Copa Libertadores: Vélez le dio un duro golpe a la Liga de Quito en la ida
Buenos Aires, Agencias
Vélez Sarsfield, de Argentina, dio un gran paso para clasificarse a los cuartos de final de la Copa Libertadores al golear por 3-0 en Buenos Aires a la Liga de Quito, en el partido de ida de los octavos, que supuso una verdadera pesadilla para la formación ecuatoriana.
El centrocampista Augusto Fernández (ms.7 y 10) y el zaguero Sebastián Domínguez (m.55) anotaron los goles del conjunto argentino, que hizo una demostración de fútbol del alto vuelo pero, irónicamente, cometió un único pecado: no ganar por una diferencia mayor.
La Liga de Quito terminó el partido con nueve hombres por las expulsiones de Luis Bolaños (m.54) y Néicer Reasco (m.68), ambas por juego brusco.
El equipo ecuatoriano, uno de los mejores del continente en los últimos años, lució desconocido en Buenos Aires y el dueño de casa le hizo pagar muy caro y muy pronto en los dos tiempos esa indolencia y desconcentración.
En el minuto 7, el uruguayo Santiago Silva se vistió de pasador al enviar un centro desde el sector izquierdo que Fernández cambió por gol ingresando de manera sorpresiva por la espalda de Diego Calderón.
Y tres minutos después otra vez Fernández aprovechó un gran pase entre líneas de Juan Manuel Martínez, tras una veloz diagonal desde la banda y hacia el centro del imparable puntero del conjunto argentino.
Los de Edgardo Bauza sufrían en la última línea porque no hacían pié en el medio al dejar muy libre al tridente ofensivo del Vélez y en ofensiva era imposible que pesara el argentino Hernán Barcos, tan voluntarioso como solitario en sus intentos.
Vélez aminoró el vértigo con el que jugó los primeros minutos de la etapa inicial, pero volvió a imprimirle ritmo y velocidad a su ataque sostenido en el segundo tiempo.
Impotente, el conjunto quiteño llevó el juego al terreno del roce y rápidamente volvió a pagar esa decisión con la tempranera expulsión de Luis Bolaños (m.54) y casi con otra de Jorge Guagua que debió ser y no fue.
Al equipo de Ricardo Gareca, líder del certamen Clausura de su país, le salían todas, incluso las que no dependían de su voluntad.
Así llegó el tercero, a los 55 minutos, cuando Sebastián Domínguez aprovechó un mal cálculo en la salida del arquero Alexander Domínguez y sentenció el pleito.
El choque entre dos clubes ex campeones de América se consumió entre errores del árbitro paraguayo Carlos Amarilla, que ignoró dos claros penales en favor del dueño de casa.
Mientras, los sucesivos intentos fallidos del cuadro argentino por aumentar la ventaja dejaron la sensación de que la serie sigue abierta ya que los dirigidos por Bauza son conscientes de que nada es imposible en la altitud de Quito.
Este partido de ida de los octavos de final se disputó en el estadio José Amalfitani, en Buenos Aires, ante 20.000 espectadores.