García Linera admite que Gobierno vive tensiones, pero enmarcadas en proyecto único de sociedad
La Paz, Abi
El gobierno de Evo Morales vive "tensiones" pero en el marco de un solo "proyecto de sociedad" que enfrenta turbulencias propias de un proceso en trance consolidación, afirmó el vicepresidente Alvaro García Linera entrevistado por el periódico Los Tiempos, de Cochabamba.
Tras repasar los momentos más espinosos del gobierno de Morales en 2006, cuando mineros privados se enfrentaron a tiros por espacios en el yacimiento de Huanuni, y en 2008, cuando prefectos, líderes civiles y empresarios en cuatro regiones del país intentaron un quiebre institucional, García Linera dijo, para comenzar, que en Bolivia no hay, en el momento, polaridad.
"Son tensiones que hemos tenido al seno del pueblo, pero no es una polarización de proyectos de sociedad. No está en juego hoy el proyecto de sociedad que enarbolamos, no hay un otro proyecto de sociedad en juego", afirmó el mandatario citado por la publicación dominical de Los Tiempos, uno de los diarios más tradicionales de Bolivia.
La entrevista fue publicada en momentos en que la popularidad del mandatario de izquierdas ha descendido a 36%, según una encuesta privada, tras su decisión, luego revocada, de nivelar los precios de las gasolinas de importación a los vigentes en el mercado regional en diciembre último.
Pese a retirarla cinco días después de puesta en vigor, la medida gatilló los precios, lo que pareció calar en la popularidad de Morales, invariable sobre el 60% entre enero de 2006, cuando asumió el Gobierno, y el 26 de diciembre anterior, cuando intentó levantar la subvención a los carburantes y guardar en el bolsillo del erario público 360 millones de dólares que el Estado aporta anualmente para que la gasolina y el diesel a precios subeconómicos lleguen a los transportistas, conductores y agroindustriales.
De acuerdo con García Linera, las rispideces entre el Gobierno y la sociedad está en la forma y no en el fondo del proyecto de Estado que cuaja desde 2006.
"Ahora la discusión es sobre cómo se administra el proyecto de economía, de sociedad y de Estado; cómo se lo regula. Son tensiones dentro de la gestión y la administración de un único proyecto de sociedad", argumentó.
Preguntada su percepción sobre el "momento difícil" que vive el gobierno de Morales, luego del alza en el precio de las gasolinas, García Linera reveló algunos detalles de los momentos cruciales y políticamente más complejos que vivió la administración actual durante su primer mandato.
"El primero durante los sucesos del golpe de Estado del año 2008; fue el peor momento de riesgo, de incertidumbre. Cuatro departamentos (Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija) no estaban bajo el control del Gobierno, no teníamos autoridad en ellos y esto amenazaba a expandirse a Cochabamba. Cuatro meses atrás hubo un referéndum supuestamente autonómico que había desconocido la autoridad del Congreso, la autoridad del Ejecutivo, la autoridad de la Corte Nacional, en una especie de casi dualidad de poderes", rememoró
Una de las aristas de aquella crisis se manifestó en que, recordó el Vicepresidente, hasta los ministros saltaban del barco.
"Eran horas en las que el Presidente y yo nos quedábamos solos en Palacio, había ministros que renunciaban y eso no se supo. Estoy hablando de los días 6, 7, 8, 9, 10 de septiembre", dijo al recordar la incertidumbre que asaltó a Morales y el entonces ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, que al golpe civil prefectural se incorpore "alguna unidad militar".
De acuerdo con García Linera, la oposición cívico prefectural cometió el craso error de quemar pero no asumir las instituciones en Santa cruz, Tarija, Pando y Beni.
"Ese fue un momento clave" para la contraofensiva que coronó con la derrota política y militar de la oposición empresarial.
"Había que jugarlas todas y nos la jugamos como hombres dispuestos a entregar la vida si fuese necesario. Si mostrábamos una sola fisura, en ese entorno fundamental, del Presidente, el Vicepresidente y el ministro de la Presidencia, o si mostrábamos algún tipo de duda ante las organizaciones, ante el mando militar, ahora estaríamos nosotros en otro lugar", resumió tras graficar la retoma de Pando, tras la matanza de campesinos amazónicos a manos de grupos paramilitares locales.
Se trato de la colisión del "proyecto histórico" de Morales y otro de corte conservador, significó en síntesis.
En un intento por marcar aún más las diferencias cualitativas entre aquellos momentos de crisis y riesgo latente y éste, signado por el alza de precios y altibajos de legitimidad, García Linera recordó los choques entre mineros de Huanuni en octubre de 2006.
"Otro momento duro fue cuando ocurrieron las muertes de Huanuni. Nos conmocionó a todos y creo que en esos días nuestra popularidad raspaba el 10 ó el 15%. No por la responsabilidad sino porque a todo el mundo le conmocionó que se hayan matado entre bolivianos por la ambición del mineral, del vil metal y el Gobierno agotó los esfuerzos por unir por pacificar, pero sucedió así", sostuvo.
De todas formas García Linera reconoció que un contexto de "posiciones encontradas entre sectores populares, entre su Gobierno y un sector de los asalariados, entre el Gobierno, sus decisiones y un sector de la población que se ha sentido afectado por una medida como el alza del precio de los carburantes" se registra en el monento.
El Vicepresidente admitió, asimismo, que "evidentemente ha habido una lesión, una raspadura en nuestra relación con ciertos sectores sociales" tras la dictación y no obstante el retiro de la medida que alzó los carburantes que repercutieron en los precios al grado que en enero y febrero, la inflación se alzó sobre la barrera de 3%.
García Linera se dijo convencido que para revertir este cuadro de situación "hay que tomar medidas que restablezcan nuevamente el enlace más directo con esos sectores que se han sentido lastimados con ciertas decisiones".
El gobierno de Evo Morales vive "tensiones" pero en el marco de un solo "proyecto de sociedad" que enfrenta turbulencias propias de un proceso en trance consolidación, afirmó el vicepresidente Alvaro García Linera entrevistado por el periódico Los Tiempos, de Cochabamba.
Tras repasar los momentos más espinosos del gobierno de Morales en 2006, cuando mineros privados se enfrentaron a tiros por espacios en el yacimiento de Huanuni, y en 2008, cuando prefectos, líderes civiles y empresarios en cuatro regiones del país intentaron un quiebre institucional, García Linera dijo, para comenzar, que en Bolivia no hay, en el momento, polaridad.
"Son tensiones que hemos tenido al seno del pueblo, pero no es una polarización de proyectos de sociedad. No está en juego hoy el proyecto de sociedad que enarbolamos, no hay un otro proyecto de sociedad en juego", afirmó el mandatario citado por la publicación dominical de Los Tiempos, uno de los diarios más tradicionales de Bolivia.
La entrevista fue publicada en momentos en que la popularidad del mandatario de izquierdas ha descendido a 36%, según una encuesta privada, tras su decisión, luego revocada, de nivelar los precios de las gasolinas de importación a los vigentes en el mercado regional en diciembre último.
Pese a retirarla cinco días después de puesta en vigor, la medida gatilló los precios, lo que pareció calar en la popularidad de Morales, invariable sobre el 60% entre enero de 2006, cuando asumió el Gobierno, y el 26 de diciembre anterior, cuando intentó levantar la subvención a los carburantes y guardar en el bolsillo del erario público 360 millones de dólares que el Estado aporta anualmente para que la gasolina y el diesel a precios subeconómicos lleguen a los transportistas, conductores y agroindustriales.
De acuerdo con García Linera, las rispideces entre el Gobierno y la sociedad está en la forma y no en el fondo del proyecto de Estado que cuaja desde 2006.
"Ahora la discusión es sobre cómo se administra el proyecto de economía, de sociedad y de Estado; cómo se lo regula. Son tensiones dentro de la gestión y la administración de un único proyecto de sociedad", argumentó.
Preguntada su percepción sobre el "momento difícil" que vive el gobierno de Morales, luego del alza en el precio de las gasolinas, García Linera reveló algunos detalles de los momentos cruciales y políticamente más complejos que vivió la administración actual durante su primer mandato.
"El primero durante los sucesos del golpe de Estado del año 2008; fue el peor momento de riesgo, de incertidumbre. Cuatro departamentos (Santa Cruz, Pando, Beni y Tarija) no estaban bajo el control del Gobierno, no teníamos autoridad en ellos y esto amenazaba a expandirse a Cochabamba. Cuatro meses atrás hubo un referéndum supuestamente autonómico que había desconocido la autoridad del Congreso, la autoridad del Ejecutivo, la autoridad de la Corte Nacional, en una especie de casi dualidad de poderes", rememoró
Una de las aristas de aquella crisis se manifestó en que, recordó el Vicepresidente, hasta los ministros saltaban del barco.
"Eran horas en las que el Presidente y yo nos quedábamos solos en Palacio, había ministros que renunciaban y eso no se supo. Estoy hablando de los días 6, 7, 8, 9, 10 de septiembre", dijo al recordar la incertidumbre que asaltó a Morales y el entonces ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, que al golpe civil prefectural se incorpore "alguna unidad militar".
De acuerdo con García Linera, la oposición cívico prefectural cometió el craso error de quemar pero no asumir las instituciones en Santa cruz, Tarija, Pando y Beni.
"Ese fue un momento clave" para la contraofensiva que coronó con la derrota política y militar de la oposición empresarial.
"Había que jugarlas todas y nos la jugamos como hombres dispuestos a entregar la vida si fuese necesario. Si mostrábamos una sola fisura, en ese entorno fundamental, del Presidente, el Vicepresidente y el ministro de la Presidencia, o si mostrábamos algún tipo de duda ante las organizaciones, ante el mando militar, ahora estaríamos nosotros en otro lugar", resumió tras graficar la retoma de Pando, tras la matanza de campesinos amazónicos a manos de grupos paramilitares locales.
Se trato de la colisión del "proyecto histórico" de Morales y otro de corte conservador, significó en síntesis.
En un intento por marcar aún más las diferencias cualitativas entre aquellos momentos de crisis y riesgo latente y éste, signado por el alza de precios y altibajos de legitimidad, García Linera recordó los choques entre mineros de Huanuni en octubre de 2006.
"Otro momento duro fue cuando ocurrieron las muertes de Huanuni. Nos conmocionó a todos y creo que en esos días nuestra popularidad raspaba el 10 ó el 15%. No por la responsabilidad sino porque a todo el mundo le conmocionó que se hayan matado entre bolivianos por la ambición del mineral, del vil metal y el Gobierno agotó los esfuerzos por unir por pacificar, pero sucedió así", sostuvo.
De todas formas García Linera reconoció que un contexto de "posiciones encontradas entre sectores populares, entre su Gobierno y un sector de los asalariados, entre el Gobierno, sus decisiones y un sector de la población que se ha sentido afectado por una medida como el alza del precio de los carburantes" se registra en el monento.
El Vicepresidente admitió, asimismo, que "evidentemente ha habido una lesión, una raspadura en nuestra relación con ciertos sectores sociales" tras la dictación y no obstante el retiro de la medida que alzó los carburantes que repercutieron en los precios al grado que en enero y febrero, la inflación se alzó sobre la barrera de 3%.
García Linera se dijo convencido que para revertir este cuadro de situación "hay que tomar medidas que restablezcan nuevamente el enlace más directo con esos sectores que se han sentido lastimados con ciertas decisiones".