Tensa calma en Siria después de tres días de violencia en Latakia
Damasco, Agencias
Latakia, principal puerto de Siria, parecía este lunes una ciudad fantasma tras los violentos enfrentamientos del fin de semana, en momentos en que el presidente sirio, Bashar Al Asad, sometido a creciente presión popular, se disponía a levantar el estado de urgencia vigente desde hace cinco décadas.
Issam Jury, periodista y director del Centro de Desarrollo Ecológico y Social, contactado por teléfono, aseguró que "las fuerzas de seguridad no estaban preparadas y fueron sorprendidas por la intensidad de la violencia".
Refuerzos del ejército llegaron en la madrugada del domingo para tratar de restablecer el orden.
En la noche, en los barrios de esta ciudad donde coexisten sunitas, alauíes y cristianos, se constituyeron comités de barrio para protegerse contra la intrusión de extraños, según diversos testimonios.
Neumáticos, bloques de hormigón y planchas de madera habían sido instaladas como barricadas en las callejuelas de la ciudad.
En los tres últimos días, 13 militares y civiles murieron, así como dos insurgentes, y más 185 personas resultaron heridas, según un balance oficial.
Durante el fin de semana, jóvenes armados de bastones y navajas atacaron comercios y personas, mientras que francotiradores instalados en los techos de los inmuebles disparaban contra los transeúntes.
Jury dijo que era demasiado pronto aún para determinar quiénes eran esos hombres, pues una investigación está en curso, pero según las autoridades son "fundamentalistas" que tratan de provocar la división confesional en la ciudad.
Según Abdel Karim Rihaui, presidente de la Liga Siria de Defensa de los Derechos Humanos, "la mayoría de los hombres armados fueron detenidos por la población que los entregó a las fuerzas de seguridad. Son árabes de diferentes nacionalidades que poseían armas e importantes sumas de dinero".
Por primera vez después de la llegada al poder del partido Baas, el Parlamento sirio observó el domingo un minuto de silencio "en testimonio de respeto a los mártires caídos, y a las protestas y reivindicaciones populares".
Según las organizaciones de derechos humanos, unas 130 personas resultaron muertas sobre todo en Deraa, al sur del país, epicentro de la revuelta contra el régimen.
El Parlamento sirio también pidió al presidente Bashar Al Asad que explique las medidas de democratización prometidas, indicó a AFP el diputado Mohammed Habashe.
Al Asad debe anunciar el fin del estado de urgencia impuesto en 1963 cuando el partido Baas tomó el poder, la instauración del pluralismo político y una mayor libertad de la prensa.
Todas estas medidas deben atenuar el carácter autoritario del régimen, sin por ello poner fin de inmediato a las prácticas represivas de los servicios de seguridad.
Decenas de personas fueron detenidas durante las manifestaciones del viernes en Siria, afirmó el domingo el Observatorio sirio de los derechos humanos, con sede en Londres.
"Fuimos informados que decenas de manifestantes fueron detenidos el viernes en diversas ciudades y tenemos la lista", indica el comunicado con una lista de 41 nombres de personas detenidas en Damasco y otras ciudades.
Amnistía Internacional publicó una lista de 93 personas detenidas durante el mes de marzo por sus actividades en internet en Damasco, Alepe, Banias, Deraa, Hamas, Homs y otras localidades.
Latakia, principal puerto de Siria, parecía este lunes una ciudad fantasma tras los violentos enfrentamientos del fin de semana, en momentos en que el presidente sirio, Bashar Al Asad, sometido a creciente presión popular, se disponía a levantar el estado de urgencia vigente desde hace cinco décadas.
Issam Jury, periodista y director del Centro de Desarrollo Ecológico y Social, contactado por teléfono, aseguró que "las fuerzas de seguridad no estaban preparadas y fueron sorprendidas por la intensidad de la violencia".
Refuerzos del ejército llegaron en la madrugada del domingo para tratar de restablecer el orden.
En la noche, en los barrios de esta ciudad donde coexisten sunitas, alauíes y cristianos, se constituyeron comités de barrio para protegerse contra la intrusión de extraños, según diversos testimonios.
Neumáticos, bloques de hormigón y planchas de madera habían sido instaladas como barricadas en las callejuelas de la ciudad.
En los tres últimos días, 13 militares y civiles murieron, así como dos insurgentes, y más 185 personas resultaron heridas, según un balance oficial.
Durante el fin de semana, jóvenes armados de bastones y navajas atacaron comercios y personas, mientras que francotiradores instalados en los techos de los inmuebles disparaban contra los transeúntes.
Jury dijo que era demasiado pronto aún para determinar quiénes eran esos hombres, pues una investigación está en curso, pero según las autoridades son "fundamentalistas" que tratan de provocar la división confesional en la ciudad.
Según Abdel Karim Rihaui, presidente de la Liga Siria de Defensa de los Derechos Humanos, "la mayoría de los hombres armados fueron detenidos por la población que los entregó a las fuerzas de seguridad. Son árabes de diferentes nacionalidades que poseían armas e importantes sumas de dinero".
Por primera vez después de la llegada al poder del partido Baas, el Parlamento sirio observó el domingo un minuto de silencio "en testimonio de respeto a los mártires caídos, y a las protestas y reivindicaciones populares".
Según las organizaciones de derechos humanos, unas 130 personas resultaron muertas sobre todo en Deraa, al sur del país, epicentro de la revuelta contra el régimen.
El Parlamento sirio también pidió al presidente Bashar Al Asad que explique las medidas de democratización prometidas, indicó a AFP el diputado Mohammed Habashe.
Al Asad debe anunciar el fin del estado de urgencia impuesto en 1963 cuando el partido Baas tomó el poder, la instauración del pluralismo político y una mayor libertad de la prensa.
Todas estas medidas deben atenuar el carácter autoritario del régimen, sin por ello poner fin de inmediato a las prácticas represivas de los servicios de seguridad.
Decenas de personas fueron detenidas durante las manifestaciones del viernes en Siria, afirmó el domingo el Observatorio sirio de los derechos humanos, con sede en Londres.
"Fuimos informados que decenas de manifestantes fueron detenidos el viernes en diversas ciudades y tenemos la lista", indica el comunicado con una lista de 41 nombres de personas detenidas en Damasco y otras ciudades.
Amnistía Internacional publicó una lista de 93 personas detenidas durante el mes de marzo por sus actividades en internet en Damasco, Alepe, Banias, Deraa, Hamas, Homs y otras localidades.