Jimmy Carter visita Cuba para atenuar tensiones con EEUU
La Habana, Agencias
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter inició este lunes una visita de tres días a Cuba para discutir con el gobernante Raúl Castro posibilidades de mejorar la relación bilateral, crispada por el encarcelamiento del contratista norteamericano Alan Gross.
Nueve años después de su primera visita a Cuba, el ex mandatario, de 86 años, llegó a La Habana en compañía de su esposa Rosalynn, en misión no gubernamental, y fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
Carter, la figura política estadounidense más importante que ha visitado la isla en medio siglo de gobierno comunista, se reunirá en la tarde con líderes de la comunidad hebrea y con el cardenal Jaime Ortega.
El ex presidente, quien durante su gobierno (1977-1981) buscó normalizar las relaciones con Cuba, se reunirá con Raúl Castro el martes, después de que visite el antiguo Convento de Belén, en La Habana Vieja.
En su viaje de 2002, Carter tuvo varias reuniones con el entonces presidente del país, Fidel Castro, de 84 años, quien elogió su "ética" en un artículo de prensa, por lo que no se descarta que lo reciba esta vez en su casa, ahora ya retirado del gobierno.
El Centro Carter anunció que el viaje tiene un carácter "privado" con el fin de informarse sobre las reformas económicas que impulsa Raúl Castro y analizar vías para bajar la confrontación entre ambos países, sin nexos diplomáticos desde 1961.
Aunque hubo una tregua al llegar Barack Obama al poder en Estados Unidos en 2009, el conflicto volvió a subir de tono con el caso Gross, arrestado en diciembre de ese año y condenado el pasado 12 de marzo a 15 años de prisión, acusado de desarrollar un plan de redes informáticas clandestinas para socavar al gobierno comunista.
A pesar de no estar en Cuba en misión oficial, el gobierno de Obama y la familia Gross dijeron esperar que Carter, conocido por su talante negociador, busque una liberación "humanitaria" del contratista, de 61 años y quien encara problemas de salud y familiares.
Estados Unidos, que no acepta acercamiento con Cuba mientras Gross esté encarcelado, lo reconoce como empleado de una empresa subcontratada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), pero sostiene que sólo proveía acceso a internet a grupos judíos.
Aunque los miembros de la comunidad judía niegan haber tenido contacto con Gross, Carter y funcionarios de Estados Unidos que han visitado la isla han incluido en sus agendas los encuentros con líderes hebreos.
El viaje de Carter coincide con la conclusión de un proceso de liberación de medio centenar de opositores condenados en 2003, resultado de un inédito diálogo instalado en mayo de 2010 entre Raúl Castro y el cardenal Ortega.
Su visita tiene también lugar en vísperas del VI Congreso del Partido Comunista, que debe refrendar los cambios económicos, que incluyen un apertura al sector privado y el recorte de más de un millón de empleos estatales para evitar el colapso del modelo socialista.
En su anterior visita, Carter condenó el embargo estadounidense, pero avaló también públicamente un proyecto opositor de apertura democrática y se reunió con una veintena de disidentes.
Durante su presidencia, Carter eliminó en 1977 las restricciones impuestas por el embargo a los estadounidenses para viajar a Cuba -restauradas en 1982 por Ronald Reagan-, y ocurrió el conflicto por el éxodo de Mariel en 1980, cuando unos 125.000 cubanos emigraron a Estados Unidos.
Bajo su gestión, ambos países establecieron oficinas de intereses en La Habana y Washington, cuyos actuales representantes, el cubano Jorge Bolaños y el estadounidense Jonathan Farrar, acudieron este lunes al aeropuerto a recibirlo.
El ex presidente norteamericano, Premio Nobel de la Paz 2002, concluirá su visita el miércoles, tras una conferencia de prensa.
El ex presidente estadounidense Jimmy Carter inició este lunes una visita de tres días a Cuba para discutir con el gobernante Raúl Castro posibilidades de mejorar la relación bilateral, crispada por el encarcelamiento del contratista norteamericano Alan Gross.
Nueve años después de su primera visita a Cuba, el ex mandatario, de 86 años, llegó a La Habana en compañía de su esposa Rosalynn, en misión no gubernamental, y fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
Carter, la figura política estadounidense más importante que ha visitado la isla en medio siglo de gobierno comunista, se reunirá en la tarde con líderes de la comunidad hebrea y con el cardenal Jaime Ortega.
El ex presidente, quien durante su gobierno (1977-1981) buscó normalizar las relaciones con Cuba, se reunirá con Raúl Castro el martes, después de que visite el antiguo Convento de Belén, en La Habana Vieja.
En su viaje de 2002, Carter tuvo varias reuniones con el entonces presidente del país, Fidel Castro, de 84 años, quien elogió su "ética" en un artículo de prensa, por lo que no se descarta que lo reciba esta vez en su casa, ahora ya retirado del gobierno.
El Centro Carter anunció que el viaje tiene un carácter "privado" con el fin de informarse sobre las reformas económicas que impulsa Raúl Castro y analizar vías para bajar la confrontación entre ambos países, sin nexos diplomáticos desde 1961.
Aunque hubo una tregua al llegar Barack Obama al poder en Estados Unidos en 2009, el conflicto volvió a subir de tono con el caso Gross, arrestado en diciembre de ese año y condenado el pasado 12 de marzo a 15 años de prisión, acusado de desarrollar un plan de redes informáticas clandestinas para socavar al gobierno comunista.
A pesar de no estar en Cuba en misión oficial, el gobierno de Obama y la familia Gross dijeron esperar que Carter, conocido por su talante negociador, busque una liberación "humanitaria" del contratista, de 61 años y quien encara problemas de salud y familiares.
Estados Unidos, que no acepta acercamiento con Cuba mientras Gross esté encarcelado, lo reconoce como empleado de una empresa subcontratada por la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID), pero sostiene que sólo proveía acceso a internet a grupos judíos.
Aunque los miembros de la comunidad judía niegan haber tenido contacto con Gross, Carter y funcionarios de Estados Unidos que han visitado la isla han incluido en sus agendas los encuentros con líderes hebreos.
El viaje de Carter coincide con la conclusión de un proceso de liberación de medio centenar de opositores condenados en 2003, resultado de un inédito diálogo instalado en mayo de 2010 entre Raúl Castro y el cardenal Ortega.
Su visita tiene también lugar en vísperas del VI Congreso del Partido Comunista, que debe refrendar los cambios económicos, que incluyen un apertura al sector privado y el recorte de más de un millón de empleos estatales para evitar el colapso del modelo socialista.
En su anterior visita, Carter condenó el embargo estadounidense, pero avaló también públicamente un proyecto opositor de apertura democrática y se reunió con una veintena de disidentes.
Durante su presidencia, Carter eliminó en 1977 las restricciones impuestas por el embargo a los estadounidenses para viajar a Cuba -restauradas en 1982 por Ronald Reagan-, y ocurrió el conflicto por el éxodo de Mariel en 1980, cuando unos 125.000 cubanos emigraron a Estados Unidos.
Bajo su gestión, ambos países establecieron oficinas de intereses en La Habana y Washington, cuyos actuales representantes, el cubano Jorge Bolaños y el estadounidense Jonathan Farrar, acudieron este lunes al aeropuerto a recibirlo.
El ex presidente norteamericano, Premio Nobel de la Paz 2002, concluirá su visita el miércoles, tras una conferencia de prensa.