Champions League: Real Madrid debe ganar al Lyon por lo civil o por lo Cristiano
Madrid, As
Después de seis años cayendo en octavos es imposible no sentir una ligera inquietud. Cierto es que el Madrid, en cada uno de esos antecedentes desastrosos, se vio obligado a reponerse de una derrota. Y ahora es diferente. Por el empate de la ida, por la sensación general y por lo comprobado en Lyon; también por la apabullante estadística. El Madrid ha ganado sus 21 partidos en el Bernabéu durante esta temporada, en catorce ocasiones sin recibir goles. Y ya son 150 los que suma Mourinho sin perder como local. Demasiados méritos como para imaginar una hecatombe.
Además, jugará Cristiano, 40 goles en 44 partidos en lo que va de campaña (entre el Madrid y la selección). Ayer se entrenó con el grupo y hoy jugará aunque con algunas molestias. La precaución no es palabra que esté en su vocabulario y Mourinho tampoco le discute los impulsos (y debería). No obstante, seguiremos con lupa las evoluciones de su bíceps femoral izquierdo.
Más novedades en el resto del once. Marcelo conserva su puesto (en Francia jugó Arbeloa) y Khedira pondrá siderurgia en el centro del campo. Más arriba, Benzema será la única referencia. Una referencia real (tres dobletes consecutivos) y simbólica (temido y querido hijo del Olympique).
El Lyon ataca esa montaña. Lo hace con la confianza de quien salió vencedor hace un año, por lo que no estará el miedo entre sus achaques. Jugará Gourcuff, que en los últimos días parecía reponerse de un disparo y que en realidad sólo perdió una uña. Pero no es ese el nombre que preocupa. Intranquiliza Lisandro, uno de esos delanteros que mezclan la picardía y el talento (cuatro goles en los dos últimos partidos). También Delgado, la otra dosis de sangre argentina. Ellos serán el filo de un equipo donde no estará Gomis, el autor del empate en Gerland.
Con todo, el ánimo del visitante será su mayor peligro: siete partidos sin perder, cuatro victorias y un empate en sus últimos cinco encuentros, 16 goles a favor y dos en contra. Y un dato: mientras en el Madrid sólo repiten tres futbolistas en relación al partido de vuelta de hace un año (Casillas, Ramos y Cristiano), en el Lyon volverán a jugar siete: Loris, Reveillere, Cris, Cissokho (si no recae), Toulalan, Delgado y Lisandro. La base del equipo que alcanzó las semifinales en 2010.
Público. Nada hubiera distinguido la previa de otras si no fuera porque Mourinho volvió a exagerar el gesto. En su afán por mantener al mundo en posición de firmes, empezó por reclamar el apoyo del público y terminó por hacerlo responsable. Como si se pudiera exigir más a quien pagará entre 48 y 235 euros. Como si hubiera que fingir la heroica remontada que no toca. En principio.
También salió la historia a relucir. Y cuando eso sucede, el entrenador, queriéndolo o no, distingue su leyenda de la del Madrid. "Si no gano otra Champions seguiré en la historia, pero quiero ganarla por tercera vez con un equipo distinto". Sería el primero. De momento, comparte honores con Happel (Feyenoord y Hamburgo) y Hitzfeld (Borussia y Bayern).
La cita es de alto rango. Pasar a cuartos liberará de un peso al Madrid. Lo contrario pinta tan tenebroso que no se contempla. Hay que ganar: por lo civil o por lo Cristiano.
Después de seis años cayendo en octavos es imposible no sentir una ligera inquietud. Cierto es que el Madrid, en cada uno de esos antecedentes desastrosos, se vio obligado a reponerse de una derrota. Y ahora es diferente. Por el empate de la ida, por la sensación general y por lo comprobado en Lyon; también por la apabullante estadística. El Madrid ha ganado sus 21 partidos en el Bernabéu durante esta temporada, en catorce ocasiones sin recibir goles. Y ya son 150 los que suma Mourinho sin perder como local. Demasiados méritos como para imaginar una hecatombe.
Además, jugará Cristiano, 40 goles en 44 partidos en lo que va de campaña (entre el Madrid y la selección). Ayer se entrenó con el grupo y hoy jugará aunque con algunas molestias. La precaución no es palabra que esté en su vocabulario y Mourinho tampoco le discute los impulsos (y debería). No obstante, seguiremos con lupa las evoluciones de su bíceps femoral izquierdo.
Más novedades en el resto del once. Marcelo conserva su puesto (en Francia jugó Arbeloa) y Khedira pondrá siderurgia en el centro del campo. Más arriba, Benzema será la única referencia. Una referencia real (tres dobletes consecutivos) y simbólica (temido y querido hijo del Olympique).
El Lyon ataca esa montaña. Lo hace con la confianza de quien salió vencedor hace un año, por lo que no estará el miedo entre sus achaques. Jugará Gourcuff, que en los últimos días parecía reponerse de un disparo y que en realidad sólo perdió una uña. Pero no es ese el nombre que preocupa. Intranquiliza Lisandro, uno de esos delanteros que mezclan la picardía y el talento (cuatro goles en los dos últimos partidos). También Delgado, la otra dosis de sangre argentina. Ellos serán el filo de un equipo donde no estará Gomis, el autor del empate en Gerland.
Con todo, el ánimo del visitante será su mayor peligro: siete partidos sin perder, cuatro victorias y un empate en sus últimos cinco encuentros, 16 goles a favor y dos en contra. Y un dato: mientras en el Madrid sólo repiten tres futbolistas en relación al partido de vuelta de hace un año (Casillas, Ramos y Cristiano), en el Lyon volverán a jugar siete: Loris, Reveillere, Cris, Cissokho (si no recae), Toulalan, Delgado y Lisandro. La base del equipo que alcanzó las semifinales en 2010.
Público. Nada hubiera distinguido la previa de otras si no fuera porque Mourinho volvió a exagerar el gesto. En su afán por mantener al mundo en posición de firmes, empezó por reclamar el apoyo del público y terminó por hacerlo responsable. Como si se pudiera exigir más a quien pagará entre 48 y 235 euros. Como si hubiera que fingir la heroica remontada que no toca. En principio.
También salió la historia a relucir. Y cuando eso sucede, el entrenador, queriéndolo o no, distingue su leyenda de la del Madrid. "Si no gano otra Champions seguiré en la historia, pero quiero ganarla por tercera vez con un equipo distinto". Sería el primero. De momento, comparte honores con Happel (Feyenoord y Hamburgo) y Hitzfeld (Borussia y Bayern).
La cita es de alto rango. Pasar a cuartos liberará de un peso al Madrid. Lo contrario pinta tan tenebroso que no se contempla. Hay que ganar: por lo civil o por lo Cristiano.