Independiente cerquita del Infierno, cayó 0-3 en Sarandí


Buenos Aires, Olé
Independiente cayó 3-0 ante Arsenal y sigue perdiendo terreno en los promedios. Caffa primero, Krupoviesa de penal y Leguizamón, le dieron otro golpe al equipo de Mohamed.

"Y ya lo ve, y ya lo ve, el que no salta se va a la B". El ceremonioso hit cayó de la tribuna de Arsenal en forma de advertencia para las orejas coloradas de los jugadores de Independiente. Jugadores que, entre otras cosas, supieron salir campeones de la Copa Sudamericana y, de a poquito, empiezan a sentir el calorcito de la entrada al reino en el que el Rojo mismo siempre se desempeñó con soltura: el Infierno.

Hay una premisa fundamental que debe tenerse en cuenta ante un equipo de Gustavo Alfaro: no ser golpeado primero. Arsenal, ganando, tiene entre una de sus aptitudes el buen manejo del contraataque. Así, cuando Obolo metió el centro y Caffa apareció por atrás, el equipo de Mohamed vio una montaña empinadísima, irremontable, frente a sí. Esos dos volantes bien abiertos, ese doble cinco devorador y esos dos lungos arriba... Independiente pareció comprender, sin haber presupuesto, lo que se venía.

La línea de tres sufrió a Aguirre y a Caffa, puesto que Cabrera jamás volvió y Maxi Velázquez prefirió chocarse con un Mancuello que dejó a la vista cuál es su costumbre: jugar en la banda izquierda. Así, con Silvera acorralado por Nervo y Lisandro López y con Defederico intentando soltarse pero consiguiendo todo lo contrario, nunca aparecieron las formas. Algo que sí tuvo el equipo de enfrente que, en la primera que sus dos volantes por afuera se cruzaron de banda, contó con la aparición Aguirre para que Navarro le hiciera penal y Krupoviesa pusiera el 2-0.

Mohamed pareció entender el mal planteo inicial y ganó puntos con el ingreso de Patito Rodríguez por Maxi Velázquez –Mancu se corrió a la izquierda- y Parra por Defederico. A Goiás, por la final de la Copa, Independiente le hizo tres goles en un tiempo. Ante un equipo de Alfaro no se debe sufrir primero. Te liquida, te condena. Lo evidenció Leguizamón cuando el Rojo estaba mejor. Tigre ganó, River empató y hasta Huracán rescató un puntito en su visita a Newell's. Por ser consciente se empieza e Independiente ya lo es. Ahora, debe encontrar la manera de escaparle a la entradita a su propio reino, porque el calorcito ya lo quema.

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