Santos endurece su posición hacia las FARC tras una violenta jornada rebelde
Bogotá, Agencias
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, endureció su posición frente a la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a la que advirtió de que si continúa con la violencia "encontrará una tumba", en medio de un recrudecimiento de sus ataques que dejaron 5 uniformados y 3 civiles muertos.
"A esos miembros de las FARC que todavía creen que a través de las armas van a lograr algo, (quiero) decirles que el único futuro que les queda si siguen con la violencia va a ser una tumba o una cárcel", dijo Santos en un acto público el martes, cuando se produjeron los ataques.
Sus palabras son bastante más duras que las de su discurso de investidura en agosto pasado, cuando dijo que no había tirado la llave de la puerta a un diálogo con los insurgentes, condicionado al cumplimiento de varias exigencias.
Los ataques de las FARC coinciden con los tres años de la muerte de su segundo comandante general, Raúl Reyes, en un campamento rebelde en Ecuador bombardeado por el Ejército colombiano, cuando Santos era ministro de Defensa.
En el poblado de Caloto, departamento de Cauca (sur), cerca de una docena de guerrilleros de las FARC asaltaron un helicóptero que llevaba dinero para el estatal Banco Agrario.
En ese asalto los insurgentes mataron a cuatro policías y dos civiles, entre ellos una mujer que fue alcanzada por una de las balas, informó el general Orlando Pineda.
El gobernador de Cauca, Alberto González, reconoció este miércoles que la situación en su departamento es muy delicada, porque allí confluye una "red maldita de narcotráfico, guerrilla y bandas criminales", integradas algunas de estas últimas por ex paramilitares de extrema derecha.
"En el Cauca la violencia aumentó 35% entre 2009 y 2010", dijo a la AFP Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, quien explicó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "todavía mantienen capacidad de ataque en algunas zonas, pese a la ofensiva en su contra".
Santos, que como ministro de Defensa del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) fue el encargado de poner en marcha esa ofensiva contra las FARC, instó a los rebeldes a dejar las armas.
"Desmovilícense, que el Estado les ofrece una mano para reintegrarse en la sociedad", dijo el mandatario.
Apenas unas horas después de ese llamado, un soldado y un campesino murieron en un ataque de las FARC a una caravana oficial que se desplazaba por una carretera del municipio de Apartadó, departamento de Antioquia (noroeste).
En la caravana se encontraba el consejero presidencial para la acción social, Diego Molano, quien salió ileso.
Esas acciones de las FARC, que se producen a menos de dos semanas de que esa guerrilla hubiera liberado unilateralmente a dos concejales municipales y cuatro uniformados que tenía secuestrados junto con otros a 16 policías y militares, enrareció el ambiente para buscar futuras entregas de secuestrados.
La ex senadora Piedad Córdoba, quien ha mediado en 20 liberaciones de rehenes de las FARC, anunció que de momento el tema "está congelado".
El vicepresidente colombiano Angelino Garzón, encargado de la política de derechos humanos, consideró que los ataques de las FARC "le demuestran a los colombianos, al gobierno y a la comunidad internacional que no quieren la paz por las vías de la razón", en una declaración emitida en Austria, donde se encuentra en misión oficial.
Las FARC es la principal guerrilla de Colombia, con 46 años de lucha armada contra el Estado y unos 8.000 combatientes según estimativos militares.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, endureció su posición frente a la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a la que advirtió de que si continúa con la violencia "encontrará una tumba", en medio de un recrudecimiento de sus ataques que dejaron 5 uniformados y 3 civiles muertos.
"A esos miembros de las FARC que todavía creen que a través de las armas van a lograr algo, (quiero) decirles que el único futuro que les queda si siguen con la violencia va a ser una tumba o una cárcel", dijo Santos en un acto público el martes, cuando se produjeron los ataques.
Sus palabras son bastante más duras que las de su discurso de investidura en agosto pasado, cuando dijo que no había tirado la llave de la puerta a un diálogo con los insurgentes, condicionado al cumplimiento de varias exigencias.
Los ataques de las FARC coinciden con los tres años de la muerte de su segundo comandante general, Raúl Reyes, en un campamento rebelde en Ecuador bombardeado por el Ejército colombiano, cuando Santos era ministro de Defensa.
En el poblado de Caloto, departamento de Cauca (sur), cerca de una docena de guerrilleros de las FARC asaltaron un helicóptero que llevaba dinero para el estatal Banco Agrario.
En ese asalto los insurgentes mataron a cuatro policías y dos civiles, entre ellos una mujer que fue alcanzada por una de las balas, informó el general Orlando Pineda.
El gobernador de Cauca, Alberto González, reconoció este miércoles que la situación en su departamento es muy delicada, porque allí confluye una "red maldita de narcotráfico, guerrilla y bandas criminales", integradas algunas de estas últimas por ex paramilitares de extrema derecha.
"En el Cauca la violencia aumentó 35% entre 2009 y 2010", dijo a la AFP Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, quien explicó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) "todavía mantienen capacidad de ataque en algunas zonas, pese a la ofensiva en su contra".
Santos, que como ministro de Defensa del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010) fue el encargado de poner en marcha esa ofensiva contra las FARC, instó a los rebeldes a dejar las armas.
"Desmovilícense, que el Estado les ofrece una mano para reintegrarse en la sociedad", dijo el mandatario.
Apenas unas horas después de ese llamado, un soldado y un campesino murieron en un ataque de las FARC a una caravana oficial que se desplazaba por una carretera del municipio de Apartadó, departamento de Antioquia (noroeste).
En la caravana se encontraba el consejero presidencial para la acción social, Diego Molano, quien salió ileso.
Esas acciones de las FARC, que se producen a menos de dos semanas de que esa guerrilla hubiera liberado unilateralmente a dos concejales municipales y cuatro uniformados que tenía secuestrados junto con otros a 16 policías y militares, enrareció el ambiente para buscar futuras entregas de secuestrados.
La ex senadora Piedad Córdoba, quien ha mediado en 20 liberaciones de rehenes de las FARC, anunció que de momento el tema "está congelado".
El vicepresidente colombiano Angelino Garzón, encargado de la política de derechos humanos, consideró que los ataques de las FARC "le demuestran a los colombianos, al gobierno y a la comunidad internacional que no quieren la paz por las vías de la razón", en una declaración emitida en Austria, donde se encuentra en misión oficial.
Las FARC es la principal guerrilla de Colombia, con 46 años de lucha armada contra el Estado y unos 8.000 combatientes según estimativos militares.