Los rebeldes libios retoman la ciudad estratégica de Ajdabiya
Los opositores a Gadafi recuperan la localidad gracias a la aviación aliada.- La coalición internacional bombardea Misrata para liberarla del ejército libio, que controla las entradas este y oeste
Bengasi, El País
Las fuerzas rebeldes libias han retomado esta mañana la ciudad costera de Ajdabiya, gracias al apoyo de la aviación aliada, y recuperan así una plaza estratégica en la defensa de Bengasi, el gran bastión de los insurgentes. Con este golpe frenan el avance hacia el este de las fuerzas militares del régimen de Muamar Gadafi, que han sido expulsadas del reducto que mantenían en la entrada oeste de la localidad. Tras una noche de enfrentamientos durante la que la aviación bombardeó las posiciones de Gadafi en el este de la urbe, el camino quedó expedito para que los rebeldes penetraran de nuevo. A primeras horas de hoy los insurgentes regresaron ondeando banderas, haciendo sonar los cláxones de sus vehículos y mostrando el signo de la victoria, entre edificios acribillados con impactos de bala. Mientras, la coalición internacional ha iniciado el bombardeo de Misrata, la única ciudad rebelde del oeste del país, para liberarla del control de Gadafi, que controla las entradas este y oeste.
El Gobierno libio ha confirmado la retirada de sus fuerzas de Ajdabiya, según ha informado el viceministro de Exteriores libio, que ha acusado a la coalición internacional de ayudar directamente a los rebeldes a apoderarse del país en lugar de dedicarse exclusivamente a proteger a la población libia. La revuelta arrebata así una plaza importante a las fuerzas de Gadafi. Sus tropas consiguieron adueñarse de Ajdabiya la semana pasada, durante su arremetida contra la revuelta en el este después tras un mes. El objetivo era utilizarse como base desde la que lanzar la gran ofensiva sobre Bengasi, el gran bastión de la revuelta contra Gadafi. Pero la intervención militar de la coalición internacional, lanzada el pasado 19 de marzo, ha frenado su avance. El cambio decisivo sucedió ayer por la tarde, cuando los bombardeos aéreos golpearon las posiciones de las tropas del régimen, que se habían atrincherado en algunas zonas de esta localidad costera. Aprovechando la ventaja de este apoyo, los rebeldes volvieron a la ofensiva y penetraron en esta ciudad estratégica, situada 160 kilometros al sur de Bengasi, la fortaleza de la oposición.
"Ajdabiya está más o menos bajo nuestro control, falta limpiar algunas calles porque todavía hay gente de Gadafi en algunos puntos", ha señalado a Efe Mustafá Geriani, portavoz de los rebeldes en la zona, quien ha precisado que la lucha está siendo "feroz". "Los rebeldes han tomado el acceso este. Dicen que también han tomado el acceso oeste y la ciudad entera", según ha señalado el corresponsal de la BBC en la ciudad, Ben Brown. "Para ellos, se trata de una victoria decisiva". Según las fuerzas insurgentes, las tropas de Gadafi "se han desparramado por todas partes" tras el ataque. Los rebeldes afirman ahora que tienen intención de desplazarse hacia el oeste, hacia la ciudad de Brega.
La recuperaciónde Ajdabiya significa una gran triunfo de los insurrectos tras perder la ciudad hace dos semanas. Hasta ahora los choques habían llegado a una situación de estancamiento en el que la guerra parecía empantanada, sin movimientos significativos. Los bombardeos de las fuerzas aliadas cumplieron anoche su séptima jornada desde que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobar tomar todas las medidas necesarias para establecer una zona de exclusión aérea con el objetivo de proteger a los ciudadanos.
Dura lucha por Misrata
Las tropas de Gadafi mantienen los ataques sobre la ciudad insurrecta de Misrata, donde el balance de muertos de la última semana se eleva a 115., según ha indicado hoy un residente a la agenciar Reuters. "Aún hay operaciones de las fuerzas de Gadafi contra los civiles de la ciudad", añade la fuente, por teléfono, y que ha preferido no identificarse. "Los hombres de Gadafi siguen controlando las entradas este y oeste de la ciudad. Los francotiradores siguen disparando contra los civiles. Están apostados en los tejados de los edificios del centro de la ciudad. Han muerto 115 personas durante la semana pasada", ha añadido.
Los rebeldes mantienen un control precario de la ciudad, a pesar de la leve mejoría de ayer tras los ataques aliados a lo largo del día. Los tanques del dictador alcanzaron por la noche el centro de la ciudad y sus francotiradores tomaron posiciones. La coalición tiene especial cuidado al lanzar ataques sobre ciudades porque quiere minimizar al máximo las bajas civiles. "Los francotiradores están escondidos en algunos edificios. No sabemos cuántos quedan, los rebeldes han matado a 30 de ellos", ha declarado un portavoz rebelde a Reuters. Los insurrectos aseguran que se han hecho con el puerto, imprescindible para recibir suministros. Los residentes están sin agua, luz ni teléfono.
El régimen niega que efectúe una operación ofensiva y dice que sus tropas solo se defienden cuando son atacadas. Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha asegurado esta noche que Gadafi no está cumpliendo lo exigido por la resoluciones de Naciones Unidas. Su enviado especial a Libia ha amenazado al régimen con "medidas adicionales" si persiste en su actitud.
Objetivos en Trípoli
Trípoli también fue ayer escenario de choques. En Tajoura, uno de los barrios más activos de la capital en contra del régimen, se oyeron tres fuertes explosiones, que golpearon una instalación militar, según la televisión libanesa y varios testigos. "Los cristales de las ventanas han explotado. El ataque ha golpeado una instalación militar de radares que está en llamas", ha indicado un habitante de la zona. En el barrio hay muchos enclaves militares, lo que lo ha convertido en objetivo de continuos ataques aliados desde que iniciaron la operación. Anoche también fue atacada la ciudad de Zlite, a 160 kilómetros al este de la capital y a 50 de Misrata, según la televisión Al-Jamahiriya.
Visita a una granja en Trípoli
En Trípoli, blanco de los bombardeos aliados una noche más, el régimen ha llevado a los periodistas a una granja que, según la versión oficial, había sido atacada por los aliados. El dueño asegura que ha oído explosiones. Hay desperfectos pero no se ven señales de que haya habido explosiones. No hay ni olor, ni cráter. No sabemos lo que es, pero sabemos lo que no es. Hay muros con muchos disparos pero de balas de calibre pequeño. Los disparos han sido hechos desde el tejado de la casa. El dueño dice que la hija está en el hospital, herida por la onda expansiva. Frente a la casa, al lado de una palmera, hay un agujero pequeño con restos de metal de la cola de un misil, pero el agujero es pequeño y los alrededores no están quemados.