Wikileaks: Dudas sobre la presidenta del Banco Central argentino
Madrid, El País
La primera mujer en alcanzar la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, fue nombrada sin tener experiencia en macroeconomía, ni tampoco en política monetaria, y sus políticas responderán a los deseos del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, según varias de las fuentes consultadas por la embajada norteamericana en Buenos Aires para redactar un perfil sobre la titular del banco emisor. Contrariamente al liberalismo promovido por Estados Unidos, Marcó del Pont, "estrechamente aliada de CFK", es considerada como una "defensora de la intervención del Estado en la economía", en un informe confidencial enviado al Departamento de Estado el pasado año.
La nueva autoridad monetaria es una economista argentina, de 52 años, licenciada en la Universidad de Buenos Aires y con un máster en Yale (EE UU) sobre desarrollo. Fue diputada nacional (2005-2009), presidenta del estatal Banco de la Nación Argentina, y se opuso en los años noventa a la desregularización económica y privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que pasó a ser filial de la REPSOL tras el desembarco de la petrolera española en Argentina. Parte de su filosofía viene contenida en las declaraciones del pasado mes de febrero, durante un acto público en la ciudad de Resistencia: "Nos proponen que dejemos de acumular reservas, que no regulemos el ingreso de capital especulativo y que dejemos de apreciar el tipo de cambio, peor no entienden que el modelo de Argentina es diferente, es un modelo de valorización productiva y llegó para quedarse".
Marcó del Pont llegó a la presidencia del Banco Central después de que el Gobierno destituyera al anterior titular, Martín Redrado, supuestamente por negarse a la utilización de 6.569 millones de dólares las reservas monetarias del país para el pago de la deuda externa, utilización que del Pont respaldó públicamente. Oficialmente, Redrado fue apartado de sus funciones por "mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público". El ministro de Economía, Amado Boudou, que se equivocó en todas sus predicciones sobre el nuevo titular del BCRA, pidió a la embajada que pidiera a la Comisión de Valores estadounidense (SEC) mayor rapidez en su dictamen sobre la deuda argentina. El embajador recordó al ministro que la SEC es un organismo autónomo, independiente del ejecutivo.
Para la embajada norteamericana, Cristina Fernández nombró a Marcó del Pont "en un sorprendente movimiento". El recorrido de Marcó del Pont no depara muchas sorpresas: promovió en el año 2007un fallido proyecto de ley que modificaba los estatutos del Banco Central para que la entidad emisora pudiera, entre otros objetivos, acomodarse a las políticas económicas y sociales del Gobierno. "Sus críticos afirman que el objetivo fue poner freno a la independencia del banco", señala un cable.
"La mayoría de las reacciones al nombramiento de Mercedes Marcó han sido negativas, y muchas se centran en su supuesta falta de experiencia en macroeconomía y política monetaria", dice la embajada. Un empresario consultado por la legación, George Mandelbaum, comentó que el cargo le venía grande en cuanto al manejo de la política monetaria de Argentina y que "no aportará un serio liderazgo al BBCRA". Javier Finkman, directivo del grupo HSBC agregó que es una buena economista "pero su área es la economía industrial. Conoce muy poco sobre macroeconomía y política monetaria", carencias de la que es consciente, según esas fuentes. Finkman comunicó al consejero económico de la embajada norteamericana sus temores de que la nueva presidenta del banco emisor coadyuve plenamente con los planes de masivo gasto público del Gobierno "permitiendo que aumente la inflación.
Carlos de Marcos, director ejecutivo de J.P. Morgan, la menciona en los cables como una buena economista dispuesta a continuar, en esencia, el rumbo de su antecesor, Martín Redrado, "quien a pesar de su reputación (de funcionario rebelde), condujo al BCR a posiciones extremadamente acomodaticias con los deseos del Gobierno, por lo que en ese sentido no habrá grandes cambios". El directivo de firma de servicios financieros dijo que la orientación exportadora de la economista al frente del Banco Central la llevará a permitir la depreciación del peso argentino hasta niveles que Redrado no hubiera aprobado. La opinión de Carlos de Marco es compartida por un banquero privado, cuyo sombrío pronóstico sobre el futuro Martín Redrado recoge la embajada en su despacho.
La primera mujer en alcanzar la presidencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, fue nombrada sin tener experiencia en macroeconomía, ni tampoco en política monetaria, y sus políticas responderán a los deseos del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, según varias de las fuentes consultadas por la embajada norteamericana en Buenos Aires para redactar un perfil sobre la titular del banco emisor. Contrariamente al liberalismo promovido por Estados Unidos, Marcó del Pont, "estrechamente aliada de CFK", es considerada como una "defensora de la intervención del Estado en la economía", en un informe confidencial enviado al Departamento de Estado el pasado año.
La nueva autoridad monetaria es una economista argentina, de 52 años, licenciada en la Universidad de Buenos Aires y con un máster en Yale (EE UU) sobre desarrollo. Fue diputada nacional (2005-2009), presidenta del estatal Banco de la Nación Argentina, y se opuso en los años noventa a la desregularización económica y privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que pasó a ser filial de la REPSOL tras el desembarco de la petrolera española en Argentina. Parte de su filosofía viene contenida en las declaraciones del pasado mes de febrero, durante un acto público en la ciudad de Resistencia: "Nos proponen que dejemos de acumular reservas, que no regulemos el ingreso de capital especulativo y que dejemos de apreciar el tipo de cambio, peor no entienden que el modelo de Argentina es diferente, es un modelo de valorización productiva y llegó para quedarse".
Marcó del Pont llegó a la presidencia del Banco Central después de que el Gobierno destituyera al anterior titular, Martín Redrado, supuestamente por negarse a la utilización de 6.569 millones de dólares las reservas monetarias del país para el pago de la deuda externa, utilización que del Pont respaldó públicamente. Oficialmente, Redrado fue apartado de sus funciones por "mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público". El ministro de Economía, Amado Boudou, que se equivocó en todas sus predicciones sobre el nuevo titular del BCRA, pidió a la embajada que pidiera a la Comisión de Valores estadounidense (SEC) mayor rapidez en su dictamen sobre la deuda argentina. El embajador recordó al ministro que la SEC es un organismo autónomo, independiente del ejecutivo.
Para la embajada norteamericana, Cristina Fernández nombró a Marcó del Pont "en un sorprendente movimiento". El recorrido de Marcó del Pont no depara muchas sorpresas: promovió en el año 2007un fallido proyecto de ley que modificaba los estatutos del Banco Central para que la entidad emisora pudiera, entre otros objetivos, acomodarse a las políticas económicas y sociales del Gobierno. "Sus críticos afirman que el objetivo fue poner freno a la independencia del banco", señala un cable.
"La mayoría de las reacciones al nombramiento de Mercedes Marcó han sido negativas, y muchas se centran en su supuesta falta de experiencia en macroeconomía y política monetaria", dice la embajada. Un empresario consultado por la legación, George Mandelbaum, comentó que el cargo le venía grande en cuanto al manejo de la política monetaria de Argentina y que "no aportará un serio liderazgo al BBCRA". Javier Finkman, directivo del grupo HSBC agregó que es una buena economista "pero su área es la economía industrial. Conoce muy poco sobre macroeconomía y política monetaria", carencias de la que es consciente, según esas fuentes. Finkman comunicó al consejero económico de la embajada norteamericana sus temores de que la nueva presidenta del banco emisor coadyuve plenamente con los planes de masivo gasto público del Gobierno "permitiendo que aumente la inflación.
Carlos de Marcos, director ejecutivo de J.P. Morgan, la menciona en los cables como una buena economista dispuesta a continuar, en esencia, el rumbo de su antecesor, Martín Redrado, "quien a pesar de su reputación (de funcionario rebelde), condujo al BCR a posiciones extremadamente acomodaticias con los deseos del Gobierno, por lo que en ese sentido no habrá grandes cambios". El directivo de firma de servicios financieros dijo que la orientación exportadora de la economista al frente del Banco Central la llevará a permitir la depreciación del peso argentino hasta niveles que Redrado no hubiera aprobado. La opinión de Carlos de Marco es compartida por un banquero privado, cuyo sombrío pronóstico sobre el futuro Martín Redrado recoge la embajada en su despacho.