De dónde viene la tradición de usar anillos de boda

Stephen Robb, BBC
Hace dos generaciones, la decisión de un miembro de la realeza británica de no llevar anillo de boda hubiera pasado inadvertida.

Pero esta vez el hecho de que los medios de comunicación hayan dedicado sus primeras planas al anuncio del príncipe William de que no usará uno muestra a las claras que, en la sociedad actual, los anillos son norma para los esposos.

Mientras que el uso de anillos por parte de las novias se remonta al antiguo Egipto, entre los hombres esta costumbre sólo fue adoptada en la segunda mitad del siglo XX.

Se considera que la Segunda Guerra Mundial generó un cambio radical, ya que muchos de los militares de los países occidentales que acudían al frente de batalla optaron por llevar anillos como un recuerdo de sus mujeres y sus familias que se habían quedado en casa.

"Fue a mediados del siglo XX cuando se convirtió en una tendencia generalizada", asegura Rachel Church, curadora de piezas metálicas del Museo de Victoria y Alberto, en Londres.

"En aquel momento comenzó a esperarse que los hombres lucieran anillos de boda y hoy en día, si escuchas que no quieren llevarlos, piensas que es un poco raro", añade.

Seguramente la excusa más común es la que ha dado William: "No soy un hombre de joyas".

Alejar a potenciales pretendientes

Claro que en el rechazo del anillo pueden inferirse otros motivos más solapados, como lo muestra una discusión sobre la educación de los hijos a raíz del anuncio del príncipe William, recogida por el sitio web Mumsnet.

UN POCO DE HISTORIA

  • Los arqueólogos encontraron evidencia de alianzas de boda para novias en los jeroglíficos de los egipcios, para quienes el círculo simboliza la eternidad.
  • El anillo se usa en el dedo anular de la mano izquierda debido a la antigua creencia de que en él hay una vena que va directamente al corazón. Los romanos la llamaban vena amoris o "vena del amor".
  • En la Europa medieval, la ceremonia de la boda cristiana incluía colocar sucesivamente el anillo en los dedos índice, medio y anular de la novia, para representar a la Santísima Trinidad.
  • A partir de 1549 se incluyó en el Libro de Oración Común de la Iglesia Anglicana la siguiente frase: "Con este anillo te desposo". Se refiere únicamente a la entrega de un anillo del hombre a la mujer.

"Es para que pueda cortejar a chicas en los bares con impunidad, ¿no?", bromeó uno de los participantes del foro. "Tal vez no quiere que sepa que está casado, porque rompe con su estilo y con su imagen", sugirió otro.

El estado civil de William (el segundo en la línea de sucesión al trono británico) es algo que, obviamente, nunca va a ser un secreto. Por lo menos no después de una boda que -se espera- sea vista por unas 2.000 millones de personas en todo el mundo el 29 de abril.

Está claro que quienes usan anillo de bodas pueden quitárselo con facilidad. Pero el hecho de que algunos hombres opten desde el principio por nunca lucirlo, ¿implica que no quieren alejar a potenciales amantes?

"Yo no creo que sea nada sospechoso", dice David Miller, director de la guía de etiqueta Debrett's. "Antes era muy raro que los hombres usasen anillos de boda y esto ahora se está convirtiendo en una práctica aceptada".

"Además, un símbolo en el dedo no garantiza la fidelidad de nadie. Es más bien una declaración de compromiso. Y una celebración también".

Joyas para hombres

El aumento de la popularidad de los anillos de boda entre los esposos va de la mano del auge de las joyas masculinas, que -según Miller- se remonta a las décadas de los años 60 y 70 con la llegada al Reino Unido, desde el resto de Europa, de la moda de las cadenas para el cuello y las pulseras para hombres.

"Parte de esta moda era de dudoso gusto; todos recordamos al 'hombre del medallón'", completa.

Pero siempre y cuando se trate de algo "discreto, adecuado y de buen gusto", la guía de etiqueta Debrett's considera que las joyas masculinas -anillos de boda incluidos- son una "elección personal".

Históricamente, la otra razón por la que el anillo era utilizado sólo por la novia era porque representaba que la mujer era propiedad de su marido.

Por lo tanto, el avance de los derechos femeninos en el siglo pasado también podría explicar por qué el intercambio de anillos en la ceremonia de matrimonio se convirtió en una costumbre generalizada.

"Tal vez es un signo de una mayor igualdad; se supone que debe ser algo que los une a los dos de la misma manera", dice Rachel Church, del Museo de Victoria y Alberto.

Sin embargo, lo que probablemente nunca será igual es la atención que se le da al novio y la que se le da a la novia en el día de la boda.

Es poco probable que la decisión del príncipe William de no llevar anillo genere una tendencia, porque no hay suficiente interés entre los hombres por dejar de usar esa pieza de joyería, dice David Miller.

En cambio, añade, muchas mujeres seguirán de cerca los eventos del 29 de abril para tomar ideas y tratar de parecerse a la novia real.

"Creo que el impacto será mayor y más significativo por cómo luce Kate que por cómo se ve William", opina Miller.

Después de todo, es el día de la novia.

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