García Linera: "Bolivia abre nueva etapa de negociación marítima con Chile"
La Paz, Abi
El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, explicó el viernes que la reciente decisión de demandar a Chile ante tribunales internacionales abre una nueva etapa en las negociaciones salteadas que La Paz y Santiago sostuvieron en los últimos 132 años sobre la centenaria demanda marítima boliviana, que ahora se funda en la "razón" y la legalidad y "es complementaria" y simultánea al diálogo bilateral.
"Nuestro presidente Evo ha tomado una decisión valiente, histórica, audaz para plantear que sin renunciar al acercamiento, al diálogo franco, honesto, directo y sincero con el pueblo chileno y con su gobierno, democráticamente electo, recurramos simultáneamente, paralelamente y complementariamente al uso de tribunales internacionales que complementen esta nuestra justa demanda de una salida soberana al Océano Pacífico", afirmó durante una conferencia de prensa dictada en la Vicepresidencia, en La Paz.
García Linera expresó su confianza y la del gobierno de Evo Morales en el diálogo bilateral con Chile, no obstante la demanda judicial internacional.
"Como pueblo, como Estado, estamos seguros que contamos con la razón, la razón que la canalizaremos mediante el diálogo sincero con el pueblo chileno, con sus gobernantes o con la razón que apelaremos al ámbito internacional de la justicia. Ambos son ámbitos de la razón, de la justicia. Resolviendo de manera razonable, dialogada, pacífica y en justicia histórica, en justicia internacional, si es necesario, las necesidades en el ámbito de la complementariedad de los pueblos", mantuvo.
En alusión a las reacciones del Ejecutivo y legisladores chilenos, que advirtieron que ambas vías son mutuamente excluyentes, tras el anuncio del presidente Evo Morales, el miércoles último, en el marco de las celebraciones por el Día del Mar, García Linera explicó que ambos recursos no se contraponen y que, por el contrario, se basan en la razón, la legalidad y justicia históricas.
"No son acciones contradictorias, porque ambas, la demanda internacional ante un tribunal internacional y el diálogo bilateral, se desenvuelven en el ámbito de las razones y los derechos históricos basados en las razones y las necesidades de los pueblos" de ambos países, afirmó durante la rueda de prensa a la que asistieron también medios chilenos.
En declaraciones efectuadas en Santiago, el presidente de Chile dijo que la intención boliviana de llevar la secular demanda marítima a tribunales internacionales constituía un "obstáculo serio" a la prosecución del diálogo bilateral que La Paz y Santiago sostienen desde 2006 sobre la base de la Agenda de los 13 Puntos, que incorporó por primera vez el reclamo marítimo boliviano.
"Es una falsa disyuntiva. Demanda (internacional) o diálogo (bilateral) son parte de una misma esfera, de un mismo espacio que se basa en las razones históricas, en el diálogo y en las conversaciones y las justificaciones histórico legales (..) Por lo tanto nuestro gobierno no asume una actitud contradictoria, sino de firmeza, con los principios básicos de la razón universal, de la razón histórica, de la razón humana y nos mantendremos en ellos", argumentó.
Enclaustrada geográficamente en el corazón geográfico de Sudamérica, Bolivia demanda a Chile desde 1879 una salida soberana, con continuidad territorial, al mar Pacífico.
Bolivia perdió a manos de Chile, en una guerra de posesiones, 400 km lineales de litoral y 120.000 km2 de territorios.
El Vicepresidente boliviano, que demandó la unidad sin excepciones ni exclusiones del país, dijo que hasta el momento, tras décadas de acercamientos y principalmente 5 años de conversaciones con Chile, entre 2006 y 2010, la demanda marítima boliviana no logró cuajar.
La autoridad insistió en que los esfuerzos bolivianos por décadas no alcanzaron para retroceder la decisión de La Moneda, también en décadas, de no resignar soberanía territorial ante la eventualidad de considerar el incesante reclamo boliviano.
"Tiene que haber una voluntad del otro sector, creo que Bolivia ha hecho muchos esfuerzos y los gobiernos de Chile han tenido una posición clara de 'no'. En los hechos, más allá de ciertas flexibilidades, avances informales, siempre ha sido 'no'. Eso es lo real, lo objetivo", sostuvo cuando fue consultado por un periodista chileno sobre la confianza entablada desde 2006 y la amistad personal que mantienen Morales y Piñera, ahora último.
"Son 132 años que seguimos sin mar, 132 años que no tenemos una salida soberana al Océano Pacífico con la cual nacimos y la cual forma parte indisoluble e irrenunciable de nuestro espíritu nacional y nuestra base material de reproducción histórica como pueblo, como nación, como Estado", enfatizó.
En su extensa alocución, García Linera, que descartó de plano la vía violenta, en apego a las prescripciones de la Constitución y la convivencia civilizada de los pueblos, también en aras de la complementariedad de la región, dijo que esta nueva etapa de la demanda marítima boliviana en tribunales internacionales fue estudiada cuidadosamente y con la anticipación debida y que se basa en las diversas tratativas que Bolivia y Chile sostuvieron al menos desde 1950.
"La política marítima del gobierno del presidente Evo ha sido una de las prioridades mejor trabajadas desde el principio de la gestión de gobierno del año de 2006 y desde esta primera gestión de gobierno del Estado Plurinacional (..) Desde tiempo atrás se iniciaron los estudios entorno a los acuerdos que había firmado Bolivia, en torno a la temática de los límites, sus precisiones e imprecisiones, a los cumplimientos o incumplimientos respeto a lo acordado en los tratados anteriores, en torno a las características, las temáticas abordadas en anteriores acercamientos de Bolivia y Chile, en 1950 y 1975, 2000, 2004 y 2005", precisó.
El mandatario boliviano dijo que el análisis previo a la decisión de demandar a Chile una salida soberana en tribunales de justicia mundial incorporó, asimismo, la etapa de construcción de confianzas entre el gobierno de Morales y de la presidenta Bachlelet (2006-2010).
"Pusimos en la tapete el diálogo y el acercamiento, la temática de la salida soberana al Océano Pacífico, pero desde un principio sabíamos que esta opción de confianza y de diálogo bilateral, sincero, franco, podría requerir un complemento, de involucrar a tribunales internacionales en la resolución justa de esta nuestra demanda" marítima, apuntó.
El gobernante boliviano también refutó argumentos tales como que Chile y Bolivia no tienen ningún diferendo limítrofe, tras el Tratado de 1904 que La Paz y Santiago firmaron tras la guerra de 1879 y que selló la mediterraneidad boliviana.
Esgrimió que las tratativas celebradas en los últimos 50 años refieren lo contrario.
"Alguna autoridad del Estado chileno ha argumentado recientemente, en las últimas hora, que entre Chile y Bolivia no existe ningún tipo de problema limítrofe. Eso es falso. No solamente por los hechos históricos. Sino no hubiera ningún tipo de problema, no se hubiera hablado sobre el tema de una salida al Océano Pacífico el año 1950 entre los gobiernos" de ambos países, salió al paso.
Citó, entre otros, los encuentros de los dictadores Hugo Banzer, de Bolivia, y Augusto Pinochet, de Chile, que barajaron incluso un canje territorial en 1975, en un episodio conocido como el Abrazo de Charaña.
El Abrazo de Charaña abortó, entre otras presiones políticas, por la intervención de Perú, que guerreó a Chile aliado de Bolivia a fines del siglo XIX y que echó mano al Tratado se Ancón, que Lima y Santiago suscribieron en 1924-1929y que vincula consultas en caso de una cesión, "a una tercera potencia", por territorios que antes de 1979 pertenecieron a Perú, en concreto las provincias de Iquique y Arica, por donde La Paz aspira conseguir una salida propia al Pacífico.
García Linera argumentó, asimismo, que "si no hubiera habido ningún tipo de problema no hubiéramos agendado 13 puntos en que se incluye la temática del mar" con Chile, en 2006.
El Vicepresidente boliviano consideró de urgencia histórica mundial la resolución de la demanda marítima boliviana, otra de las razones que sustentan la decisión de La Paz de entablar una demanda internacional paralela al diálogo.
"La comunidad internacional lo sabe, los pueblos saben, los gobernantes lo sabemos: hay un problema, porque ninguna guerra en el mundo, ningún abuso, ninguna invasión, da derechos", remarcó.
Chile ha apelado, en las diversas demandas que Bolivia le planteó en el terreno multilateral -entre otras en la Asamblea de la Organización de Estados Americano, en 1979, en La Paz, que falló por la multilateralidad del reclamo boliviano de una salida propia al mar- a la inteligibilidad de los tratados, en referencia al Tratado de Paz y Límites de 1904 que sentenció el enclaustramiento geográfico boliviano.
García Linera insistió en que las heridas que dejó la denominada Guerra del Pacífico no restañarán hasta en tanto Bolivia no encuentre una salida a ultramar.
"Los resultados de cualquier guerra abren heridas que nunca se cierran, pueden pasar 100 años, 1.000 años; son heridas abiertas en la dignidad de la convivencia entre los pueblos; son heridas sangrantes, en la historia y el destino de las naciones", recalcó.
De acuerdo con una cartografía colonial de 1810, sobre la que se trazó el régimen republicano en Sudamérica y posteriores documentos cartográficos hasta 1875, Bolivia tenía dominio marítimo hasta el paralelo 23 antes de la guerra con Chile.
"Hay territorios que juegan en la historia de los pueblos, el papel de su fundamento constitutivo. El mar es parte del fundamento constitutivo de nuestro Estado, de nuestra espiritualidad, de nuestra base espiritual; éso es, justamente, los que los bolivianos de antes, los bolivianos de hoy, reclamamos en base de razones, en base a principios y justificativos históricos y en base de principios de la convivencia entre los pueblos", mantuvo.
Por último García Linera convocó a todos los estamentos bolivianos a cerrar filas entorno a la política marítima de Morales.
"Es un momento en que todo el pueblo boliviano, sus instituciones, sus organizaciones sociales, su sistema político, sus personalidades, el pueblo trabajador en su conjunto, debemos cuestionarnos como un solo cuerpo, con un solo destino, con una sola voluntad, con una sola esperanza, con un solo objetivo: la salida soberana al mar", urgió.
Consultado por un periodista local, García Linera dijo que el eventual éxito de la demanda judicial boliviana a Chile no puede ser mesurada en el tiempo.
Luego que Morales anunciará el miércoles último la decisión de su gobierno, de recurrir a la justicia internacional para radicar el reclamo marítimo boliviano, en paralelo a las negociaciones bilaterales con La Moneda, la Asamblea Legislativa Plurinacional ratificó la Convención de Bogotá, de 1942, que legisla sobre la solución pacífica de controversias entre Estados signatarios, en el primer de los pasos que el Gobierno se ha propuesto para cimentar su acción legal en el campo multilateral.
El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, explicó el viernes que la reciente decisión de demandar a Chile ante tribunales internacionales abre una nueva etapa en las negociaciones salteadas que La Paz y Santiago sostuvieron en los últimos 132 años sobre la centenaria demanda marítima boliviana, que ahora se funda en la "razón" y la legalidad y "es complementaria" y simultánea al diálogo bilateral.
"Nuestro presidente Evo ha tomado una decisión valiente, histórica, audaz para plantear que sin renunciar al acercamiento, al diálogo franco, honesto, directo y sincero con el pueblo chileno y con su gobierno, democráticamente electo, recurramos simultáneamente, paralelamente y complementariamente al uso de tribunales internacionales que complementen esta nuestra justa demanda de una salida soberana al Océano Pacífico", afirmó durante una conferencia de prensa dictada en la Vicepresidencia, en La Paz.
García Linera expresó su confianza y la del gobierno de Evo Morales en el diálogo bilateral con Chile, no obstante la demanda judicial internacional.
"Como pueblo, como Estado, estamos seguros que contamos con la razón, la razón que la canalizaremos mediante el diálogo sincero con el pueblo chileno, con sus gobernantes o con la razón que apelaremos al ámbito internacional de la justicia. Ambos son ámbitos de la razón, de la justicia. Resolviendo de manera razonable, dialogada, pacífica y en justicia histórica, en justicia internacional, si es necesario, las necesidades en el ámbito de la complementariedad de los pueblos", mantuvo.
En alusión a las reacciones del Ejecutivo y legisladores chilenos, que advirtieron que ambas vías son mutuamente excluyentes, tras el anuncio del presidente Evo Morales, el miércoles último, en el marco de las celebraciones por el Día del Mar, García Linera explicó que ambos recursos no se contraponen y que, por el contrario, se basan en la razón, la legalidad y justicia históricas.
"No son acciones contradictorias, porque ambas, la demanda internacional ante un tribunal internacional y el diálogo bilateral, se desenvuelven en el ámbito de las razones y los derechos históricos basados en las razones y las necesidades de los pueblos" de ambos países, afirmó durante la rueda de prensa a la que asistieron también medios chilenos.
En declaraciones efectuadas en Santiago, el presidente de Chile dijo que la intención boliviana de llevar la secular demanda marítima a tribunales internacionales constituía un "obstáculo serio" a la prosecución del diálogo bilateral que La Paz y Santiago sostienen desde 2006 sobre la base de la Agenda de los 13 Puntos, que incorporó por primera vez el reclamo marítimo boliviano.
"Es una falsa disyuntiva. Demanda (internacional) o diálogo (bilateral) son parte de una misma esfera, de un mismo espacio que se basa en las razones históricas, en el diálogo y en las conversaciones y las justificaciones histórico legales (..) Por lo tanto nuestro gobierno no asume una actitud contradictoria, sino de firmeza, con los principios básicos de la razón universal, de la razón histórica, de la razón humana y nos mantendremos en ellos", argumentó.
Enclaustrada geográficamente en el corazón geográfico de Sudamérica, Bolivia demanda a Chile desde 1879 una salida soberana, con continuidad territorial, al mar Pacífico.
Bolivia perdió a manos de Chile, en una guerra de posesiones, 400 km lineales de litoral y 120.000 km2 de territorios.
El Vicepresidente boliviano, que demandó la unidad sin excepciones ni exclusiones del país, dijo que hasta el momento, tras décadas de acercamientos y principalmente 5 años de conversaciones con Chile, entre 2006 y 2010, la demanda marítima boliviana no logró cuajar.
La autoridad insistió en que los esfuerzos bolivianos por décadas no alcanzaron para retroceder la decisión de La Moneda, también en décadas, de no resignar soberanía territorial ante la eventualidad de considerar el incesante reclamo boliviano.
"Tiene que haber una voluntad del otro sector, creo que Bolivia ha hecho muchos esfuerzos y los gobiernos de Chile han tenido una posición clara de 'no'. En los hechos, más allá de ciertas flexibilidades, avances informales, siempre ha sido 'no'. Eso es lo real, lo objetivo", sostuvo cuando fue consultado por un periodista chileno sobre la confianza entablada desde 2006 y la amistad personal que mantienen Morales y Piñera, ahora último.
"Son 132 años que seguimos sin mar, 132 años que no tenemos una salida soberana al Océano Pacífico con la cual nacimos y la cual forma parte indisoluble e irrenunciable de nuestro espíritu nacional y nuestra base material de reproducción histórica como pueblo, como nación, como Estado", enfatizó.
En su extensa alocución, García Linera, que descartó de plano la vía violenta, en apego a las prescripciones de la Constitución y la convivencia civilizada de los pueblos, también en aras de la complementariedad de la región, dijo que esta nueva etapa de la demanda marítima boliviana en tribunales internacionales fue estudiada cuidadosamente y con la anticipación debida y que se basa en las diversas tratativas que Bolivia y Chile sostuvieron al menos desde 1950.
"La política marítima del gobierno del presidente Evo ha sido una de las prioridades mejor trabajadas desde el principio de la gestión de gobierno del año de 2006 y desde esta primera gestión de gobierno del Estado Plurinacional (..) Desde tiempo atrás se iniciaron los estudios entorno a los acuerdos que había firmado Bolivia, en torno a la temática de los límites, sus precisiones e imprecisiones, a los cumplimientos o incumplimientos respeto a lo acordado en los tratados anteriores, en torno a las características, las temáticas abordadas en anteriores acercamientos de Bolivia y Chile, en 1950 y 1975, 2000, 2004 y 2005", precisó.
El mandatario boliviano dijo que el análisis previo a la decisión de demandar a Chile una salida soberana en tribunales de justicia mundial incorporó, asimismo, la etapa de construcción de confianzas entre el gobierno de Morales y de la presidenta Bachlelet (2006-2010).
"Pusimos en la tapete el diálogo y el acercamiento, la temática de la salida soberana al Océano Pacífico, pero desde un principio sabíamos que esta opción de confianza y de diálogo bilateral, sincero, franco, podría requerir un complemento, de involucrar a tribunales internacionales en la resolución justa de esta nuestra demanda" marítima, apuntó.
El gobernante boliviano también refutó argumentos tales como que Chile y Bolivia no tienen ningún diferendo limítrofe, tras el Tratado de 1904 que La Paz y Santiago firmaron tras la guerra de 1879 y que selló la mediterraneidad boliviana.
Esgrimió que las tratativas celebradas en los últimos 50 años refieren lo contrario.
"Alguna autoridad del Estado chileno ha argumentado recientemente, en las últimas hora, que entre Chile y Bolivia no existe ningún tipo de problema limítrofe. Eso es falso. No solamente por los hechos históricos. Sino no hubiera ningún tipo de problema, no se hubiera hablado sobre el tema de una salida al Océano Pacífico el año 1950 entre los gobiernos" de ambos países, salió al paso.
Citó, entre otros, los encuentros de los dictadores Hugo Banzer, de Bolivia, y Augusto Pinochet, de Chile, que barajaron incluso un canje territorial en 1975, en un episodio conocido como el Abrazo de Charaña.
El Abrazo de Charaña abortó, entre otras presiones políticas, por la intervención de Perú, que guerreó a Chile aliado de Bolivia a fines del siglo XIX y que echó mano al Tratado se Ancón, que Lima y Santiago suscribieron en 1924-1929y que vincula consultas en caso de una cesión, "a una tercera potencia", por territorios que antes de 1979 pertenecieron a Perú, en concreto las provincias de Iquique y Arica, por donde La Paz aspira conseguir una salida propia al Pacífico.
García Linera argumentó, asimismo, que "si no hubiera habido ningún tipo de problema no hubiéramos agendado 13 puntos en que se incluye la temática del mar" con Chile, en 2006.
El Vicepresidente boliviano consideró de urgencia histórica mundial la resolución de la demanda marítima boliviana, otra de las razones que sustentan la decisión de La Paz de entablar una demanda internacional paralela al diálogo.
"La comunidad internacional lo sabe, los pueblos saben, los gobernantes lo sabemos: hay un problema, porque ninguna guerra en el mundo, ningún abuso, ninguna invasión, da derechos", remarcó.
Chile ha apelado, en las diversas demandas que Bolivia le planteó en el terreno multilateral -entre otras en la Asamblea de la Organización de Estados Americano, en 1979, en La Paz, que falló por la multilateralidad del reclamo boliviano de una salida propia al mar- a la inteligibilidad de los tratados, en referencia al Tratado de Paz y Límites de 1904 que sentenció el enclaustramiento geográfico boliviano.
García Linera insistió en que las heridas que dejó la denominada Guerra del Pacífico no restañarán hasta en tanto Bolivia no encuentre una salida a ultramar.
"Los resultados de cualquier guerra abren heridas que nunca se cierran, pueden pasar 100 años, 1.000 años; son heridas abiertas en la dignidad de la convivencia entre los pueblos; son heridas sangrantes, en la historia y el destino de las naciones", recalcó.
De acuerdo con una cartografía colonial de 1810, sobre la que se trazó el régimen republicano en Sudamérica y posteriores documentos cartográficos hasta 1875, Bolivia tenía dominio marítimo hasta el paralelo 23 antes de la guerra con Chile.
"Hay territorios que juegan en la historia de los pueblos, el papel de su fundamento constitutivo. El mar es parte del fundamento constitutivo de nuestro Estado, de nuestra espiritualidad, de nuestra base espiritual; éso es, justamente, los que los bolivianos de antes, los bolivianos de hoy, reclamamos en base de razones, en base a principios y justificativos históricos y en base de principios de la convivencia entre los pueblos", mantuvo.
Por último García Linera convocó a todos los estamentos bolivianos a cerrar filas entorno a la política marítima de Morales.
"Es un momento en que todo el pueblo boliviano, sus instituciones, sus organizaciones sociales, su sistema político, sus personalidades, el pueblo trabajador en su conjunto, debemos cuestionarnos como un solo cuerpo, con un solo destino, con una sola voluntad, con una sola esperanza, con un solo objetivo: la salida soberana al mar", urgió.
Consultado por un periodista local, García Linera dijo que el eventual éxito de la demanda judicial boliviana a Chile no puede ser mesurada en el tiempo.
Luego que Morales anunciará el miércoles último la decisión de su gobierno, de recurrir a la justicia internacional para radicar el reclamo marítimo boliviano, en paralelo a las negociaciones bilaterales con La Moneda, la Asamblea Legislativa Plurinacional ratificó la Convención de Bogotá, de 1942, que legisla sobre la solución pacífica de controversias entre Estados signatarios, en el primer de los pasos que el Gobierno se ha propuesto para cimentar su acción legal en el campo multilateral.