Los países occidentales se movilizan para atacar por aire a Gadafi
Trípoli, Agencias
Una coalición de naciones occidentales y Qatar se preparaba este viernes para empezar a atacar por aire las fuerzas del coronel Muamar Gadafi en Libia, después de que la ONU diera luz verde a una operación en la que la OTAN todavía no decidió si participará.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, afirmó que "todo está listo" para una acción militar en Libia, aunque una cumbre entre la Unión Europea, la Unión Africana y la Liga Árabe prevista el sábado en París permitirá "analizar" el alto el fuego recién anunciado por Trípoli.
"Estamos listos", pero "la reunión de mañana en la que participarán muchos países europeos, los estadounidenses, los países árabes, los africanos, será la ocasión de analizar las declaraciones que acaba de hacer el régimen de Gadafi sobre el alto el fuego, y sacar conclusiones", explicó Juppé.
Franceses, británicos y estadounidenses, apoyados por Qatar, serían los protagonistas de estas primeras acciones aéreas.
Los expertos estiman que una coalición occidental de ese nivel dispone de suficientes medios terrestres, aéreos y marítimos para garantizar el éxito de su misión, frente a las modestas fuerzas libias.
La base italiana de Sigonella, en Sicilia (sur) podría ser utilizada por Londres y Washington, mientras que Francia dispone de su propia base en Solenzara, Córcega.
Otros países miembros de la OTAN -Canadá, Noruega, Dinamarca, Bélgica-, anunciaron su intención de unirse a la coalición, aportando aviones de transporte, cazabombarderos F-16 y F-18, entre otros medios, para participar en los ataques o apoyar una operación humanitaria.
Seis aviones CF-18 canadienses preveían desplazarse este viernes hasta la zona para contribuir a implementar una zona de exclusión aérea en el espacio libio, que tiene por objetivo impedir volar a la aviación de Gadafi.
Otros países, como Dinamarca y Noruega, deben todavía obtener el aval de sus respectivos parlamentos o formalizar su decisión para sumarse a la coalición.
Si bien todas estas naciones pertenecen a la OTAN, la Alianza, dividida desde hace semanas sobre la conveniencia de lanzar una intervención militar en Libia, se limitó este viernes a "acelerar los planes" para una eventual participación, según un responsable de la organización atlántica.
Alemania, que rechaza apoyar toda operación castrense en Libia, se abstuvo el jueves en el voto sobre la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permitió el recurso a la fuerza contra Gadafi y fue presentada por París y Londres.
La canciller Angela Merkel indicó este viernes que buscaba la forma de no bloquear una participación de la Alianza sin que su país interviniera, estudiando retirar en especial al personal alemán al mando de los aviones-radar Awacs de la OTAN desplegados en el Mediterráneo.
Pero aunque Berlín despeje el camino, todavía quedará Turquía, miembro árabe de la OTAN hostil a una intervención militar en la ribera sur del Mediterráneo.
En cuanto a Francia, poco favorable a una extensión de la zona de intervención de la organización militar en África del Norte, privilegia una coalición de países voluntarios en la que participen naciones árabes, como Qatar, que confirmó su participación, o los Emiratos Árabes Unidos.
Una vez descartado que la Alianza no asumirá "la dirección" de las operaciones en Libia, las opciones sobre la mesa son una participación en la zona de exclusión aérea, en la vigilancia sobre el embargo de armas impuesto por la ONU al régimen de Gadafi o bien una misión de carácter humanitario, según fuentes diplomáticas.
Una coalición de naciones occidentales y Qatar se preparaba este viernes para empezar a atacar por aire las fuerzas del coronel Muamar Gadafi en Libia, después de que la ONU diera luz verde a una operación en la que la OTAN todavía no decidió si participará.
El ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé, afirmó que "todo está listo" para una acción militar en Libia, aunque una cumbre entre la Unión Europea, la Unión Africana y la Liga Árabe prevista el sábado en París permitirá "analizar" el alto el fuego recién anunciado por Trípoli.
"Estamos listos", pero "la reunión de mañana en la que participarán muchos países europeos, los estadounidenses, los países árabes, los africanos, será la ocasión de analizar las declaraciones que acaba de hacer el régimen de Gadafi sobre el alto el fuego, y sacar conclusiones", explicó Juppé.
Franceses, británicos y estadounidenses, apoyados por Qatar, serían los protagonistas de estas primeras acciones aéreas.
Los expertos estiman que una coalición occidental de ese nivel dispone de suficientes medios terrestres, aéreos y marítimos para garantizar el éxito de su misión, frente a las modestas fuerzas libias.
La base italiana de Sigonella, en Sicilia (sur) podría ser utilizada por Londres y Washington, mientras que Francia dispone de su propia base en Solenzara, Córcega.
Otros países miembros de la OTAN -Canadá, Noruega, Dinamarca, Bélgica-, anunciaron su intención de unirse a la coalición, aportando aviones de transporte, cazabombarderos F-16 y F-18, entre otros medios, para participar en los ataques o apoyar una operación humanitaria.
Seis aviones CF-18 canadienses preveían desplazarse este viernes hasta la zona para contribuir a implementar una zona de exclusión aérea en el espacio libio, que tiene por objetivo impedir volar a la aviación de Gadafi.
Otros países, como Dinamarca y Noruega, deben todavía obtener el aval de sus respectivos parlamentos o formalizar su decisión para sumarse a la coalición.
Si bien todas estas naciones pertenecen a la OTAN, la Alianza, dividida desde hace semanas sobre la conveniencia de lanzar una intervención militar en Libia, se limitó este viernes a "acelerar los planes" para una eventual participación, según un responsable de la organización atlántica.
Alemania, que rechaza apoyar toda operación castrense en Libia, se abstuvo el jueves en el voto sobre la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que permitió el recurso a la fuerza contra Gadafi y fue presentada por París y Londres.
La canciller Angela Merkel indicó este viernes que buscaba la forma de no bloquear una participación de la Alianza sin que su país interviniera, estudiando retirar en especial al personal alemán al mando de los aviones-radar Awacs de la OTAN desplegados en el Mediterráneo.
Pero aunque Berlín despeje el camino, todavía quedará Turquía, miembro árabe de la OTAN hostil a una intervención militar en la ribera sur del Mediterráneo.
En cuanto a Francia, poco favorable a una extensión de la zona de intervención de la organización militar en África del Norte, privilegia una coalición de países voluntarios en la que participen naciones árabes, como Qatar, que confirmó su participación, o los Emiratos Árabes Unidos.
Una vez descartado que la Alianza no asumirá "la dirección" de las operaciones en Libia, las opciones sobre la mesa son una participación en la zona de exclusión aérea, en la vigilancia sobre el embargo de armas impuesto por la ONU al régimen de Gadafi o bien una misión de carácter humanitario, según fuentes diplomáticas.