Cuestionan operación estadounidense contra el tráfico de armas a México
Redacción, BBC Mundo
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ordenó este viernes investigar una polémica operación diseñada para combatir el tráfico ilegal de armas estadounidenses a México.
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos tenía el control del programa, conocido como Operación Rápido y Furioso, que canalizaba armamento a sospechosos de pertenecer a bandas de contrabandistas, con la esperanza de rastrear el movimiento de las armas de fuego y atacar así las redes que las envían a narcotraficantes en México.
Supuestas fallas en la operación habrían resultado en que algunas armas no fueron rastreadas adecuadamente y quedaron en manos de organizaciones criminales en México, según algunos informes.
El diario The Washington Post informó citando a fuentes federales que la operación fue aprobada a pesar del riesgo de que las armas pudieran ser usadas para cometer crímenes.
Dos rifles de asalto utilizados en la operación fueron detectados en la escena de un tiroteo en diciembre que resultó en la muerte de un agente fronterizo en Arizona.
Andrew North, corresponsal de la BBC en la capital de Estados Unidos, informó que la operación fue mantenida en secreto frente al gobierno mexicano, que ha venido reclamando a Washington mayores acciones para controlar el contrabando de armas hacia México.
Esfuerzos agresivos
La ATF permitió que en el lapso de 15 meses, 1.765 armas pasaran de comerciantes de armas a sospechosos de contrabandear armamento a México, según informó el Centro para la Integridad Pública, una organización no gubernamental estadounidense.
De esas armas, 797 fueron recuperadas en Estados y Unidos y México, mientras que al menos 195 han sido relacionadas con algún tipo de acción criminal o de control policial, según documentos obtenidos por esa organización.
La ATF le dijo al diario The Washington Post que se habían tomado todas las precauciones posibles para asegurarse de que las armas fueran recuperadas antes de que fuesen enviadas a México.
Un vocero de la embajada mexicana en Washington le dijo a la BBC que México ha puesto enfásis en la necesidad de que las agencias policiales estadounidenses actúen contra el tráfico de armas y aseguró que pedirán controles "más agresivos" en el lado estadounidense de la frontera.
Dos de las armas usadas en la operación fueron encontradas en el sitio de un tiroteo en el que murió el agente fronterizo estadounidense Brian Terry en diciembre pasado.
La ATF dice que no hay evidencia de que las armas hayan sido usadas en ese tiroteo.
El senador estadounidense Chuck Grassley ha ordenado también una investigación parlamentaria acerca de la operación.
El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, ordenó este viernes investigar una polémica operación diseñada para combatir el tráfico ilegal de armas estadounidenses a México.
La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos tenía el control del programa, conocido como Operación Rápido y Furioso, que canalizaba armamento a sospechosos de pertenecer a bandas de contrabandistas, con la esperanza de rastrear el movimiento de las armas de fuego y atacar así las redes que las envían a narcotraficantes en México.
Supuestas fallas en la operación habrían resultado en que algunas armas no fueron rastreadas adecuadamente y quedaron en manos de organizaciones criminales en México, según algunos informes.
El diario The Washington Post informó citando a fuentes federales que la operación fue aprobada a pesar del riesgo de que las armas pudieran ser usadas para cometer crímenes.
Dos rifles de asalto utilizados en la operación fueron detectados en la escena de un tiroteo en diciembre que resultó en la muerte de un agente fronterizo en Arizona.
Andrew North, corresponsal de la BBC en la capital de Estados Unidos, informó que la operación fue mantenida en secreto frente al gobierno mexicano, que ha venido reclamando a Washington mayores acciones para controlar el contrabando de armas hacia México.
Esfuerzos agresivos
La ATF permitió que en el lapso de 15 meses, 1.765 armas pasaran de comerciantes de armas a sospechosos de contrabandear armamento a México, según informó el Centro para la Integridad Pública, una organización no gubernamental estadounidense.
De esas armas, 797 fueron recuperadas en Estados y Unidos y México, mientras que al menos 195 han sido relacionadas con algún tipo de acción criminal o de control policial, según documentos obtenidos por esa organización.
La ATF le dijo al diario The Washington Post que se habían tomado todas las precauciones posibles para asegurarse de que las armas fueran recuperadas antes de que fuesen enviadas a México.
Un vocero de la embajada mexicana en Washington le dijo a la BBC que México ha puesto enfásis en la necesidad de que las agencias policiales estadounidenses actúen contra el tráfico de armas y aseguró que pedirán controles "más agresivos" en el lado estadounidense de la frontera.
Dos de las armas usadas en la operación fueron encontradas en el sitio de un tiroteo en el que murió el agente fronterizo estadounidense Brian Terry en diciembre pasado.
La ATF dice que no hay evidencia de que las armas hayan sido usadas en ese tiroteo.
El senador estadounidense Chuck Grassley ha ordenado también una investigación parlamentaria acerca de la operación.