de Chernóbil (Ucrania).
En todo caso, matizó que será muy difícil convertir el OIEA en "un guardián de la seguridad", como piden muchos, incluyendo expertos del propio organismo.
"La comunidad internacional debe poner presión para llegar a estándares de seguridad muy altos, pero al final debe haber siempre un organismo regulador del país frente al Parlamento", dijo Echávarri.
"Hay que conseguir un mecanismo internacional para asegurarse de que esos organismos nacionales son transparentes y utilizan los estándares más altos de seguridad y que verdaderamente hacen las inspecciones correspondientes. Creo que todavía se puede progresar mucho en esa dirección", concluyó.