Dos jóvenes italianas divulgan detalles de juegos eróticos en casa de Berlusconi
Roma, Agencias
Dos jóvenes italianas revelaron a la fiscalía de Milán detalles sorprendentes de los juegos eróticos durante las veladas organizadas en la mansión privada del jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, en el marco del escándalo sexual conocido como 'caso Ruby'.
Los escandalosos testimonios de Chiara y Ambra, dos italianas de 18 años que asistieron a una fiesta organizada la noche del 22 de agosto de 2010 en Villa Arcore, fueron divulgados este miércoles por los dos mayores diarios del país, Repubblica y Corriere della Sera, y confirmados por fuentes judiciales milanesas.
"Son testimonios importantes porque ilustran el contexto" en que se desarrollaron las controvertidas fiestas del Primer Ministro, el cual está siendo juzgado desde el 6 de abril por la fiscalía por prostitución de menor y abuso de poder por el 'Rubygate'. Las dos jóvenes decidieron el lunes presentarse ante el Tribunal de Milán por consejo de una senadora del partido de oposición Italia de los Valores.
Según sus revelaciones, el "bunga-bunga", descrito por la joven marroquí Ruby, no corresponde a las "veladas elegantes" que el millonario político asegura organizar para distraerse de sus compromisos oficiales. "Quince minutos después de iniciada la cena, un grupo de chicas comenzaron a mostrar sus senos, lo tocaban en sus partes íntimas y ellas a su vez se dejaban tocar", cuenta Ambra. Mientras todo ello ocurría cantaban: "menos mal que existe Silvio" y él respondía: "Mis niñitas, mis niñitas".
"Después del enésimo chiste vulgar, Berlusconi comenzó a pasar una estatua ante las chicas, una suerte de caparazón del que salía un hombre con un pene enorme. La estatua era grande como una botella de agua mineral de un litro y medio. El pene era visiblemente desproporcionado. La pasa ante las chicas y les pide que besen el pene. Lo besaban y simulaban sexo oral", asegura por su parte Chiara.
En un momento dado Berlusconi clama: "¿Están listas para el bunga-bunga?", las chicas responden en coro: "¡Sí!,¡sí!", sostiene la joven. Las dos jóvenes admiten la angustia que les suscitó bajar a un sótano con una pequeña discoteca en donde encontraron otras chicas disfrazadas de enfermeras, con minifalda y escotes notables. En la discoteca, las jóvenes "bailaban de forma bien vulgar, se subían la falda, mostraban el trasero", cuenta Chiara al describir el llamado "bunga-bunga".
Según las dos muchachas acudieron una sola vez a la residencia, invitadas por Emilio Fede, de 79 años, director de noticias del canal privado de televisión Rete4, amigo íntimo de Berlusconi y también investigado por inducción a la prostitución. Los abogados de Berlusconi rechazaron como poco creíbles las declaraciones de las dos jóvenes y recalcaron que contradicen numerosos testimonios de las fiestas y veladas del primer ministro.
"Si se quieren ir, muy bien, pero no crean que van a poder participar en el concurso de belleza de Miss Italia", amenazó Fede, al ver la reacción de las chicas de querer irse de la fiesta, según el relato de las muchachas. Ambra y Chiara aceptaron participar en la fiesta tras la promesa de Fede de que presentarían un programa de televisión sobre las previsiones meteorológicas.
Dos jóvenes italianas revelaron a la fiscalía de Milán detalles sorprendentes de los juegos eróticos durante las veladas organizadas en la mansión privada del jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, en el marco del escándalo sexual conocido como 'caso Ruby'.
Los escandalosos testimonios de Chiara y Ambra, dos italianas de 18 años que asistieron a una fiesta organizada la noche del 22 de agosto de 2010 en Villa Arcore, fueron divulgados este miércoles por los dos mayores diarios del país, Repubblica y Corriere della Sera, y confirmados por fuentes judiciales milanesas.
"Son testimonios importantes porque ilustran el contexto" en que se desarrollaron las controvertidas fiestas del Primer Ministro, el cual está siendo juzgado desde el 6 de abril por la fiscalía por prostitución de menor y abuso de poder por el 'Rubygate'. Las dos jóvenes decidieron el lunes presentarse ante el Tribunal de Milán por consejo de una senadora del partido de oposición Italia de los Valores.
Según sus revelaciones, el "bunga-bunga", descrito por la joven marroquí Ruby, no corresponde a las "veladas elegantes" que el millonario político asegura organizar para distraerse de sus compromisos oficiales. "Quince minutos después de iniciada la cena, un grupo de chicas comenzaron a mostrar sus senos, lo tocaban en sus partes íntimas y ellas a su vez se dejaban tocar", cuenta Ambra. Mientras todo ello ocurría cantaban: "menos mal que existe Silvio" y él respondía: "Mis niñitas, mis niñitas".
"Después del enésimo chiste vulgar, Berlusconi comenzó a pasar una estatua ante las chicas, una suerte de caparazón del que salía un hombre con un pene enorme. La estatua era grande como una botella de agua mineral de un litro y medio. El pene era visiblemente desproporcionado. La pasa ante las chicas y les pide que besen el pene. Lo besaban y simulaban sexo oral", asegura por su parte Chiara.
En un momento dado Berlusconi clama: "¿Están listas para el bunga-bunga?", las chicas responden en coro: "¡Sí!,¡sí!", sostiene la joven. Las dos jóvenes admiten la angustia que les suscitó bajar a un sótano con una pequeña discoteca en donde encontraron otras chicas disfrazadas de enfermeras, con minifalda y escotes notables. En la discoteca, las jóvenes "bailaban de forma bien vulgar, se subían la falda, mostraban el trasero", cuenta Chiara al describir el llamado "bunga-bunga".
Según las dos muchachas acudieron una sola vez a la residencia, invitadas por Emilio Fede, de 79 años, director de noticias del canal privado de televisión Rete4, amigo íntimo de Berlusconi y también investigado por inducción a la prostitución. Los abogados de Berlusconi rechazaron como poco creíbles las declaraciones de las dos jóvenes y recalcaron que contradicen numerosos testimonios de las fiestas y veladas del primer ministro.
"Si se quieren ir, muy bien, pero no crean que van a poder participar en el concurso de belleza de Miss Italia", amenazó Fede, al ver la reacción de las chicas de querer irse de la fiesta, según el relato de las muchachas. Ambra y Chiara aceptaron participar en la fiesta tras la promesa de Fede de que presentarían un programa de televisión sobre las previsiones meteorológicas.