Evo Morales acusa a la DEA de complicidad con narcos

La Paz, Agencias
El presidente Evo Morales acusó a la oficina antidrogas estadounidense (DEA) de haberse vinculado en el pasado con narcotraficantes locales y aseguró que no permitirá su regreso a Bolivia, de donde fue expulsada en 2008.

"Mientras sea presidente haré respetar la soberanía y dignidad de Bolivia y la DEA no volverá, no quiero que vuelva a mandar a nuestros oficiales. Eso vamos a defender porque eso me enseñaron en las fuerzas armadas", dijo el mandatario el jueves durante una ceremonia militar en la que entregó ascensos a varios generales.

Morales hizo los comentarios una semana después de la captura de un alto ex jefe policial antidrogas boliviano, René Sanabria, detenido a instancias de la DEA en Panamá y extraditado a Estados Unidos por narcotráfico.

Morales expulsó a la DEA a fines de 2008 por sospechas de espionaje y desmontó todo el aparato de control que tenía en Bolivia. Acusó a agentes armados estadounidenses de haberlo perseguido y detenido ilegalmente cuando era dirigente del mayor sindicato cocalero en los noventa y resistía los planes de erradicación de coca que financiaba Estados Unidos.

El gobernante acusó a la agencia estadounidense "de haber protegido a los narcotraficantes de Huanchaca" en 1986, cuando se descubrió un gran laboratorio de cocaína en una remota región de la selva operado por narcotraficantes brasileños y bolivianos.

Políticos de entonces dijeron que la DEA y la CIA supuestamente protegieron ese laboratorio porque la cocaína estaba destinada a financiar la compra de armas para la contra nicaragüense que combatía a los sandinistas. Nunca se confirmaron esas sospechas.

La captura de Sanabria ha sido el más duro golpe a la política antidrogas de Morales. Era director de una oficina de inteligencia contra el narcotráfico en el Ministerio de Gobierno y entre 2007 y 2008 fue jefe de la policía antidrogas en Bolivia.

En su primera comparecencia el miércoles ante un tribunal de Florida, Sanabria se declaró inocente de los cargos. Se lo acusa de haber introducido 144 kilos de cocaína a Estados Unidos en 2010.

Morales informó que desde 2005, cuando asumió la presidencia, 38 policías han sido dados de baja y procesados por complicidad con el narcotráfico. "No vamos a permitir que nadie se implique" en drogas, acotó.

Señaló que su gobierno hace esfuerzos para combatir a las mafias de la droga a pesar de que Estados Unidos le recortó su aporte y una vez más llamó a los gobiernos de la región a "regionalizar la lucha contra las drogas" porque Washington "utiliza (el combate a las drogas) con fines políticos".

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