Copa Libertadores: El campeón Inter empató con Peñarol y sacó ventaja
Montevideo, Agencias
El Internacional brasileño, actual campeón de la Copa Libertadores, igualó 1-1 en Montevideo con el Peñarol uruguayo y dio un paso firme en pos de la plaza en cuartos de final, cuyo suspenso se despejará el miércoles 4 de mayo, en Porto Alegre.
El punto sustraído y el empate con gol anotado en cancha ajena dejan al equipo 'colorado' de Porto Alegre muy cerca de la puerta de la fase de los mejores ocho.
Peñarol salió como una tromba desde los vestuarios y al minuto y medio de juego ya había creado la primera situación de peligro cuando un saque de esquina derivó en un rebote y el balón quedó a un metro de la línea de gol del arco rival.
El equipo uruguayo siguió presionando y poco después fue el arquero Renán que por dos veces en la misma jugada evitó la caída de su valla ante los remates de Pacheco y Mier.
Transcurrido el susto inicial, el visitante se acomodó mejor en el centro del campo, pasó a dominar el balón, adelantó sus líneas y llevó peligro hasta el arco de Peñarol con un remate de Nei y un ingreso frontal de Damiao, que tuvo que ser derribado aparatosamente en la frontera del área.
Cuando el juego era equilibrado el equipo uruguayo "se disfrazó" de visitante, sacó un contragolpe perfecto y logró la apertura.
Pacheco puso un pase de primera para Martinuccio, el veloz delantero argentino ganó la línea de fondo y tiró un centro rasante al punto penal que tomó a contra pie a la defensa del Inter y Corujo acarició el balón para colocarlo contra el poste derecho. Renan parado solo atinó a mirar.
Los 'colorados' fueron a buscar el empate de inmediato y terminaron la primera mitad empujando a Peñarol contra su arco.
En el comienzo del segundo tiempo, Peñarol bajó ritmo al partido y logró controlar al argentino D'Alessandro, el generador del fútbol del Inter.
Cuando Peñarol parecía tener dominadas las acciones llegó el empate de los brasileños en jugada aislada y con algo de fortuna.
Damiao recibió un balón casi en el centro del campo rival, avanzó unos metros y remató desde larga distancia. La pelota pegó en el defensor Valdez se elevó y superó al arquero Sosa.
El gol, especialmente por su forma, cayó como un balde de agua fría para Peñarol, que sintió el impacto. El Inter se sintió cómodo y conforme con el empate y se dedicó a administrar el balón frente a la desesperación de los uruguayos.
En los últimos minutos el equipo uruguayo, sin claridad pero con vergüenza fue en búsqueda de la victoria, alentado por sus seguidores que colmaron el campo, pero encontró a una defensa brasileña firme y que restó por alto y por bajo todo lo que llegó hasta su área.
Este partido de ida de los octavos de final se disputó en el estadio Centenario, de Montevideo, frente a 55.000 espectadores, entre ellos 4.000 seguidores del equipo brasileño.