Abuela Plaza de Mayo relata su drama en juicio por robo de bebés

Buenos Aires, Agencias
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo ratificó el lunes que los jerarcas de la última dictadura militar (1976-1983) idearon un "plan sistemático de robo de bebés" nacidos durante el cautiverio de sus madres y que sólo una condena ejemplar permitirá que estos crímenes no vuelvan a cometerse.

Estela de Carlotto declaró como testigo en el juicio a los ex dictadores Jorge Videla y Reynaldo Bignone y otros seis ex militares acusados por el robo de 34 bebés durante el régimen de facto, entre los que está su nieto cuyo paradero se desconoce.

"Mi compromiso, por el que hoy estoy acá, es para demostrar que hubo un plan sistemático de apropiación, para contar cómo ocurrieron las cosas porque tenemos pruebas de todo lo que afirmamos. Para que la historia se cuente como fue y para que no se repitan estas atrocidades", dijo la titular de Abuelas durante la audiencia, a la que no asistieron los imputados.

El robo de bebés nacidos bajo el cautiverio de sus madres es considerado un delito de lesa humanidad que no tiene antecedentes en otros regímenes de facto del mundo.

Carlotto, que declaró por segunda vez en el juicio, dio detalles escalofriantes sobre el caso de su hija Laura Carlotto, quien dio a luz a mediados de 1978 en un centro clandestino de detención de La Plata, 60 kilómetros al sur de Buenos Aires, y luego fue asesinada.

"Recibimos una notificación de la comisaría novena, en la que nos pedían que nos presentáramos. Fue un viaje interminable, imaginábamos lo peor, luego, más positivamente, que encontraríamos a Laura y su hijo", relató la mujer y agregó que allí un oficial "nos informó que había fallecido. Yo, que no me sobresalto, comencé a gritarle 'asesino'. Y le señalé el crucifijo que tenía en la pared y le dije: '¡Él los va a juzgar, asesinos!'".

Cuando la policía le entregó el cadáver de su hija, Carlotto recordó que su marido "me dijo que estaba irreconocible, que era mejor que me quedara con el recuerdo de vida", pero ella no le hizo caso y comprobó que la joven tenía el vientre perforado porque "le dispararon para no dejar rastro del embarazo".

Organismos de derechos humanos denunciaron la desaparición de 30.000 personas durante el régimen de facto --los registros oficiales sólo dan cuenta de 13.000 casos--, entre ellas muchas embarazadas que dieron a luz en cautiverio. En general los bebés eran entregados a militares, quienes los inscribían con su apellido. Según Abuelas unos 500 niños nacieron en cautiverio o fueron secuestrados con sus padres, de los cuales la organización humanitaria ha restituido la identidad a 103.

El 28 de febrero comenzó el primer juicio por el plan sistemático de robo de bebés durante la dictadura. Junto con Videla y Bignone están imputados los ex militares Antonio Vañek, Jorge Acosta, Santiago Riveros, Rubén Franco y Juan Antonio Azic y el médico Jorge Luis Magnacco.

"A estos hombres que reivindican los delitos que cometieron y no nos dicen dónde están nuestros nietos, espero que les caiga todo el peso de la ley. La justicia será la única forma de que esta democracia sea permanente y que nunca más se repitan estos crímenes", concluyó Carlotto.

Videla, quien ejerció la presidencia de facto entre 1976 y 1981, ya cumple una condena a prisión perpetua por violaciones a los derechos humanos. Bignone purga 25 años de cárcel por diferentes delitos de lesa humanidad.

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