Ecclestone y sus ideas visionarias para la F-1
Bernie Ecclestone tiene muy claro que el negocio es el negocio. Y lo proclama a los cuatro vientos, sin reparos. Por ejemplo, cuando le preguntan qué le falta a la Fórmula 1: "Si fuera por mis preferencias, tener en la parrilla a una mujer negra, que fuera judía y que ganase carreras". Su objetivo es mantener el espectáculo en la cresta de la ola, incluso con ideas tan originales como la última de mojar la pista. Aunque no ha sido la única...
Las medallas. Junto con su propuesta de simular la lluvia para ganar incertidumbre en las carreras, el patrón de los grandes premios ha insistido en la necesidad de instaurar un sistema de medallas para proclamar al campeón del mundo. Es decir, que el título vaya para el piloto con más oros, con más victorias, dándole así el máximo valor al triunfo en detrimento de los que él considera pilotos conservadores.
Atajos en la pista. Otra de sus ideas más controvertidas. El año pasado insinuó la conveniencia de instalar en los circuitos atajos para que los pilotos pudieran adelantar con más facilidad. Un tramo de enlace entre curvas que se podría utilizar un número limitado de veces por carrera, de manera que se evitara que coches lentos llegaran a taponar a otros más rápidos.
Tres coches por equipo. También defendió con mucha insistencia que las escuderías más competitivas pudieran llegar a tener tres monoplazas en pista. Su teoría para combatir los efectos de la crisis en la parrilla es que resulta más conveniente menos equipos, pero con más coches, que formaciones que no aportan nada a la competición, como ha llegado a opinar de algunas de las que se incorporaron en 2010.
Frenos menos potentes. Ecclestone defiende que los frenos de los actuales monoplazas son demasiado potentes, de modo que cualquier piloto es capaz de exprimirlos a tope y se reducen así las opciones de adelantamiento.
Nuevos escenarios. Su proyecto de globalizar el campeonato sigue adelante de forma imparable, ampliando horizontes cada temporada. Así, se añaden al calendario nuevos países y sueña con escenarios de enorme espectacularidad y atractivo turístico o económico, como demostró con sus intentos de circuitos urbanos en Roma y Nueva York.
El gran premio nocturno. Muchos lo tomaron en su momento como un disparate y hoy es una realidad asumida. La F-1 compitiendo de noche, bajo la luz de los focos, como lo hace desde 2008 en Singapur. En este caso, MotoGP le tomó la delantera por unos meses con el GP de Qatar, aunque Singapur es, además, en trazado urbano.
Una mujer en la parrilla. La presencia de una mujer en los grandes premios representaría un reclamo mediático en el que Ecclestone trabaja desde hace tiempo... aunque no es fácil. La estadounidense Danica Patrick ha sido la que más cerca ha estado de conseguirlo en los últimos años.
Las medallas. Junto con su propuesta de simular la lluvia para ganar incertidumbre en las carreras, el patrón de los grandes premios ha insistido en la necesidad de instaurar un sistema de medallas para proclamar al campeón del mundo. Es decir, que el título vaya para el piloto con más oros, con más victorias, dándole así el máximo valor al triunfo en detrimento de los que él considera pilotos conservadores.
Atajos en la pista. Otra de sus ideas más controvertidas. El año pasado insinuó la conveniencia de instalar en los circuitos atajos para que los pilotos pudieran adelantar con más facilidad. Un tramo de enlace entre curvas que se podría utilizar un número limitado de veces por carrera, de manera que se evitara que coches lentos llegaran a taponar a otros más rápidos.
Tres coches por equipo. También defendió con mucha insistencia que las escuderías más competitivas pudieran llegar a tener tres monoplazas en pista. Su teoría para combatir los efectos de la crisis en la parrilla es que resulta más conveniente menos equipos, pero con más coches, que formaciones que no aportan nada a la competición, como ha llegado a opinar de algunas de las que se incorporaron en 2010.
Frenos menos potentes. Ecclestone defiende que los frenos de los actuales monoplazas son demasiado potentes, de modo que cualquier piloto es capaz de exprimirlos a tope y se reducen así las opciones de adelantamiento.
Nuevos escenarios. Su proyecto de globalizar el campeonato sigue adelante de forma imparable, ampliando horizontes cada temporada. Así, se añaden al calendario nuevos países y sueña con escenarios de enorme espectacularidad y atractivo turístico o económico, como demostró con sus intentos de circuitos urbanos en Roma y Nueva York.
El gran premio nocturno. Muchos lo tomaron en su momento como un disparate y hoy es una realidad asumida. La F-1 compitiendo de noche, bajo la luz de los focos, como lo hace desde 2008 en Singapur. En este caso, MotoGP le tomó la delantera por unos meses con el GP de Qatar, aunque Singapur es, además, en trazado urbano.
Una mujer en la parrilla. La presencia de una mujer en los grandes premios representaría un reclamo mediático en el que Ecclestone trabaja desde hace tiempo... aunque no es fácil. La estadounidense Danica Patrick ha sido la que más cerca ha estado de conseguirlo en los últimos años.