Milan cayó en Palermo y volvió a abrir el torneo
Roma, Agencias
En un partido de la fecha 30 del Calcio, disputado el sábado por la noche en Palermo, el equipo local, con un gol de Dorin Gojan en la primera etapa, le ganó a Milan por 1 a 0.
Este resultado no cambia la tabla del Diávolo, que sigue en primera posición con 62 unidades, si bien ahora podría ver reducida su distancia respecto a Inter y Nápoli. Los rosanegros, por su parte, con 43 puntos se ubican momentáneamente en la séptima plaza de la clasificación.
El resultado, en fin de cuentas, fue justo porque, si bien premia más de lo debido a un Palermo amarette y penaliza demasiado a una visita que se defendió bien y que cometió un único error, subraya correctamente todos los límites de un Milan en evidente merma.
El match empezó con los dos cuadros estudiándose, pero cambió repentinamente al décimo minuto, cuando los sicilianos se pusieron en ventaja con un gol en jugada de pelota parada.
El tanto fue increíble, porque los rosanegros pudieron golpear dos veces de cabeza, con la defensa rossonera inmóvil, antes de que la pelota le quedara a dos pasos del arco a Gojan, quien completamente solo pudo mandarla a guardar sin problemas.
La ventaja, para un equipo que no anotaba desde hacía 412 minutos y que venía de cinco derrotas al hilo, claramente significó la oportunidad de cerrarse en defensa para salir a buscar el contraataque.
Así, lo hombres de Serse armaron un dique impenetrable adelante de su propria área, que se demostró realmente funcional tanto por méritos proprios cuanto, especialmente, por culpa del estéril y lento ataque de Milan, que se movió muy poco sin pelota y no supo crear nada de especial.
Además, la visita tuvo la complicación de la lesión de Jankulovsky, quien fue sustituido por un pésimo Antonini, quien nunca logró encontrar el justo ritmo del partido.
Así, el primer tiempo se fue con un par de chances de Palermo, una con Pastore y otra con Pinilla (ambos muy hábiles en dialogar juntos, especialmente cuando disponen de espacio) y con una buena situación para Cassano, quien fue lentísimo en encarar al arquero y terminó rematando afuera.
En el complemento, Milan mejoró un poquito, especialmente gracias al ingreso de Boateng (por Van Bommel), quien aumentó la velocidad de la maniobra de su equipo, que desde ese momento finalmente logró armar alguna jugada con pases de primera.
Sin embargo, la visita siguió estéril de ideas e iniciativas y, a menudo, cuando la maniobra rossonera desahogó sobre los laterales, el consecuente centro no encontró a nadie en el medio, puesto que todos los delanteros estaban afuera del área.
A todo eso, Palermo siguió buscando la contra, pero por culpa de su posición demasiado baja sobre el campo y también a causa de una performance increíble de Thiago Silva, raramente los locales lograron crear algún peligro.
Para el Diávolo las cosas se complicaron todavía más al minuto 20, cuando Pato tuvo que salir por una tremenda patada sufrida por parte de Migliaccio; vale la pena aclarar que el golpe fue casual y que el jugador rosanegro jugó un partidazo, en una posición que no es la suya (central defensivo), y fue sin dudas la figura del match.
La sustitución obligada, con el ingreso de Robinho, fue positiva para Milan, porque el brasilero se vio muy activo en fase ofensiva. Sin embargo, probablemente el cambio que Allegri tenía pensado era en lugar de Cassano, quien estuvo realmente impresentable.
Al final, el producto de los segundos 45 minutos estuvo todo en tres remates peligrosos de Milan y uno de Palermo. En ese marco, los rossoneri hubieran merecido anotar un gol, pero tuvieron que hacer las cuantas con Sirigu, quien se exhibió en dos tapadas increíbles: una para sacar un derechazo de Flamini y otra para ahogarle en la garganta el grito del gol a Gattuso.
La chance de Palermo, en cambio, llegó apenas sobre el final, cuando Hernández desperdició una buenísima contra, que no pudo terminar en gol sobre todo por la gran labor defensiva de Thiago Silva, quien es el verdadero líder de un equipo que, sobre todo recientemente, parece basar su juego en la defensa.