Otros países participaron en pesquisa del Narcogeneral; el Gobierno de Bolivia ni sabía
Santiago, Erbol/tomado de ElMercurio
El 19 de agosto, agentes encubiertos del OS-7 de Carabineros y un grupo de narcos bolivianos cerraron un trato que sería clave para el reciente arresto en Panamá, bajo cargos de tráfico de estupefacientes, del zar antidrogas de Bolivia, el retirado general de la policía René Sanabria Oropeza, quien encabeza el Centro de Inteligencia y Generación de Información antinarcóticos.
La cita transcurrió en un lujoso hotel de Arica. Tras beber un par de botellas de whisky, los efectivos chilenos pactaron la compra de 144 kilos de cocaína de alta pureza que los bolivianos enviarían a esa ciudad en un contenedor. Éste sería despachado por mar a Miami, Estados Unidos, vía Panamá. Sin que los vendedores lo sospecharan, la transacción era el fruto de una operación antinarcóticos secreta que duró seis meses y se coordinó con la Fiscalía de Arica.
La diligencia se gestó a comienzos de agosto de 2010, cuando la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos) reveló a Carabineros que, presuntamente, Sanabria era el líder de una red narco que en el último año había logrado enviar trece contenedores con clorhidrato de cocaína hacia EE.UU. y Europa, a través del puerto de Arica.
Sanabria actuaba protegiendo los envíos de droga de tres organizaciones de narcotraficantes de su país.
Carabineros montó una operación para sustentar la línea investigativa planteada por la DEA y logró evidencia contra Sanabria que fue enviada por el Ministerio Público de Chile a la Fiscalía de Miami. Ésta abrió una causa contra el general (r) y emitió una orden de captura internacional. Sanabria fue detenido el 24 de febrero en Panamá, luego de salir desde Santa Cruz y pasar por Arica.
Los antecedentes obtenidos por el OS-7 incluso vincularían directamente a Sanabria con algunas fases de la venta de los 144 kilos de cocaína en Arica.
En Bolivia, tras estallar el escándalo, el organismo de inteligencia contra el narcotráfico que encabeza Sanabria fue intervenido y 15 altos funcionarios resultaron detenidos. El cargo del general (r) era de confianza del Presidente Evo Morales y se le considera un muy cercano asesor del Mandatario.
Vigilancia permanente
El capítulo chileno de esta operación no estuvo exento de alta tensión, aportada por el contenedor con droga, que desde su ingreso a Chile por el paso Chungará, el 26 de septiembre, se convirtió en un blanco permanente de vigilancia. Policías encubiertos acechaban sus movimientos en los recintos de acopio del puerto de Arica. Desde un lugar elevado, agentes del OS-7 lo seguían con binoculares en el día y con una cámara de visión nocturna cuando el sol se iba. Así, se resguardaban de eventuales acciones que pudieran frustrar la operación. Bastaba que algún extraño se acercara de forma sospechoso, creían los investigadores, para que los narcos decidieran frenar el negocio.
Pero al final, nada pasó y en noviembre el contenedor salió con rumbo a Miami.
Luego de esta "prueba de la blancura" para los narcos, los agentes encubiertos iniciaron una nueva operación, esta vez por 2 mil 800 kilos de cocaína. Sin embargo, este negocio finalmente se frustró.
Las diligencias en Chile fueron confirmadas ayer por Carabineros. El el director de Investigación Delictual y Drogas, general Christian Fuenzalida, indicó que "efectivamente, el OS-7 como departamento especializado formó parte de una operación que permitió conseguir resultados por parte de organismos antidrogas de otros países con los que permanentemente hay intercambio de información. Por ahora estimamos prudente no difundir detalles, pero podemos señalar que estas intervenciones permitieron detectar tránsito de embarques de cocaína concertados desde el exterior".
Imputado en EE.UU.
Sanabria fue llevado a Miami, donde ayer se le formalizaron cargos por "conspiración para el narcotráfico". Él se declaró inocente. Como primeras diligencias, la justicia de EE.UU. solicitó incautar cuatro cuentas corrientes de Sarabia en las que tenía 509 mil 150 dólares.
Otros casos
En Guatemala, el año 2005, el entonces jefe de la policía antidrogas, Adán Castillo , aceptó un soborno de 25 mil dólares de parte de un informante de la DEA a cambio de protección para los envíos de cocaína rumbo a Estados Unidos. El intercambio quedó registrado en una grabación y Castillo fue detenido en Virginia.
En ese mismo país, el año pasado, la jefa de la sección antidrogas Nelly Bonilla y el director de la Policía Nacional Civil, Baltazar Gómez, fueron arrestados por su presunta participación como líderes de una banda de policías que robó casi 700 kilos de cocaína a traficantes.
En México, el año 2008, la DEA arrestó en Los Angeles, California, a Carlos Alberto Cedano Filippini , jefe de la Agencia Federal de Investigaciones de la mexicana ciudad fronteriza de Mexicali, como parte de una investigación sobre crimen y narcotráfico.
El año 2009, en ese mismo país, fue arrestado Mariano Herrán (foto superior), quien fuera dirigente nacional del combate al narcotráfico en México, acusado de actos de corrupción cuando se desempeñaba como secretario de Economía del estado de Chiapas.
Herrán fue el encargado de las políticas mexicanas de combate al narcotráfico de 1997 al 2000, en reemplazo del general Jesús Gutiérrez Rebollo (foto inferior), condenado a su vez por prestar asesoría a un narcotraficante de alto nivel.
En 2007 Gutiérrez Rebollo fue condenado a 40 años de prisión y una millonaria multa. Había sido detenido en 1997 por sus vínculos con Amado Carrillo, fundador del cartel de Juárez.
Noé Ramírez, otro ex alto funcionario antidrogas mexicano, fue detenido en 2008. Recibía 450.000 dólares al mes del Cartel del Pacífico.
Hinzpeter: "Nuestros puertos están retomando la mano firme y rigurosa en el control del narcotráfico"
El Vicepresidente de la República, Rodrigo Hinzpeter, confirmó a "El Mercurio" la operación en la que participó el OS-7 y que derivó en la captura de general (r) boliviano René Sanabria.
Junto con ello destacó que el gobierno "decidió cambiar la mano, y así lo hemos dicho, en el combate al narcotráfico y estamos naturalmente haciendo esfuerzos más intensos que los que a lo mejor hacían otros gobiernos. Creo que los resultados nos han acompañado. En ese marco, y en ese contexto, se realizó por parte de Carabineros OS-7, en conjunto con la DEA, una operación de inteligencia que permitió dejar en evidencia que se estaba planificando por el norte de nuestro país un envío de dos toneladas de cocaína al mercado norteamericano".
"Desafortunadamente -añadió- según los antecedentes que tendrían que confirmarse a través de un proceso judicial, y en esto quiero ser muy preciso, estaría involucrado o aparecería en principio involucrado un ex general de la República de Bolivia, el general René Sanabria, que ya estaba en retiro, pero que estaba actuando como asesor en materia de drogas del gobierno boliviano".
Hinzpeter además enfatizó que los "narcotraficantes que utilizan nuestros puertos se aprovechan del prestigio de Chile (pero) nuestros puertos están retomando la mano firme y rigurosa en el control del narcotráfico".
Respecto de alguna eventual medida de revisión de los tratados sobre la carga venida desde Bolivia, el Vicepresidente indicó que "si en algún momento nosotros creemos que hay que hacer algunas mejoras que permitan un más adecuado control de la carga, se lo plantearíamos al gobierno del presidente Morales para que, si ellos están de acuerdo, procedamos en ese sentido. Pero la revisión de cualquier tratado siempre debe hacerse en forma bilateral".
Gobierno boliviano negó que haya protegido a Sanabria y descartó eventual regreso de la DEA
El gobierno de Bolivia aseguró ayer que el caso del general (r) René Sanabria demuestra que no tolerará vínculos entre las esferas de poder y el narcotráfico, al tiempo que rechazó versiones de prensa sobre supuestas gestiones para proteger al oficial.
"No existe ninguna posibilidad de que el gobierno del Estado plurinacional de Bolivia incurra en algún acto de encubrimiento", dijo ayer el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, quien negó que la Cancillería de ese país haya solicitado la repatriación de Sanabria.
Asimismo, explicó por qué el alto oficial no fue detenido en territorio boliviano. "De haber existido una orden de captura internacional, por supuesto habríamos procedido de manera inmediata (en su contra)", expresó Llorenti, quien resaltó que tras conocerse de su detención en Panamá, se procedió a encarcelar a más policías involucrados.
El ministro de gobierno rechazó, asimismo, que Sanabria haya sido el "brazo derecho" del Presidente Evo Morales: "El general (r) René Sanabria estaba a cargo del Centro de Información y Generación de Inteligencia, Cegein (...). Él estaba en una unidad de unas 15 personas, y está en un quinto nivel de jerarquía dentro del Ministerio de Gobierno".
Sacha Llorenti respondió a las críticas de la oposición, que enfatizan que el episodio pone en entredicho la política antidrogas del gobierno y que han recordado, además, la detención por esta misma causa de un "amauta" (líder religioso indígena) que participaba en actos oficiales de gobierno, y de un alcalde oficialista. "En los tres casos, los involucrados y sus cómplices están tras las rejas, eso marca la diferencia con otros gobiernos", sostuvo. Rechazó también la necesidad de reinstalar la agencia antidrogas estadounidense, DEA: "Por dignidad del Estado, no retornará. Eso es una política de Estado".
El 19 de agosto, agentes encubiertos del OS-7 de Carabineros y un grupo de narcos bolivianos cerraron un trato que sería clave para el reciente arresto en Panamá, bajo cargos de tráfico de estupefacientes, del zar antidrogas de Bolivia, el retirado general de la policía René Sanabria Oropeza, quien encabeza el Centro de Inteligencia y Generación de Información antinarcóticos.
La cita transcurrió en un lujoso hotel de Arica. Tras beber un par de botellas de whisky, los efectivos chilenos pactaron la compra de 144 kilos de cocaína de alta pureza que los bolivianos enviarían a esa ciudad en un contenedor. Éste sería despachado por mar a Miami, Estados Unidos, vía Panamá. Sin que los vendedores lo sospecharan, la transacción era el fruto de una operación antinarcóticos secreta que duró seis meses y se coordinó con la Fiscalía de Arica.
La diligencia se gestó a comienzos de agosto de 2010, cuando la DEA (agencia antidrogas de Estados Unidos) reveló a Carabineros que, presuntamente, Sanabria era el líder de una red narco que en el último año había logrado enviar trece contenedores con clorhidrato de cocaína hacia EE.UU. y Europa, a través del puerto de Arica.
Sanabria actuaba protegiendo los envíos de droga de tres organizaciones de narcotraficantes de su país.
Carabineros montó una operación para sustentar la línea investigativa planteada por la DEA y logró evidencia contra Sanabria que fue enviada por el Ministerio Público de Chile a la Fiscalía de Miami. Ésta abrió una causa contra el general (r) y emitió una orden de captura internacional. Sanabria fue detenido el 24 de febrero en Panamá, luego de salir desde Santa Cruz y pasar por Arica.
Los antecedentes obtenidos por el OS-7 incluso vincularían directamente a Sanabria con algunas fases de la venta de los 144 kilos de cocaína en Arica.
En Bolivia, tras estallar el escándalo, el organismo de inteligencia contra el narcotráfico que encabeza Sanabria fue intervenido y 15 altos funcionarios resultaron detenidos. El cargo del general (r) era de confianza del Presidente Evo Morales y se le considera un muy cercano asesor del Mandatario.
Vigilancia permanente
El capítulo chileno de esta operación no estuvo exento de alta tensión, aportada por el contenedor con droga, que desde su ingreso a Chile por el paso Chungará, el 26 de septiembre, se convirtió en un blanco permanente de vigilancia. Policías encubiertos acechaban sus movimientos en los recintos de acopio del puerto de Arica. Desde un lugar elevado, agentes del OS-7 lo seguían con binoculares en el día y con una cámara de visión nocturna cuando el sol se iba. Así, se resguardaban de eventuales acciones que pudieran frustrar la operación. Bastaba que algún extraño se acercara de forma sospechoso, creían los investigadores, para que los narcos decidieran frenar el negocio.
Pero al final, nada pasó y en noviembre el contenedor salió con rumbo a Miami.
Luego de esta "prueba de la blancura" para los narcos, los agentes encubiertos iniciaron una nueva operación, esta vez por 2 mil 800 kilos de cocaína. Sin embargo, este negocio finalmente se frustró.
Las diligencias en Chile fueron confirmadas ayer por Carabineros. El el director de Investigación Delictual y Drogas, general Christian Fuenzalida, indicó que "efectivamente, el OS-7 como departamento especializado formó parte de una operación que permitió conseguir resultados por parte de organismos antidrogas de otros países con los que permanentemente hay intercambio de información. Por ahora estimamos prudente no difundir detalles, pero podemos señalar que estas intervenciones permitieron detectar tránsito de embarques de cocaína concertados desde el exterior".
Imputado en EE.UU.
Sanabria fue llevado a Miami, donde ayer se le formalizaron cargos por "conspiración para el narcotráfico". Él se declaró inocente. Como primeras diligencias, la justicia de EE.UU. solicitó incautar cuatro cuentas corrientes de Sarabia en las que tenía 509 mil 150 dólares.
Otros casos
En Guatemala, el año 2005, el entonces jefe de la policía antidrogas, Adán Castillo , aceptó un soborno de 25 mil dólares de parte de un informante de la DEA a cambio de protección para los envíos de cocaína rumbo a Estados Unidos. El intercambio quedó registrado en una grabación y Castillo fue detenido en Virginia.
En ese mismo país, el año pasado, la jefa de la sección antidrogas Nelly Bonilla y el director de la Policía Nacional Civil, Baltazar Gómez, fueron arrestados por su presunta participación como líderes de una banda de policías que robó casi 700 kilos de cocaína a traficantes.
En México, el año 2008, la DEA arrestó en Los Angeles, California, a Carlos Alberto Cedano Filippini , jefe de la Agencia Federal de Investigaciones de la mexicana ciudad fronteriza de Mexicali, como parte de una investigación sobre crimen y narcotráfico.
El año 2009, en ese mismo país, fue arrestado Mariano Herrán (foto superior), quien fuera dirigente nacional del combate al narcotráfico en México, acusado de actos de corrupción cuando se desempeñaba como secretario de Economía del estado de Chiapas.
Herrán fue el encargado de las políticas mexicanas de combate al narcotráfico de 1997 al 2000, en reemplazo del general Jesús Gutiérrez Rebollo (foto inferior), condenado a su vez por prestar asesoría a un narcotraficante de alto nivel.
En 2007 Gutiérrez Rebollo fue condenado a 40 años de prisión y una millonaria multa. Había sido detenido en 1997 por sus vínculos con Amado Carrillo, fundador del cartel de Juárez.
Noé Ramírez, otro ex alto funcionario antidrogas mexicano, fue detenido en 2008. Recibía 450.000 dólares al mes del Cartel del Pacífico.
Hinzpeter: "Nuestros puertos están retomando la mano firme y rigurosa en el control del narcotráfico"
El Vicepresidente de la República, Rodrigo Hinzpeter, confirmó a "El Mercurio" la operación en la que participó el OS-7 y que derivó en la captura de general (r) boliviano René Sanabria.
Junto con ello destacó que el gobierno "decidió cambiar la mano, y así lo hemos dicho, en el combate al narcotráfico y estamos naturalmente haciendo esfuerzos más intensos que los que a lo mejor hacían otros gobiernos. Creo que los resultados nos han acompañado. En ese marco, y en ese contexto, se realizó por parte de Carabineros OS-7, en conjunto con la DEA, una operación de inteligencia que permitió dejar en evidencia que se estaba planificando por el norte de nuestro país un envío de dos toneladas de cocaína al mercado norteamericano".
"Desafortunadamente -añadió- según los antecedentes que tendrían que confirmarse a través de un proceso judicial, y en esto quiero ser muy preciso, estaría involucrado o aparecería en principio involucrado un ex general de la República de Bolivia, el general René Sanabria, que ya estaba en retiro, pero que estaba actuando como asesor en materia de drogas del gobierno boliviano".
Hinzpeter además enfatizó que los "narcotraficantes que utilizan nuestros puertos se aprovechan del prestigio de Chile (pero) nuestros puertos están retomando la mano firme y rigurosa en el control del narcotráfico".
Respecto de alguna eventual medida de revisión de los tratados sobre la carga venida desde Bolivia, el Vicepresidente indicó que "si en algún momento nosotros creemos que hay que hacer algunas mejoras que permitan un más adecuado control de la carga, se lo plantearíamos al gobierno del presidente Morales para que, si ellos están de acuerdo, procedamos en ese sentido. Pero la revisión de cualquier tratado siempre debe hacerse en forma bilateral".
Gobierno boliviano negó que haya protegido a Sanabria y descartó eventual regreso de la DEA
El gobierno de Bolivia aseguró ayer que el caso del general (r) René Sanabria demuestra que no tolerará vínculos entre las esferas de poder y el narcotráfico, al tiempo que rechazó versiones de prensa sobre supuestas gestiones para proteger al oficial.
"No existe ninguna posibilidad de que el gobierno del Estado plurinacional de Bolivia incurra en algún acto de encubrimiento", dijo ayer el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, quien negó que la Cancillería de ese país haya solicitado la repatriación de Sanabria.
Asimismo, explicó por qué el alto oficial no fue detenido en territorio boliviano. "De haber existido una orden de captura internacional, por supuesto habríamos procedido de manera inmediata (en su contra)", expresó Llorenti, quien resaltó que tras conocerse de su detención en Panamá, se procedió a encarcelar a más policías involucrados.
El ministro de gobierno rechazó, asimismo, que Sanabria haya sido el "brazo derecho" del Presidente Evo Morales: "El general (r) René Sanabria estaba a cargo del Centro de Información y Generación de Inteligencia, Cegein (...). Él estaba en una unidad de unas 15 personas, y está en un quinto nivel de jerarquía dentro del Ministerio de Gobierno".
Sacha Llorenti respondió a las críticas de la oposición, que enfatizan que el episodio pone en entredicho la política antidrogas del gobierno y que han recordado, además, la detención por esta misma causa de un "amauta" (líder religioso indígena) que participaba en actos oficiales de gobierno, y de un alcalde oficialista. "En los tres casos, los involucrados y sus cómplices están tras las rejas, eso marca la diferencia con otros gobiernos", sostuvo. Rechazó también la necesidad de reinstalar la agencia antidrogas estadounidense, DEA: "Por dignidad del Estado, no retornará. Eso es una política de Estado".