Oposición de Yemen llama a intensificar protestas, seis militares muertos
La oposición yemení se declaró el domingo determinada a echar al presidente Alí Abdalá Saleh, y el régimen, que se niega a ceder, acusó al grupo islamista Al Qaida de tres ataques que costaron la vida a seis militares.
Una importante muchedumbre continuó el domingo la protesta pacífica instalada frente a la universidad de Saná desde el 20 de febrero para obtener la caída del régimen.
En Ibb, unos 200 km al sur de la capital, los manifestantes fueron atacados por partidarios del régimen y 61 de ellos resultaron heridos, principalmente por puñaladas, pedradas y golpes de porra, anunció un militante de la oposición.
Cientos de personas favorables al Congreso Popular General (CPG, en el poder) atacaron a los manifestantes sin que las fuerzas de seguridad interviniesen, precisó Abdulkarim Mohamed Alí, un organizador local de la protesta.
Tres ataques separados, atribuidos a la red islamista Al Qaida de Osama bin Laden, causaron la muerte de seis militares en tres regiones del país, según responsable locales.
En Maareb (173 km al este de Saná), desconocidos dispararon contra cuatro miembros de la Guardia Republicana que se encontraban a bordo de un camión del ejército, matándolos instantáneamente, según una fuente local.
"Este ataque se parece a los lanzados en el pasado por Al Qaida", añadió el responsable de la provincia.
El ataque se produjo cerca de Wadi Abida "un refugio de Al Qaida", precisó.
En el sur del país, un coronel de los servicios secretos, Abdel Hamid al Sharabi, murió por disparos de "dos miembros de Al Qaida" en Zinjibar, capital de la provincia de Abyan, indicó a la AFP un responsable provincial.
Los dos hombres que circulaban en una motocicleta dispararon a quemarropa contra el oficial que hacía compras en el mercado de la ciudad, antes de darse a la fuga, según la fuente.
En la provincia sureña de Hadramut, un segundo coronel, Shayef al Shuaibi, cayó bajo las balas de dos presuntos miembros de Al Qaida, indicaron testigos.
Según éstos, hombres armados a bordo de una motocicleta dispararon contra el coronel cuando éste se encontraba en un restaurante de la ciudad de Seyun, alcanzándolo en la cabeza.
El oficial falleció instantáneamente y sus agresores se dieron a la fuga.
Al tiempo en que ocurrían estos hechos, la oposición incitó a "todo el pueblo a que intensifique las manifestaciones en todas las regiones, con el fin de que no haya otra opción (para el jefe de Estado) más que la dimisión", según el portavoz de la oposición parlamentaria, Mohamad al Sabri.
El presidente yemení Saleh, en el poder desde hace 32 años, rechazó el sábado una proposición que hizo la oposición, a través de la mediación de dignatarios religiosos, para que renuncie antes del fin de este año, cuando su mandato termina en 2013.
La posición del presidente "significa su muerte política y la (gente que sale a la) calle es nuestra única arma", según al Sabri, quien anunció "el final del diálogo indirecto a través de los dignatarios religiosos".
Desde finales de enero se han producido manifestaciones en Saná, Taez y Adén para pedir la caída del régimen yemení. Según Amnistía Internacional, al menos 27 personas perdieron la vida en estas manifestaciones.
El deterioro de la situación en Yemen provocó que Estados Unidos y Reino Unido sugirieran a sus ciudadanos que salgan del país en crisis.
Una importante muchedumbre continuó el domingo la protesta pacífica instalada frente a la universidad de Saná desde el 20 de febrero para obtener la caída del régimen.
En Ibb, unos 200 km al sur de la capital, los manifestantes fueron atacados por partidarios del régimen y 61 de ellos resultaron heridos, principalmente por puñaladas, pedradas y golpes de porra, anunció un militante de la oposición.
Cientos de personas favorables al Congreso Popular General (CPG, en el poder) atacaron a los manifestantes sin que las fuerzas de seguridad interviniesen, precisó Abdulkarim Mohamed Alí, un organizador local de la protesta.
Tres ataques separados, atribuidos a la red islamista Al Qaida de Osama bin Laden, causaron la muerte de seis militares en tres regiones del país, según responsable locales.
En Maareb (173 km al este de Saná), desconocidos dispararon contra cuatro miembros de la Guardia Republicana que se encontraban a bordo de un camión del ejército, matándolos instantáneamente, según una fuente local.
"Este ataque se parece a los lanzados en el pasado por Al Qaida", añadió el responsable de la provincia.
El ataque se produjo cerca de Wadi Abida "un refugio de Al Qaida", precisó.
En el sur del país, un coronel de los servicios secretos, Abdel Hamid al Sharabi, murió por disparos de "dos miembros de Al Qaida" en Zinjibar, capital de la provincia de Abyan, indicó a la AFP un responsable provincial.
Los dos hombres que circulaban en una motocicleta dispararon a quemarropa contra el oficial que hacía compras en el mercado de la ciudad, antes de darse a la fuga, según la fuente.
En la provincia sureña de Hadramut, un segundo coronel, Shayef al Shuaibi, cayó bajo las balas de dos presuntos miembros de Al Qaida, indicaron testigos.
Según éstos, hombres armados a bordo de una motocicleta dispararon contra el coronel cuando éste se encontraba en un restaurante de la ciudad de Seyun, alcanzándolo en la cabeza.
El oficial falleció instantáneamente y sus agresores se dieron a la fuga.
Al tiempo en que ocurrían estos hechos, la oposición incitó a "todo el pueblo a que intensifique las manifestaciones en todas las regiones, con el fin de que no haya otra opción (para el jefe de Estado) más que la dimisión", según el portavoz de la oposición parlamentaria, Mohamad al Sabri.
El presidente yemení Saleh, en el poder desde hace 32 años, rechazó el sábado una proposición que hizo la oposición, a través de la mediación de dignatarios religiosos, para que renuncie antes del fin de este año, cuando su mandato termina en 2013.
La posición del presidente "significa su muerte política y la (gente que sale a la) calle es nuestra única arma", según al Sabri, quien anunció "el final del diálogo indirecto a través de los dignatarios religiosos".
Desde finales de enero se han producido manifestaciones en Saná, Taez y Adén para pedir la caída del régimen yemení. Según Amnistía Internacional, al menos 27 personas perdieron la vida en estas manifestaciones.
El deterioro de la situación en Yemen provocó que Estados Unidos y Reino Unido sugirieran a sus ciudadanos que salgan del país en crisis.