Israel promete castigar a asesinos de familia de colonos

Un padre de familia, Ehud Vogel, de 36 años, su esposa Ruth, de 35, y sus hijos Yoav (11 años), Elad (3 años) y Hadass (3 meses), murieron apuñalados en sus camas, en la colonia de Itamar, cerca de Naplusa (norte de Cisjordania).

Otros dos niños, de cuatro y dos años de edad, que se encontraban en la casa, escaparon a la matanza. Otra hija de la familia, de diez años de edad, descubrió los cadáveres al volver a su casa tarde y alertó a los vecinos.

El primer ministro Benjamin Netanyahu exigió a la Autoridad Palestina "que ayude a encontrar y castigar a los asesinos" y llamó a "cesar la incitación (a la violencia) en las mezquitas y en los medios de comunicación bajo su control".

"Israel actuará con firmeza para defender a la población israelí y castigar a los asesinos", anunció Netanyahu, que ordenó al ejército y a los servicios de seguridad que "actúen en todas las direcciones para capturar a los terroristas".

También llamó a los colonos a "no tomarse la justicia por su mano".

Por su parte, el presidente palestino Mahmud Abas "denunció toda violencia contra civiles cualesquiera que sean los motivos", reiterando la necesidad de lograr lo antes posible un acuerdo de paz justo.

El sábado por la noche, durante una entrevista telefónica con Netanyahu, Abas expresó el pesar de la Autoridad Palestina, según la oficina del primer ministro israelí.

Por el momento, los agresores no fueron detenidos y el ataque no fue reivindicado.

En la franja de Gaza, las Brigadas Al Qods, brazo armado de la Yihad Islámica, estimaron en un comunicado que "esta operación es normal porque expresa el derecho a la resistencia contra la ocupación (israelí) y sus crímenes", pero no la reivindicaron.

Según el coronel Nimrod Aloni, comandante de la brigada desplegada en el norte de Cisjordania, "el atentado parece haber sido perpetrado por un grupo (palestino) local".

Al día siguiente de este drama que conmocionó a los israelíes, el ejército instaló retenes en las carreteras de la región de Naplusa y desplegó numerosos soldados en el pueblo palestino de Awarta, situado cerca de la colonia de Itamar.

Los soldados registraron casa por casa y detuvieron a "numerosos habitantes" para interrogarlos, precisaron los servicios de seguridad palestinos.

Según la radio israelí, los asesinos, que aparentemente serían dos, operaron durante más de una hora después de haberse infiltrado de noche en la colonia.

El viceministro israelí de Relaciones Exteriores Danny Ayalon exhortó a los colonos a no cometer represalias, estimando que ello "sería lo más grave que puede pasar".

Los colonos más extremistas practican a menudo una política de represalias, vengándose contra los palestinos cada vez que las autoridades israelíes toman medidas que ellos consideran hostiles a la colonización o que se producen ataques contra colonias.

Los asesinatos fueron condenados por la comunidad internacional. La Casa Blanca condenó "en los términos más fuertes" lo que calificó de "ataque terrorista". Y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon pidió "que los autores sean llevados ante la justicia y que todo el mundo actúe con contención".

La colonia de Itamar fue blanco en 2002 de un atentado palestino que mató a una mujer a tres niños.

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