El acuerdo entre Al Fatah y Hamás abre el camino hacia las elecciones en un año

El Cairo, Agencias
La agitación en el mundo árabe y el fracaso de las negociaciones con Israel facilitaron el acuerdo de reconciliación entre Al Fatah (la formación del presidente palestino, Mahmud Abas) y los islamistas de Hamás, que prevé la formación de un Gobierno transitorio y elecciones dentro de un año.

"Ese Gobierno está autorizado a hacer dos cosas: fijar una fecha para las elecciones y reconstruir Gaza", dijo Abas en Ramala, en declaraciones en las que señaló que las negociaciones con Israel estarán a su cargo.

Las negociaciones de paz no figuran entre las competencias del Gobierno transitorio independiente previsto por el acuerdo de reconciliación firmado por Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, y Al Fatah, insistió Abas.

"La política forma parte del dominio de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) y seguiremos aplicando mi política", insistió Abas, que desestimó las protestas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que consideró incompatibles "la paz con Israel y la paz con Hamás".

Uno de los jefes de la delegación de Hamás en El Cairo, Mahmoud Zahar confirmó ese reparto de papeles. Si "Al Fatah está dispuesto a asumir la responsabilidad de negociar cosas absurdas que lo haga", dijo Zahar. "Y si consiguen obtener un Estado, tanto mejor para ellos", agregó el dirigente de Hamás.

"Todavía es demasiado pronto para hablar de quién será el primer ministro", dijo por otra parte Abas, al responder a una pregunta sobre Salam Fayyad, actual jefe de Gobierno. "Por otra parte soy yo quien nombra al primer ministro y a todos los ministros", agregó Abas. Mahmud Zahar destacó que el "cambio en el ambiente político y el fracaso de las negociaciones de paz" dirigidas por Abas habían posibilitado el acuerdo.

Las protestas en el mundo árabe generaron una "verdadera presión de todos los movimientos y de la juventud palestina" sobre los dirigentes rivales, dijo Azzam al Ahmad, jefe de la delegación de Fatah.

"El cambio en Egipto y en el mundo árabe es un factor esencial del acuerdo de reconciliación", señaló por su parte el analista político Hani al Masri. Ya no hay países "intentando trabar la reconciliación, pues cada uno está acaparado por su situación interna", agregó.

Un responsable de Hamás en Gaza, Ismail Radwane, atribuyó este avance al "clima favorable en el mundo árabe, en particular en Egipto". "Los actuales dirigentes egipcios se mantienen equidistantes de las dos partes", dijo, aludiendo al ex presidente Hosni Mubarak, que Hamás consideraba como una personalidad hostil.

Otro analista palestino, Georges Giacaman, matizó el alcance del acuerdo, diciendo que "por el momento es un papel firmado" y nada más. "Todas las cuestiones quedan en suspenso durante un año y por el momento Hamás se concentra en la liberación de los presos políticos de la Autoridad Palestina", dijo.

"Queda por saber además si Abas va encargar formar el Gobierno a Salam Fayyad (actual primer ministro), al cual Hamás se opone desde siempre", agregó. De hecho, el acuerdo parece consagrar el actual estado de cosas, sobre todo con respecto a la seguridad, que Hamás y la Autoridad Palestina seguirán asumiendo en sus respectivos territorios.

"La situación en Cisjordania y Gaza seguirá siendo la misma durante la fase de transición (hasta las elecciones previstas dentro de un año) siempre y cuando ese plazo sea utilizado para reconstruir los servicios de seguridad sobre bases profesionales", indicó Ismail Radwane.

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